29/03/2024 MÉXICO

Día Mundial del Refugiado: las claves de un drama humanitario

Kosovo Refugees

El 20 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Refugiado. La Asamblea General de Naciones Unidas lo designó con el fin de crear conciencia sobre la situación de los refugiados en todo el mundo.

Como contribución a tan digna causa, en este artículo se pretende dar las herramientas necesarias para entender qué se entiende por “refugiado”, qué tipo de protección ofrece el derecho internacional, y cuál es la situación actual.

¿Quién es considerado un refugiado?

La Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados define un refugiado como “la persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”.

Existen también otras figuras parecidas pero no iguales a la condición de refugiado. Es el caso, por ejemplo, de los desplazados internos (que, a diferencia de los refugiados, permanecen en su país) o los apátridas. La distinción es importante, ya que la protección que ofrece el derecho internacional es distinta en cada caso.

Por otro lado, ACNUR (el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) ofrece protección y asistencia no únicamente a los refugiados, sino también a otras categorías de desplazados forzosos. Estos incluyen los solicitantes de asilo (el derecho a ser reconocido como refugiado y recibir protección jurídica y asistencia material), los refugiados que han regresado a sus hogares (repatriados), pero todavía necesita ayuda para reconstruir sus vidas; las comunidades civiles locales directamente afectadas por los movimientos de los refugiados, los apátridas (no son ciudadanos de ningún país) y los desplazados internos.

¿Cuáles son las principales herramientas del derecho internacional?

Campo de refugiados kosovares [United Nations Photo Flickr account]

El principal instrumento internacional para la protección de los refugiados es la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, conocida como la Convención de Ginebra de 1951, a la que se añadió posteriormente el Protocolo de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967. La Convención establece claramente qué es un refugiado y el tipo de protección jurídica, asistencia y derechos que él o ella debe recibir de los países que han firmado el documento. También define las obligaciones de un refugiado hacia el estado de acogida y aclara que ciertas categorías o personas, como criminales de guerra, no califican para el estatuto de refugiado.


Otras convenciones a destacar son la Convención de la OUA de 1969 que regula aspectos específicos de los refugiados en África, y La Declaración de las Naciones Unidas de 1974 sobre la Protección de Mujeres y Niños en situaciones de emergencia o de conflicto armado.

Por último, es de destacar que tanto el Derecho Internacional Humanitario y también los Derechos Humanos son de aplicación y protegen en distintos ámbitos a las personas consideradas como refugiados y también a las personas desplazadas. Visto lo anterior, queda claro que estas últimas tienen menos protección que los refugiados puesto que la Convención de Ginebra de 1951 no les es de aplicación.

¿Cuál es la situación actual en el mundo?

Tal y como denuncia Amnistía Internacional (AI) en un comunicado de prensa, el balance no es nada bueno, puesto que se siguen vulnerando los derechos de millones de personas. AI acusa a los gobiernos de todo el mundo de priorizar fortalecer sus fronteras nacionales, en vez de salvaguardar los derechos de sus ciudadanos o de quienes buscan refugio u oportunidades dentro de esas fronteras.

Las cifras no son nada esperanzadoras ya que el número de desplazados ha llegado a un máximo en 15 años. ACNUR sitúa la cifra en 43,7 millones en 2011, y más de la mitad son niños.

Aunque las estadísticas son importantes para obtener una imagen global de la precaria situación actual, hay que pensar que las cifras representan, en realidad, 43,7 millones de historias personales. Poblaciones enteras como los refugiados palestinos en Siria se ven afectadas por la incapacidad de resolver su situación apátrida y, a su vez, se ven inmersas en una nueva guerra en el país de acogida que les obliga a desplazarse internamente. No es el único ejemplo complicado, todos lo son; pero a través de Jafra Foundation, nos llegan historias como esta:


“Mi hermano vive entre las tumbas, lo cual es mil veces mejor que vivir en ellas “… palabras de Umm Ahmed, del campo de refugiados de Yarmuk y desplazada recientemente al campo de refugiados de Baalbek en el Líbano, después de que su casa fuese destruida como consecuencia del conflicto.

Refugiados sirios en un campo en Irak [FreedomHouse2 Flickr account]

La crisis en Siria ha provocado desplazamientos masivos. Pero el drama humano va más allá de tener que abandonar tu hogar; muchas veces las condiciones de vida son precarias. Por ejemplo, no es extraño que 2 o incluso 3 familias compartan una zona de una habitación que no exceda de 12 metros cuadrados. Tampoco debemos olvidar los problemas de salud y de propagación de las enfermedades dentro de los campos de refugiados, debido a la escasez de agua y, en consecuencia, de higiene personal.

Además de la alta densidad de la población, la falta de oportunidades de empleo, la ausencia de cualquier medio de entretenimiento, el estrés y las malas condiciones de vida, los jóvenes son incapaces de seguir con sus estudios, limitando así sus posibilidades de un futuro mejor.

Se trate de refugiados, desplazados internos, repatriados, exiliados o apátridas, está claro que no es suficiente con recordar una vez al año la situación de un número de personas similar a la población de un país como España, sino que es necesario que los Estados realicen un mayor esfuerzo para cumplir el Artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “(1) En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro


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Olinta Lopez

Vive en Cairo (Egipto) desde 2014, donde ha hecho crecer a la familia. Con un perfil algo dispar, pero a su vez enriquecido por la variedad, es ingeniera técnica multimedia de base complementado con un MA en Relaciones internacionales. Actualmente trabaja como relaciones externas (comunicación y fundraising) en una pequeña ONG en el corazón de Cairo.


One comment

  • Vicky Silva Sánchez

    20/06/2015 at

    En realidad es peor, en el informe que acaba de sacar ACNUR de 2014 son 59’5 millones de personas desplazados forzosos…

    Reply

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