09/12/2024 MÉXICO

Claves de la economía mundial en 2016 ¿Qué pasará?

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Analizamos el escenario económico mundial: demanda, precios y acontecimientos políticos son la clave para comprender las tendencias en este nuevo año ¿Cómo será la economía mundial en 2016?

Se ha ido el 2015 y no fue un año fácil para la economía mundial. La escasa demanda, provocada principalmente por la desaceleración de China, produjo un derrumbe dramático de los precios de las commodities, afectando seriamente a las economías más frágiles, que suelen ser las más dependientes de la producción y exportación de bienes primarios.

Este escenario adverso motivó el inicio de una verdadera guerra de divisas, una escalada de devaluaciones que comenzaron varios países buscando ser más competitivos, aunque sea en el corto plazo, en ocasiones asumiendo consecuencias a futuro tal vez más graves que la falta de competitividad. Y como en toda guerra, hubo heridos, ganadores y perdedores.

Si bien todas las commodities han sufrido descensos importantes en sus niveles de precios, tal vez el petróleo haya sido el caso más emblemático.

La importancia estratégica del crudo quedó reflejada al advertir las durísimas batallas que se han librado en torno a su precio. Las potencias petroleras no han ahorrado estrategias a la hora de intentar quedar del lado de los ganadores en un año que ha sido modesto para todos.

El último diciembre se produjo además el esperado incremento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, acontecimiento que añade una nueva dificultad a los emergentes y a la vez permite vislumbrar que la superpotencia norteamericana ha dejado atrás las crisis iniciada en 2008 y consolida su rol de liderazgo en el nuevo escenario económico mundial.

Qué se puede esperar en 2016

Pero ha llegado el nuevo año, y con él algunas posibles novedades, aunque la sensación predominante es que la  persistencia del clima económico del año anterior se extenderá por lo menos un semestre más. No hay que descartar, sin embargo, una serie de eventuales sucesos que podrían forzar un abrupto cambio de rumbo. Iremos mencionando cada uno de ellos para intentar comprender cuán probables son y por qué podrían alterar la aparente calma.


Veamos entonces qué está sucediendo, qué cosas podrían llegar a suceder y cuáles son los riesgos que acechan la economía mundial.

En un mundo que marcha lento, los grandes centros productivos no requieren demasiados volúmenes de materias primas. Aquellas economías emergentes, principalmente productoras de esas materias primas, sienten el impacto de la falta de demanda. Con matrices productivas agigantadas en la década pasada, durante el auge de las commodities, cuando las arcas estatales recibían generosos caudales de ingresos por exportaciones primarias, los emergentes sufren hoy la otra cara de la moneda.

Con demasiada oferta mundial y escasa demanda, los precios se caen. Los costos de haber construido un modelo económico alrededor de una materia prima comienzan a ser altos, la renta obtenida fue, en general, dilapidada. No diversificaron su producción, no se industrializaron. Tampoco realizaron inversiones en infraestructura que hubiesen permitido, aún conservando un modelo primario exportador, reducir los costos internos.

La evolución del precio de las commodities. El caso del petróleo

Todas las materias primas en general guardan alguna relación con el comportamiento del petróleo. Veamos qué puede suceder con el precio del crudo para hacernos una idea más acabada de cómo podría comportarse el nivel de precios de las commodities en general.


A mediados de 2014, el barril de petróleo cotizaba por encima de los 100 dólares. En la actualidad cotiza por debajo de los 30. Esto se debe a múltiples causas. El principal disparador del dramático descenso seguramente haya sido la bajada en la actividad, por lo que el exceso de oferta ante una demanda tendiente a la baja se encargó de profundizar el derrumbe, y por último las diferentes estrategias política de los principales productores, y otros hechos geopolíticos que colateralmente afectan el precio del crudo, han mantenido en bajos niveles los precios.

Pozos petroleros -Richard Masoner / Cyclelicious - Flickr
Pozos petroleros -Richard Masoner / Cyclelicious – Flickr

En 2016, probablemente encontremos el piso de este derrumbe vertiginoso. Los bajos precios se han extendido por mucho tiempo y esto indudablemente se ha cargado a los productores que tenían altos costes, con lo que se frenaron inversiones en infraestructura, exploración y desarrollo. Los países de la OPEP podrían comenzar a reducir levemente sus cuotas de producción, y de esta manera el excesivo stock comenzaría a decrecer.

Si las principales potencias sostienen su recuperación, exceptuando a China que por el momento parece seguir centrada en promover su consumo interno, puede dispararse un repunte en el precio del crudo para mediados de año, alcanzando quizás un promedio de entre 50 y 60 dólares por barril, lo que representaría, dadas las circunstancias, una importante recuperación.

Existen riesgos de índole política y en la seguridad mundial que podrían alterar drásticamente esta situación, y este es uno de los focos donde debemos poner atención este año. Una eventual ofensiva terrorista del autodenominado “Estado Islámico” sobre instalaciones petroleras que pudiera afectar el normal suministro de crudo desde medio oriente, significaría que los precios se disparasen a niveles que difícilmente los diferentes mercados estén en condiciones de absorber, por lo menos no sin asumir tremendos costos locales.

El rol clave de Estados Unidos

Desde Estados Unidos debemos esperar la reacción de la economía mundial. La superpotencia se las ha ingeniado para tener nuevamente ante sí las condiciones para seguir liderando, en este caso, una nueva recuperación de la economía mundial.


El sustento de este nuevo liderazgo se da en múltiples dimensiones. Durante 2015 el dólar se apreció respecto de casi todas las monedas del mundo. Para 2016 no podemos esperar una tendencia diferente, el dólar seguirá fuerte, sostenido por la movilidad de flujos financieros hacia capitales estadounidenses por los recientes cambios en la tasa de interés y las contundentes demostraciones de fortaleza que viene dando la economía estadounidense en un mundo donde abunda la incertidumbre.

Presidente Barack Obama - Austen Hufford - Flickr
Presidente Barack Obama – Austen Hufford – Flickr

Con un promedio de 200 mil nuevos empleos por mes durante el último trimestre la tasa de desempleo descendió al 5%, la mano de obra desafectada en sectores productivos con baja actividad fue reabsorbida. El país puede tener en 2016 un respetable crecimiento de alrededor del 3%, apenas por debajo de la expectativa mundial, lo cual no está nada mal.

La otra cara: China

El gigante asiático ha avanzado en la convertibilidad del yuan como moneda de intercambio en los mercados globales. Sin embargo, la misma se ha desplomado, y esto ha representado un verdadero problema para el resto de los países del mundo.

El cambio de modelo económico, de uno que respondía a la lógica inversión-producción-exportación de manufacturas a uno centrado principalmente en el consumo interno, fue un verdadero shock para el mundo por las dimensiones de su economía. Las cantidades demandadas por China a las que el mundo se había acostumbrado se derrumbaron de la mano de su nuevo plan económico.

China creció el último año un 6,9%, y aunque la tasa puede ser envidiada por cualquier otro país, representa el peor crecimiento en los últimos 25 años. Para este 2016 puede proyectarse una cifra similar, tal vez levemente menor.

Hay un punto que deberíamos considerar. El riesgo de que China intente volver con moderada intensidad a los mercados mundiales, y que para hacerlo devalúe aún más su moneda. El shock mundial sería de magnitudes colosales.

Otros focos de atención

En Europa radica otro de los factores sobre los cuales debemos estar atentos: la posibilidad de que el Reino Unido anticipe el referéndum sobre su permanencia en la Unión Europea.

Una eventual salida o bien las fuertes presiones que pueda ejercer para modificar las condiciones actuales bajo amenaza de su salida, son sin duda un tema de suma relevancia que va a poner en jaque la estabilidad del bloque europeo, y representa todo un desafío que requerirá de una delicada gestión diplomática.

Otra cuestión que habrá que mirar de cerca es la situación de los refugiados. La resistencia de algunas sociedades europeas a recibirlos, el resurgimiento de movimientos nacionalistas, la islamofobia y el pánico generado por el recuerdo de los recientes atentados. Habrá que ver qué costo político asumen los líderes de las principales potencias europeas frente a este dilema.

En el ámbito del comercio internacional, los mega-tratados que se están suscribiendo o negociando, representan una novedosa configuración del sistema económico internacional. Habrá que seguir de cerca el desarrollo de las negociaciones para poder dilucidar los nuevos focos de intercambio y cómo puedan afectar la evolución en los índices de precios de las principales mercancías de cambio.

Negociaciones por el TPP - GAC AMC - Flickr
Negociaciones por el TPP – GAC AMC – Flickr

Es importante también seguir de cerca la evolución de las gestiones que en el seno de la OMC (Organización Mundial del Comercio) han acordado ya la eliminación de los subsidios que se destinan a exportaciones agrícolas. Aunque resta que suceda lo mismo con los subsidios a la producción interna, una barrera contra la que chocan los países subdesarrollados al querer exportar hacia Estados Unidos y Europa, y que constituye un punto de vital importancia para avanzar en la liberalización del comercio que promueven justamente desde los grandes centros mundiales.

Otro tema a tener en cuenta son los cambios políticos que puedan darse, con la mira puesta principalmente en las elecciones presidenciales que se celebrarán en los Estados Unidos en noviembre.

También hay que considerar los que sucede en Latinoamérica: el cambio de gobierno en Argentina, la crisis política y económica de Venezuela y las dificultades político-institucionales en Brasil son algunos de los factores que darán forma a la dinámica económica de la región.

Ganarán quienes menos se equivoquen

Puede que parezca algo obvio, pero en un contexto de estancamiento, desaceleración y bajos precios, las probabilidades de que algún país o región tenga un desempeño económico descollante este año son muy bajas. La marcha de la economía será modesta, los márgenes de crecimiento pequeños, y resultarán ganadores quienes menos se equivoquen, en tiempos donde los errores se pagarán probablemente más caros que de costumbre.

Aquellos países que puedan implementar políticas económicas austeras sin transferir ese costo a su población, encontrarán estabilidad política e institucional a la espera de que el mundo se reactive.

Son tiempos para repensar cada país dentro un bloque -a esto parece encaminarse la economía mundial- con liderazgos definidos al frente de grandes áreas con las mismas reglas y objetivos. Será clave el minucioso tejido de la diplomacia y la política. En tiempos de austeridad económica, estos detalles harán la diferencia.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro


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Lionel Gamarra

Buenos Aires, Argentina. Técnico en Comercio Internacional. Licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades.


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