Después de tres décadas de gobierno, el 11 de abril de 2019 el presidente sudanés, Omar al-Bashir, se vio forzado a renunciar al poder como resultado de las incesantes y efectivas movilizaciones por todo el país. Tras la renuncia de Bashir, su sucesor, Mohammed Ahmed Awad Ibn, solicitó a los manifestantes que aceptaran un gobierno militar de transición, pero estos no estaban dispuestos a acatar esta propuesta; desafiaron el toque de queda, y prometieron quedarse en las calles hasta que sus demandas de un gobierno civil fueran escuchadas.