
El pasado viernes 13 de Enero una tropa conformada por soldados kosovares ingresó a Islas Malvinas justificando que llevan adelante una “misión de paz”. El gobierno argentino se pronunció en contra de la actividad y denunció a Gran Bretaña ante Naciones Unidas alegando violación de la resolución 31/49 y 41/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El conflicto respecto al despliegue de las tropas proveniente de Kosovo tuvo inicio el año pasado luego de que Gran Bretaña hiciera público el plan de enviar miembros de las Fuerzas de Seguridad a las Islas con motivo de realizar una Operación de Paz y la incorporación de personal de las KBS en el ejército de infantería británico Roulement. El proyecto fue aprobado por diputados de la Asamblea de Kosovo y hasta donde se supo podría durar 3 años. Ante aquel anuncio el gobierno Argentino ya habría elevado un reclamo a Londres demostrando el rechazo a la actividad que se consideró como una “demostración de fuerza injustificada” y una “provocación británica”.
¿Qué nos dicen las resoluciones?
Argentina basa su reclamo en el apartamiento de resoluciones internacionales. La R. 31/49 porque “Insta a las partes a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso recomendado en las resoluciones arriba mencionadas” y la R. 41/11 que “exhorta a todos los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la Región del Atlántico Sur como Zona de Paz y Cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en la región y la no introducción de armas nucleares o de otras armas de destrucción masiva”.
A pesar de los contundentes reclamos realizados por el gobierno argentino para evitar que se lleve adelante dicho proyecto, el viernes 13 de Enero arribaron a la base militar Mount Pleasant lo que se denominó como el “primer grupo KSF compuesto entre 7 y 9 personas”.
¿Cuáles son las preocupaciones que surgen a partir del hecho?
En principio, la sistemática violación al Derecho Internacional, al respecto el Ministro de Defensa – Jorge Taiana – reafirmó semanas atrás que Argentina “cree en el Derecho Internacional, cree en la solución pacífica de las controversias y pide al gobierno británico abrirse al diálogo”.
En segundo lugar, el medio Alemán Junge Welt plantea la creciente influencia de la OTAN en América Latina, frente al cual podemos agregar el fuerte trabajo por parte del gobierno Chino para extender su presencia sobre el país del Sur. En Neuquén, provincia de la Patagonia, funciona la estación espacial Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) que desde sus inicios en el año 2017 alarmó tanto la Unión Europea y Estados Unidos, por su secretismo y posibles usos militares. Actualmente, se maneja la posibilidad de que China construya una base naval militar en Ushuaia, los beneficios geo-estratégicos y económicos comerciales que significarían para el gran asiático despiertan nuevamente preocupación en sus antagónicos.
Por otra parte, el Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur – Guillermo Carmona –, expuso su preocupación por la inclusión de un tercer actor en el conflicto Británico-Argentino por Malvinas, una situación sin antecedentes que requiere mantenerse alerta. Asimismo, las autoridades de Serbia han expresado su malestar por la situación, recordando que el Estado separatista de Kosovo es reconocido solo por 83 miembros de la ONU, por lo tanto la oferta de Londres fue interpretado como una intromisión por parte de la OTAN al mismo tiempo que les abre un camino de cooperación para promover su independencia y participar en las ambiciones imperialistas inglesas, según explicó el periodista serbio Marinko Ucur.
¿Qué acciones tomó Argentina?
Como se explicó anteriormente, Argentina desde un primer momento hizo público su rechazo al proyecto, motivo por el cual reiteró la nota a Naciones Unidas un día antes del arribo de tropas – 12 de Enero- el Canciller Santiago Cafiero ratificó la postura argentina ante la decisión de enviar personal de la fuerza kosovar al archipiélago, además aprovechó la oportunidad para reafirmar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Posterior al desembarco de tropas hubo dos momentos claves:
El 24 de Enero, durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) los 33 países miembros mostraron un profundo interés por la solución pacífica y definitiva de dichas controversias sobre las Islas, así como también reiteraron “su más firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina”.
El 26 de Enero en el marco de reuniones con las autoridades del Comité de Descolonización de las Naciones – Csaba Kőrösi y Miroslav Jenča – el Secretario Guillermo Carmona denunció la acción unilateral ante Naciones Unidas y manifestó el interés por parte de Argentina en colaborar con el fin de resolver las disputa por medios pacíficos y la espera por la misión de Buenos Oficios del Secretario General para acercar a las partes.
En resumen, para el país sudamericano el despliegue de personal militar es considerado como una acción colonial de presencia ilegítima y por lo tanto una violación a los Derechos Internacionales. Las denuncias y reclamos realizados hasta la fecha si bien tuvieron una buena recepción por parte de los organismos, todavía no se ha logrado un acercamiento con la parte británica. Se resalta la persistencia del pedido y la tarea de los funcionarios nacionales argentinos quienes deben trabajar en mantener la atención sobre el problema para que no se minimice el planteo argentino y se haga énfasis sobre el desarrollo de políticas soberanas.
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