Estados Unidos y Cuba han anunciado el inicio de un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Esta decisión da un nuevo giro a las relaciones bilaterales tras más de 50 años de embargo económico estadounidense, aportando un fuerte impacto político y económico. La liberación de presos políticos por ambas partes, uno de los asuntos más espinosos del conflicto, abre la vía para una negociación que incluye acciones diplomáticas concretas e importantes medidas en el plano económico.