30/05/2023 MÉXICO

Ambiente y Cambio Climático archivos - United Explanations

Ramiro Rubil12/04/2023
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"La crisis climática tiene que ver con la seguridad del ser humano, con la seguridad económica, la seguridad medioambiental, la seguridad nacional y la vida del planeta", esto declaraba el presidente Joe Biden en noviembre del 2022, en línea con las directrices y el discurso “verde” que sostiene desde su campaña electoral. Sin embargo, la aprobación de un proyecto de extracción petrolífera en el norte de Alaska parece ir en contra de lo proclamado por el mandatario demócrata.


Jorge Arriaga02/03/2022
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La edición 17 del Reporte de Riesgos Globales reúne los principales problemas que enfrenta el mundo en los años siguientes. Este informe es presentado anualmente por el Foro Económico Mundial, cuya próxima reunión tendrá lugar en mayo para discutir la agenda global. En el siguiente artículo se explora la respuesta de los Estados y la opinión de expertos frente a los riesgos enunciados, considerando el compromiso ante la crisis climática.


Alonso Navarro15/12/2021
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La muralla verde se presenta como el proyecto bandera de África con el cual se busca detener el avance de la desertificación de las tierras hacia el sur del Sahara, generar puestos de trabajo, evitar grandes movimientos migratorios y combatir el cambio climático. Una idea buena, pero, ¿pretenciosa?

Una tormenta de problemas… y también de arena

El Sahel o Sáhel (pronunciado con “h” gutural, normalmente «Sajel», de modo similar a «Sajara» para Sahara) es una zona ecoclimática y biogeográfica del norte del continente africano. Verán, tal región colinda con el gigante desértico del Sahara. En especial, en esta zona, la degradación y desertificación de la tierra son las mayores causantes de la pobreza, migración y sobre explotación de los recursos naturales.

El avance del desierto o desertificación se refiere pues a un proceso geológico/ecológico mediante el cual la tierra por diferentes factores se va secando, haciéndose árida e infértil. ¿Qué factores lo causan? El conocido calentamiento global es un factor, aumenta la temperatura y hace insostenible las condiciones de vida de plantas y animales, aunado a ello, las casi inexistentes precipitaciones fluviales rompen el ciclo de vida de las plantas y, como consecuencia estas a su vez, el de las precipitaciones, un círculo vicioso que se termina expandiendo al Sahara.

Como resultado, conseguir cosas tan simples como agua y comida se convierten en barreras al desarrollo del Sahel, afectando las principales actividades económicas como la agricultura y ganadería, ya que el avance del desierto acaba con el terreno fértil  para las comunidades de la región. Es por estas condiciones imperantes en la región y los problemas que acarrea para el continente que nace la iniciativa de la Muralla Verde del Sahel.

El precedente, la inspiración y la pionera

Esta iniciativa se inspiró en un movimiento, el de Wangari Maathai, el Movimiento Cinturón Verde (GBM por sus siglas en inglés). Maathai, primera mujer keniana en tener un doctorado, ser profesora universitaria y  ganadora del premio nobel de la paz en 2004, fundó en 1977, bajo el auspicio del Consejo Nacional de mujeres de Kenia, el Movimiento Cinturón verde como una respuesta a las necesidades de las mujeres kenianas en zonas rurales las cuales reportaban que los arroyos se secaban, la accesibilidad a la comida era cada vez más precaria y se debía caminar largos trechos para conseguir madera para combustible o cercas. Maathai junto al apoyo de todas las mujeres que aprendieron sobre reforestación gracias a ella, logró plantar 47 millones de árboles en su natal Kenia.

La muralla que divide lo que viene de lo que será

Entonces, con tal precedente y similitudes en su problemática es entendible el por qué de esta iniciativa con una idea tan simple, plantar árboles. Una gran muralla de 8000 kilómetros de largo y 15 kilómetros de espesor que atraviesa once países y trata de crear una maravilla natural en base al trabajo del hombre. Estamos hablando de uno de los proyectos bandera de África, la Gran Muralla Verde del Sahel, lanzado en el 2007 por la Unión Africana. Se compone por el  esfuerzo no solo de los países que forman parte de la región del Sahel (Burkina Faso, Chad, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Sudán),  sino involucrando a un total de 20 países bajo el liderazgo de la Agencia Panafricana para la Gran Muralla Verde. Se ha logrado movilizar 8 mil millones de dólares con el apoyo de los países involucrados en la iniciativa y también de distintas organizaciones internacionales como la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Banco Mundial y la Convención para combatir la Desertificación de las Naciones Unidas.

Imagen obtenida de earth.org

Como todo gran proyecto, la creación de esta muralla obedece a ciertos objetivos. La ambición principal es que para 2030 se hayan restaurado 100 millones de hectáreas de tierras degradadas, absorber 250 millones de toneladas en emisiones de dióxido de carbono y crear 10 millones de empleos verdes. Es claro que la creación de puestos de trabajo es un objetivo fundamental; pero también se busca incrementar la seguridad alimentaria de millones de personas en el Sahel y crear en la región una conciencia de resistencia contra las crecientes temperaturas en la zona.

Las comunidades que habitan la región del Sahel son parte fundamental del proyecto, ya que es gracias a ellas que se pueden plantar los árboles. Su participación, además de detener la desertificación, les ofrece la oportunidad de trabajar en empleos ecológicos cumpliendo así uno de los objetivos, generar empleos. Como parte de esta participación se destacó dos técnicas. La primera se trata del cultivo en terrazas: se usa cuando se cultivan los árboles o plantas necesarias en cerros o montañas, plantado terrazas graduales construidas en las pendientes a fin de minimizar la erosión y pérdida de agua. La segunda es una técnica propia de la región del Sahel y más específicamente de Burkina Faso a la que se conoce como  Zai: consiste en cavar pozos poco profundos en la tierra durante la temporada de lluvias para capturar las escasas precipitaciones y concentrarlas en las raíces de los cultivos.

 

Técnica Zai

Por último, el otro elemento de importancia así como lo son las personas, los árboles que se plantan, los cuales deben cumplir con dos condiciones fundamentales: ser capaces de sobrevivir al medio ambiente desértico y ser utilizables para los medios de vida de la gente en las poblaciones. Las especies más comunes que se pueden encontrar en la Gran Muralla Verde son la Acacia senegal, el datilero del desierto (Balanites aegyptiaca) y la ciruela india (Ziziphus mauritiana).  La idea científica detrás de estos árboles y su plantación es que a futuro las hojas caídas de estos sirvan de compost y consecuentemente la generación de más árboles sin intervención del hombre. Una muralla auto sustentable.

Un gigante verde que avanza muy lento

El primer avance a mencionar es la metodología sobre la plantación de árboles. Verán, la simplicidad de la idea de plantar árboles en realidad no es nada ingenioso. Tal como menciona Chris Reij, especialista en el manejo sostenible de suelos: Si todos los árboles que fueron plantados en el Sahara desde los 80s hubieran sobrevivido, esto luciría como el Amazonas… podemos decir que el 80% de los árboles plantados han muerto.

Principalmente los arboles eran plantados en zonas poco habitadas y alejadas de las comunidades y tal como menciona en la estrategia actual de la Gran Muralla Verde líneas arriba, estas comunidades y sus propias técnicas ahora son tomadas en cuenta en el proceso de plantación y siembra.

 

La Convención de las Naciones unidas para combatir la Desertificación (United Nation Convention to Combat Desertification, 2020) rescata que en total el área de intervención de la GMV es de 156 millones de hectáreas siendo los países con mayor territorio intervenido: Níger, Mali, Etiopía y Eritrea. La misma Convención destaca los 5.5 mil millones de plantas y sembrados producidos por las comunidades en Etiopía; en Senegal los más de 18 millones de árboles plantados y 800 000 hectáreas de tierras restauradas; en Nigeria los 8 millones de árboles plantados y 1 396 trabajos creados; 2 000 hectáreas de suelos restaurados en Sudán; en Burkina Faso 16 millones de árboles plantados; 135 000 plantas plantadas en Mali; en Eritrea unos 129 millones de árboles plantados y, finalmente en Níger con 146 millones de árboles plantados.

Dentro de la esfera de los avances, el más importante y reciente se ha dado este 2021 durante la cumbre One Planet en la que se anunció el financiamiento mediante donaciones de 14 mil millones de dólares para la iniciativa del gobierno de Francia, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Mundial en un periodo de 10 años. Un apoyo importante considerando que la conclusión de la muralla se ha calculado en 33 mil millones de dólares.

¿El gigante verde está condenado a permanecer dormido?

La iniciativa de la Gran Muralla verde, desde sus inicios en 2007, ha restaurado en su conjunto 18 millones de hectáreas de tierra, el exacto 18% de la meta de 100 millones. Tomando en cuenta que la meta es a 2030, se necesita elevar el ritmo actual a 8.2 millones de hectáreas restauradas, un ritmo que parece inalcanzable dado que la región aqueja de problemas organizacionales, aunados a los ya mencionados económicos y sociales. También las cifras de “avance” que muestra la Convención contra la Desertificación varía si se presta atención a los detalles.


Elaboración propia en base a los datos encontrados en: Pan African Agency Of The Great Green Wall et al, 2020, 51-67

Notas: N/a: datos no disponibles, (1) y (4) hectáreas de dunas fijadas, (2) hectáreas de tierras degradadas convertidas en terrazas, (3) hectáreas cerradas y en regeneración natural asistida, (5) árboles plantados, (6) hectáreas de jardines multipropósito, (7) beneficiarios/as.
En el cuadro que acabamos de observar se intenta resumir al detalle los avances de la iniciativa, la manera y en cada país que se ha intervenido. Lo primero que salta a la vista es la disparidad de resultados: Burkina Faso y Niger tienes resultados coherentes en la cantidad de apoyo económico recibido; pero casos como el de Chad, Djibouti y sobre todo Mali son alarmantes por el elevado presupuesto y los pobres resultados. No se engañen por los resultados de Eritrea, el avance en hectáreas y plantaciones se debe a que la mayoría de su territorio está intervenido por la iniciativa, a diferencia del resto de países.
Los antecedentes del proyecto y lo que se espera de la iniciativa en el futuro son dos aspectos que tienen una distancia demasiado grande y, por lo que los datos indican, no es solo cuestión de dinero, considerando además que es lo que más tendrán en el futuro inmediato. El retraso en la estrategia inicial y el involucramiento de las comunidades y sus estilos de vida han desperdiciado tiempo precioso para alcanzar la meta (2030). Se ha transformado la idea inicial de la Muralla Verde, concentrándose en las zonas habitadas, pero al mismo tiempo, siendo la única forma de que el proyecto sobreviva y beneficie a la gente de la región proveyendo medios de vida y recursos, deteniendo la migración y los conflictos. No obstante, este gran proyecto ha mantenido vivo los denodados esfuerzos de muchos países del mundo que combaten el cambio climático.

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Los mecanismos de adaptación al cambio climático demandan el desarrollo de capacidades sobre el desgaste de recursos del medioambiente. ¿Cómo los actores responsables pueden desempeñar un rol más activo? El artículo resalta los desafíos para la adopción de programas acorde a los factores de vulnerabilidad, reconociendo que aquellos son distintos.


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El último destino de los barcos

El transporte marítimo es la columna vertebral de la cadena de suministro global, ya que según el portal Marine Digital y estimaciones de UNCTAD, alrededor de 85% de los bienes que se producen en el mundo han sido transportados en barcos cuya flota de carga mundial estaba conformada por 95.4 mil barcos en 2019.

El tiempo que un barco es operativo oscila entre 30 a 40 años. Luego de este periodo, ¿qué es lo que ocurre con ellos? Las reparaciones o renovaciones para que pueda continuar en actividad ya no son rentables, por lo que son vendidos al mercado de desmanteladores de barcos, donde el precio de las embarcaciones varía entre 110 a 150 dólares por tonelada.

El proceso de desmantelamiento de embarcaciones se realiza a las estructuras de un barco obsoleto, que incluye el retirar todos los elementos de una embarcación y cortar la infraestructura de un barco, para que los materiales con los que fue fabricado puedan ser reciclados, como ocurre con el acero. Este proceso es complejo e involucra una serie de variables ambientales, sanitarias y laborales, las cuales repercuten en el medio en el que se desarrollan estas actividades.

Una breve historia del desmantelamiento de barcos

De acuerdo con un reporte temático, la Federación Internacional por los Derechos Humanos establece que las razones por las que esta industria emigró al sur de Asia se pueden resumir en los siguientes factores:

  • Se continúa con el patrón de migración a los países semi industrializados, al contar con mano de obra barata disponible.
  • En los 80, los países asiáticos contaban con menos regulaciones ambientales y de seguridad.
  • Los mercados locales se convirtieron en muy lucrativos en el comercio de acero y otros materiales, siendo así que los patios de desmantelamiento se convirtieron en los principales proveedores de acero
  • La ubicación geográfica conveniente, al encontrarse la región próxima a las rutas comerciales establecidas, facilitaron la labor de la industria.

    Infografía: Breve historia del desmantelamiento de barcos.
    Infografía: Breve historia del desmantelamiento de barcos.

El caso de Bangladesh

El Banco Mundial (BM) estima que actualmente, el centro global de la industria de desmantelamiento y reciclaje de barcos está ubicada en la zona geográfica de Sur de Asia, específicamente en India, Pakistán y Bangladesh, países que conforman entre el 70 y 80% de la industria internacional, China y Turquía cuentan con el resto, mientras que sólo 5% del volumen global de la industria es procesado fuera de los países mencionados.

En el caso particular de Bangladesh, la época dorada de esta industria empezó en 1980, cuando los dueños, repitiendo los patrones de este sector, tomaron ventaja de las pocas regulaciones existentes en material laboral y ambiental, así como de las condiciones geográficas adecuadas para realizar esta actividad. En Bangladesh, la industria de desmantelamiento y reciclaje de barcos juega un rol económico significativo al proveer una cantidad sustancial de acero y hierro para las industrias locales, siendo así que más de la mitad del suministro de acero en Bangladesh es proveído por esta industria. De la misma forma, Bangladesh es más rentable que Pakistán para la industria de desmantelamiento y reciclaje de barcos, ya que los márgenes de ganancia son de 16%, mientras que la ejecución de estas actividades en Pakistán produce un 3% de ganancia.

1)Impacto económico. Esta actividad genera cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos, los cuales son ocupados por los sectores más pobres y marginados.
2) Empleo. Según estimaciones del Banco Mundial, existen 22 mil trabajadores en Bangladesh y 500 mil personas dependientes de esta industria . Las condiciones de trabajo en esta industria carecen de la regulación del gobierno de Bangladesh.
3) Condiciones de empleo. Los trabajadores están expuestos a los riesgos que implica manejar químicos tóxicos sin la protección adecuada y el cumplimiento de sus derechos laborales.
4) Riesgos. Los riesgos que genera esta actividad en la salud de los trabajadores a corto y largo plazo, empeora por la precaria situación laboral, la falta de acceso a servicios de salud y seguridad.

Un gran carguero esperando ser desmantelado en Alang, India. Salvacampillo / shutterstock
Un gran carguero esperando ser desmantelado en Alang, India. Salvacampillo / shutterstock

¿Se puede construir un mejor futuro?

Los niveles de rentabilidad de la industria de desmantelamiento de barcos en Bangladesh indican que hay posibilidades de desarrollar prácticas más seguras y sostenibles que no dañen la competitividad de la industria. Las propuestas elaboradas por el Banco Mundial para mejorar la situación de los trabajadores y el ecosistema contemplan un plan que mantenga los puestos de trabajo y las contribuciones de la industria a la economía de Bangladesh

A corto plazo se sugirió el registro de trabajadores, implementación de equipos de control de seguridad y contaminación en el sitio, elaboración de procedimientos de salud y seguridad así como un plan de acción de reciclaje de barcos. Mientras que, a mediano plazo se plantea contar con el equipamiento en el sitio, con un programa de entrenamiento, implementar un sistema de cuidado de salud, monitoreo de laboratorios. La propuesta a largo plazo es la instalación de una planta de tratamiento térmico de eliminación de residuos peligrosos que se encuentran en las embarcaciones.

De la mano de estas medidas propuestas, es fundamental que el crecimiento económico que genera la industria de desmantelamiento de barcos sea traducido en el desarrollo sostenible de la población de Bangladesh mediante la garantía, respeto y cumplimiento de sus derechos.

 

 


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El incremento de la temperatura, la pérdida sobre la reserva del agua y de la biodiversidad, por nombrar algunos ejemplos, son eventos comunes que propician la discusión sobre la mitigación y adaptación al cambio climático. Aquel problema encauza otros desafíos conexos a la capacidad adquisitiva, las brechas sociales y de género. Estas aristas son subrayadas en el siguiente artículo junto con algunas recomendaciones para los tomadores de decisiones.