De las crisis, en general, surgen un conglomerado de exigencias, propuestas e ideas capaces de penetrar en la conciencia colectiva de las personas a fin de condicionar sus conductas. Ahora bien, sucede que esto está íntimamente relacionado con la noción de poder, pues, Morgenthau, en sus reflexiones sobre el poder político, nos lo menciona como una relación psicológica entre quienes lo ejercen y sobre quienes son ejercidos cuando el primero tiene el control sobre ciertas acciones del segundo, a través del impacto sobre su mente. Comprender estas premisas nos serán útiles para entender, de una u otra manera, la historia política alemana, pues, los ejemplos históricos se siguen desenvolviendo en la actualidad.
Panorama político-electoral en Alemania.
Hace unas semanas culminaron las elecciones en Alemania y el partido de la presidenta Angela Merkel perdió muchos votos, de los cuales, muchos de ellos, fueron a parar a las filas de Alternative für Deutschland(AfD), el cual tuvo especial apoyo en Alemania del Este, la antigua República Democrática Alemana (RDA). Si bien en las elecciones de 2017 fue la mayor tercera fuerza dentro del parlamento alemán con el 12,7% de los votos, y en estas últimas elecciones solo alcanzó el 10,3%, su presencia dentro del panorama político y social sigue siendo alarmante debido a los principios y propuestas de tendencia radical y ultranacionalista que pregonan en sus narrativas. Por esta razón, es importante descubrir las ideas que encarnan y su evolución hasta nuestros días, a fin de conocer su naturaleza y, de este modo, evaluarla.
Repaso histórico sobre el partido político “Alternativa para Alemania” (AfD, por sus siglas en alemán).
La historia de Alternative für Deutschland (AfD) se puede dividir en dos periodos que se caracteriza por haber centrado su visión en dos crisis diferentes: la financiera, derivada de la crisis del euro de 2008; y la migratoria, derivada de la crisis de los refugiados de 2015, siendo ambas la causa de diversas problemáticas sociales, políticas y económicas. En el primer proceso, exigían cambios radicales, tales como el fin de la permanencia monetaria de Alemania en el euro, para introducir el marco alemán, el cese del uso de dinero de los contribuyentes que son utilizados en rescatar bancos o Estados de los países miembros , y la disolución de la zona del euro.
Sobre este punto, Alternative für Deutschland (AfD) se alzó como una crítica hacia las políticas realizadas por el gobierno de Merkel y los “viejos partidos políticos”, pues ambos, a su modo de ver, estaban más destinados a salvar el euro que a evitar terribles consecuencias para los propios alemanes. Por ello, Jörg Meuthen, el portavoz federal de AfD, menciona que “después del tercer paquete de ayuda para Grecia dado por Alemania, el monto de responsabilidad fue más alto que todo el presupuesto federal para la construcción de carreteras, educación, investigación, salud , defensa nacional y agricultura ”(2015, p.1). Mostrando así, una narrativa de un gobierno más preocupado por financiar a un país extranjero que a satisfacer las necesidades prioritarias de la nación.
Dentro de esa misma línea, se manifiesta una característica de AfD, la cual consiste en ser un detractor constante del gobierno de Merkel, aprovechando la situación para introducir ideas nacionalistas defensivas y críticas al gobierno, incluso, al considerar que sus dirigentes parecieran haber traicionado al pueblo alemán para ponerse a disposición de intereses particulares extranjeros. Por tal motivo, proponen abolir los paquetes de rescate, retornar a las políticas financieras sólidas y sostenibles e introducir un código de insolvencia para los países del euro en quiebra.
Aun así, en las elecciones federales de 2013 solo obtuvieron el 4.7% de los votos con Bern Lucke, como fundador y cabeza del partido, por lo cual no pasaron la valla del 5% de votos requeridos para ingresar al gobierno federal. Esta pérdida representó la necesidad de AfD de expandir su ideario en el electorado alemán, quienes podrían llevarlos a incorporarse al gobierno federal en las próximas elecciones. Es así, como AfD, teniendo esto en cuenta, modifica su manifiesto con todas las necesidades políticas que eran de relevancia para el país. En consecuencia, en 2014, AfD utiliza el eslogan Mut zu Deutschland , traducido como «Atrévete a estar al lado de Alemania».
Éxodo migratorio en Alemania.
Por otro lado, un año más tarde, se produce una oleada migratoria, de los cuales millas de personas huyen de los países devastados por los conflictos en Siria, Afganistán, Irak y Libia, para buscar un futuro más seguro y estable en Europa. En base a esta situación, Alemania acogió, en ese año, a más de 1.7 millones de solicitantes de asilo. Por lo que, ante ello, se exaltaron los sentimientos nacionalistas azuzados por partidos populistas de extrema derecha como Alternative für Deutschland, el cual aprovechó la oportunidad para fortalecer su perfil antiinmigrante e islamófobo, pues, se veía a la gran ola de migrantes como ajenos y perjudiciales para la cultura y sociedad alemana.
Contienda política dentro de “Alternativa para Alemania” genera consecuencias radicales.
Todo ello ocurre a la par, cuando dentro del partido se produce una lucha por el liderazgo entre Frauke Petry y Bernd Lucke, del cual, mediante elecciones internas en el 2015, se decide a la primera, como nueva lideresa del partido Alternative für Deutschland ( AfD), volcándose así, a las tendencias más ultraderechistas. En consecuencia, se forma una corriente nacionalista y extremista dentro del partido llamado Der Flügel(el ala) alrededor de la figura de Björn Höcke, que, siendo el portavoz estatal y líder del grupo parlamentario AfD en Turingia, presentó la “Resolución de Erfurt”, la cual, según Spiegel (2020), se menciona que la AfD debe ser una alternativa fundamental, patriótica y democrática a los partidos establecidos, y estar en contra de los experimentos sociales como la transversalización del género y el multiculturalismo.
Toda esta forma de ejercer la política se evidencia en su programa para las elecciones federales referidas a afrontar la crisis migratoria de 2015, pues, aboga por una reducción drástica de inmigración a través del cierre inmediato de fronteras, el establecimiento de sistemas de seguridad integrados e implementar vallas más altas para acceder al derecho a asilo. Toda esta narrativa, propuestas e ideas, se fueron configurando y adquirió mayor aceptación por parte de ciertos sectores de la población alemana, en especial la ubicada en Alemania oriental. De manera que, para las elecciones de 2017, AfD obtiene el 12,6% de los votos, convirtiéndose en la mayor tercera fuerza dentro del parlamento, cuyos miembros y simpatizantes mantienen tendencias ultraderechistas y nacionalistas.
Estrategia política contra los inmigrantes.
Así, su estancia en el parlamento se caracteriza por centrarse en los temas sobre políticas de inmigración, asilo, sus consecuencias, la seguridad, el orden, y la integración. Todas estas referidas en preservar la identidad alemana frente a los peligros que puede causar la migración. En ese sentido, AfD presenta mociones en el parlamento en contra de la integración, matizándolas de cierta forma, como por ejemplo, bajo el título: “aprovechando finalmente los problemas de integración causados por influencias culturales – creando un nuevo campo de investigación en el centro de investigación de la Oficina Federal de Migración y Refugiados “ o ” Reconocimiento temprano de la radicalización islámica – Renovación de un estudio sobre las actitudes políticas y religiosas de los musulmanes en Alemania “ presentaron en julio del año pasado, de los cuales ambos fueron rechazados.
Para las elecciones de este año, prosiguieron con su retórica antiinmigrante e islamófoba, del cual, además, mantienen, de igual forma, una crítica a las acciones gubernamentales de Merkel. Tanto así, que ni bien salieron los resultados electorales, Alexander Gauland, exlíder del partido, celebró la salida del canciller mencionando que “sacarla era nuestro objetivo y lo hemos cumplido hoy” . Sin embargo, si bien perdieron su condición de ser la principal oposición dentro del parlamento, pues, tuvieron solo el 10,3% de los votos, su presencia terminó por solidificarse en Alemania Oriental, y sus ideas suenan fuerte en esa parte, de modo que, los pensamientos xenófobos y nacionalistas son un problema que todavía sigue presente y persistente en Alemania.
En definitiva, a lo largo de la historia, se ha visto cómo de las crisis surgen un conglomerado de ideas, propuestas y movimientos, los cuales, si bien pretenden buscar una solución, va a depender del contenido de las mismas para catalogarlas como idóneas, moderadas o extremistas. En el caso de AfD, ante las sucesivas crisis financieras y migratorias, optaron por salvaguardar aquello que considera como propio y que es más cercano a su historia: la identidad alemana. De modo que, AfD es una respuesta nacionalista a las problemáticas contemporáneas derivadas de la creciente interdependencia mundial. No obstante, lejos de ser una respuesta pasajera, pareciera ser que todavía tiene arraigo en las mentes de la colectividad humana; por ello, esto nos tiene que invitar a reflexionar sobre qué clase de propuestas e ideas estamos dispuestos a seguir, sobre si son las más justas, y si debemos actuar conforme a estas.
¿Quieres recibir más explicaciones como esta por email?