Hoy en día Internet forma parte de nuestra vida, y no sólo de nuestra vida social y cultural, sino también se está haciendo hueco en la esfera política. O al menos eso parece. Este artículo pretende ser una reflexión sobre el papel que la red tiene en la participación política y sobre si trasladar la política a las redes sociales es tan democrática como quiere hacernos creer.
Las TEP nuevas formas de participación política
La red lo inunda todo y, en este caso, la participación política también. En el año 2007, Estonia fue portada de la prensa internacional. No por ganar Eurovisión, sino por convertirse en el primer país en el mundo en el que sus ciudadanos votaron a través de su DNI electrónico. Este primer sufragio internauta no estuvo exento de polémica. El principal problema al que se enfrentó fue la desconfianza ante las nuevas Tecnologías de Empoderamiento y la Participación, en adelante TEP. Llegó a decirse que existía un número diferente de votos en papel que los contados vía on line. La desconfianza y la falta de transparencia fueron los principales enemigos del nuevo sistema de e-votaciones. Por ello ahora, y tras la publicación del código fuente de su sistema de e-votaciones, el gobierno de Estonia se encuentra en periodo de apertura y búsqueda de un software más seguro.
Antes de hablar de consecuencias, cabe primero resolver algunos aspectos.
¿En qué consiste el sistema de votaciones estonio?
El método utilizado en las e-votaciones en Estonia no es otro que el denominado i-voting o voto electrónico, que fue introducido ya en el año 2005 como un sistema de voto para aquellas personas cuya residencia es diferente a la que figura en su censo, garantizando el anonimato del voto. Para que este voto pueda realizarse son necesarios tres elementos: (1) DNI electrónico, es decir, con código PIN; (2) un ordenador con conexión a Internet; y (3) un lector de tarjetas inteligente. Asimismo, también es necesario el software de tarjeta de identificación. El propio sistema ofrece a los ciudadanos la dirección electrónica de la cual instalarse tal software.
¿Qué significa que Estonia publique su código fuente en GitHub?
En primer lugar es un acto de total transparencia dejando los datos de las votaciones abiertas a la mirada pública.
En segundo lugar, y no menos importante, es un paso más allá hacia una nueva realidad en la política: la política 2.0, una nueva forma de participación política. Se entiende que esta nueva forma de participar en la arena política es más abierta, más horizontal y que les devuelve a los ciudadanos el poder. Es entonces cuando surge el Open Government o Gobierno Abierto.
Esta nueva forma de hacer política tiene como objetivo el ofrecer a los ciudadanos una política más abierta, más transparente. Es una forma de gestionar los asuntos públicos de forma más accesible a los ciudadanos. De esta forma éstos pueden acceder sin pedir permiso a una gran cantidad de datos con origen gubernamental. ¿A través de qué herramientas acceden los ciudadanos a estos datos? Son las denominadas TEP, que abren una nueva forma de participación política y que da lugar a la e-participación
Este nuevo sistema de e-participación que ofrece el Open Government está basado en un sistema que tiene dos pilares:
- Sistema de transparencia de todos y cada uno de los datos del propio gobierno.
- Participación ciudadana. Es decir que los ciudadanos “tengan capacidad de influir mediante instrumentos formales e informales en el proceso de propuesta, toma de decisiones y ejecución de políticas públicas”.
En este sentido uno puede pensar que la política 2.0, o el Open Government, no es otra cosa que la vuelta a los orígenes de la política, porque de lo que trata es de dar una voz más clara a los ciudadanos, de comunicarse con ellos de forma directa, sin intermediarios. Podemos decir que es una forma de reinventarse, de hacer que los ciudadanos, más hiperconectados que nunca, vuelvan a implicarse en los asuntos políticos.
Casos de Open Government
¿Cuántos casos de Open Government existen? Muchas son las administraciones que apuestan por acercar los asuntos políticos a los ciudadanos.
Nueva Zelanda y Estados Unidos: Sus orígenes se remontan a Nueva Zelanda y por supuesto a Estados Unidos, siendo un proceso impulsado por su actual presidente: Barack Obama.
Islandia: Fue uno de los primeros países que usaron las TEP como verdaderas herramientas de empoderamiento. Ante el colapso del sistema de bancos y financiero se creó a partir de 25 ciudadanos anónimos un Consejo Constitucional. Las TEP que hicieron posible que la ciudadanía retomará el control en la arena política fueron las redes sociales: Twitter y Facebook.
País Vasco (España): Una de las primeras administraciones públicas españolas en sumarse a la iniciativa del Gobierno Abierto fue el País Vasco. El primer programa lanzado fue el Open Data Euskadi, con la apertura de los datos de dicho gobierno a la ciudadanía vasca. El segundo programa es el actual Irekia que promueve que leyes y medidas propuestas por la cámara vasca puedan ser discutidas y debatidas por los ciudadanos.
En España, según las últimas cifras del ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información), los ciudadanos tienen una buena disposición ante la iniciativa del Gobierno Abierto. Tanto es así que el 42,2% de los españoles ya realizan trámites de forma electrónica con las Administraciones Públicas, y además el 65,2% consultan las páginas webs de los organismos para informarse acerca de las actividades o actuaciones de la Administración. A pesar de las buenas intenciones del Gobierno español para ser transparente y ser “Open Government” existen diferentes iniciativas como Parlamento 2.0, Que hacen los diputados.com, El BOE nuestro de cada día, o tu derecho a saber, que parten de los propios ciudadanos y que informan diariamente a los ciudadanos de las actividades de los principales organismos políticos españoles.
Open Government, ¿gobierno democrático?
Hasta ahora hemos hablado de política, participación, ciudadanos, redes sociales y empoderamiento. También se ha hecho mención a las redes sociales como nueva forma de participación ciudadana en la política. Sin embargo, queda pendiente una cuestión ¿es esta una participación democrática? Entonces, si es este el caso… ¿podemos decir que las redes sociales son en sí una herramienta de micro-poder? Parece ser, por las cifras que se manejan, que los ciudadanos estamos hiper-conectados, y creemos en las redes sociales como elementos de una nueva participación. Pero ¿y la clase política? ¿está preparada? En lo que respecta a la actividad de los políticos españoles en la red, ésta va en aumento, aunque los partidos políticos no ven las redes sociales como herramientas de difusión y comunicación con los ciudadanos. Es entonces cuando se da lugar a la disonancia y al distanciamiento entre la ilusión por una política 2.0 y la política actual, tal y como ofrecen los siguientes datos desprendidos de un estudio sobre la actividad de los partidos políticos en Twitter.
Como conclusión podemos decir que la política 2.0 empieza a despuntar en Europa, siendo una iniciativa muy bien valorada por los ciudadanos. Sin embargo, y sin que sirva de precedente, en España es, todavía, una asignatura pendiente en la cual les queda un largo camino para mejorar.
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