El año 2012 fue testigo de importantes elecciones y de cambio de líderes, que no siempre se produjeron de forma democrática, pero que, en todos los casos, tendrán consecuencias en el presente 2013. A pesar de que Estados Unidos no votó por el cambio, su presidente, Barack Obama, tendrá ante él un nuevo escenario geopolítico y nuevos líderes con los que tratar. Los japoneses y los surcoreanos votaron por el cambio que, junto con los nuevos dirigentes chinos, reinventarán la geopolítica asiática. Tras el renombramiento de Vladimir Putin como presidente de Rusia y las elecciones en Georgia y Ucrania, Europa del Este seguirá siendo un “juego de influencias”, donde Moscú intentará incrementar su influencia en las antiguas repúblicas soviéticas. Egipto trata de encontrar el camino adecuado para su transición hacia la democracia. Iberoamérica verá nuevos presidentes (México) o dirigentes que tratan de mantenerse en el poder durante varios mandatos (Venezuela); y en Europa, el nuevo presidente de Francia prestará especial atención a las elecciones en Alemania e Italia en 2013.
Elecciones en la Casa Blanca
Podría parecer que sin cambios en la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2012, nada puede cambiar en la política exterior de Estados Unidos. Sin embargo, los cambios que se han producido en las cúpulas de poder de países destacados obligarán a Washington a adoptar nuevas posturas con las que tratar con los nuevos líderes de la escena internacional.
Elecciones en el Partido Comunista chino
El Partido Comunista chino eligió a sus nuevos líderes, que mantendrán el poder en este “gigante asiático” durante esta década. China renovará el 70 % de los altos cargos del gobierno. Xi Jinping será el nuevo presidente y Li Keqiang el primer ministro, considerados más nacionalistas que sus antecesores. La elección en diciembre de 2012 del nuevo primer ministro japonés, Shinzo Abe, no calmará la rivalidad histórica entre China y Japón debido a las disputas por la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu. El nuevo primer ministro japonés prometió respuestas más contundentes a hipotéticas acciones chinas, además de la reforma de la constitución japonesa, que cambiaría el status del ejército, lo que permitiría a Japón adquirir más autonomía en materia militar. En tal caso, Pekín interpretaría tal acción como una amenaza para su seguridad.
Elecciones en Corea del Sur
En Corea del Sur, la conservadora Park Geun-hye ganó las elecciones de diciembre de 2012. Park Geun-hye es hija del dirigente militar Park Chung-hee, que lideró el país durante dieciocho años tras un golpe de Estado y sobre cuyo legado está dividida la población surcoreana. Para algunos, Park Chung-hee fue un dictador que violaba los derechos humanos, mientras que para otros era un líder que transformó el país en una potencia industrial después de la guerra de Corea. A pesar de que las dos Coreas han manifestado sus intenciones de mejorar las relaciones bilaterales, no se puede descartar un deterioro de los lazos transfronterizos. Si la Corea del Norte del dictador Kim Jong-un no cesa las provocaciones a su vecino del sur, las tensiones continuarán creciendo. La cuestión de la soberanía de las islas Dokdo/Takeshima divide a Corea del Sur y a Japón, asunto que podría tener consecuencias en las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.
Por tanto, los países de Asia oriental adoptaran posturas más nacionalistas y no será difícil que puedan surgir problemas diplomáticos, mientras Estados Unidos y Rusia tratarán de mediar para evitar conflictos más serios, en particular Washington en el caso de Corea del Sur y Japón, dos aliados de Estados Unidos. Washington seguirá adoptando una actitud dura frente a Corea del Norte y mostrará su oposición a China con respecto a ciertas cuestiones en las que no están de acuerdo, pero siempre manteniendo una relación fundamental con Pekín, a quien le une una interdependencia financiera. Por el contrario, Rusia adoptará una oposición más suave frente a Pyongyang y se alineará con China, como hemos venido viendo, en la toma de decisiones para la aprobación de resoluciones internacionales frente a terceros Estados.
Las elecciones en Irán
Las elecciones parlamentarias iraníes de marzo y mayo de 2012 mostraron un fuerte apoyo al actual líder supremo conservador, el Ayatolá Ali Jamenei, en detrimento del presidente de la República, el también conservador Mahmud Ahmadinejad, el cual terminará su mandato en 2013, cuando tendrán lugar las presidenciales para elegir a su sucesor en el cargo. Desde las elecciones de junio de 2009, el gobierno ha reprimido las manifestaciones de los iraníes que protestaban contra las elecciones consideradas fraudulentas, lo que se ha conocido como “Revolución Verde”, y en las que Ahmadinejad fue reelegido como presidente de la República Islámica. Desde entonces, no han cesado las protestas contra el gobierno y, como respuesta, la represión; y los líderes opositores Mir Hossein Mousavi y Mehdi Karroubi fueron condenados a arresto domiciliario. El nuevo presidente que sea elegido en junio de 2013 tendrá que lidiar no sólo con la difícil situación económica del país, sino también con la cuestión nuclear. La situación se calmaría si el próximo presidente mostrara una actitud más próxima a la cooperación con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y con el “Grupo 5+1” (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidos además de Alemania) de forma que se garantice un uso pacífico de la energía nuclear.
Elecciones en Egipto
En las elecciones en Egipto de mayo y junio de 2012, el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohammed Morsi, fue el vencedor frente a Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Hosni Mubarak. Las elecciones en Túnez en 2011 sentaron un precedente para Egipto, donde el partido islamista An-Nahda, con su candidato Rachid Ghannouchi, fue el elegido para liderar la transición a la democracia, un país que ha sido pionero en los acontecimientos a los que se ha denominado “Primavera Árabe”. Tras regímenes dictatoriales no islamistas en países del Norte de África y de Oriente Medio en los que están sufriendo una pésima situación económica, no es difícil para los movimientos islamistas, como los Hermanos Musulmanes, convencer a la población, mediante lemas como “el Islam es la solución”, manifestando que votar a los partidos islamistas representa el cambio real para dejar a los antiguos regímenes en el pasado y hacer frente a los problemas de los ciudadanos. El nuevo presidente egipcio firmó la nueva constitución tras un referéndum que tuvo lugar en diciembre de 2012, con irregularidades generalizadas según los detractores.
La nueva constitución egipcia, pactada con sus aliados salafistas, es considerada por sus críticos como antidemocrática y demasiado islamista. En Siria, es muy probable que el régimen de Bashar al-Assad llegue a su fin en 2013, y podría seguir un camino similar a Túnez y Egipto, con un gobierno islamista tras la caída del actual régimen, puesto que los Hermanos Musulmanes están ganando poder en este país y podrían ser los sucesores de al-Assad. La diferencia de Siria con Túnez y Egipto es la influencia que podría representar Irán en Damasco para evitar que una organización suní como los Hermanos Musulmanes pueda hacerse con el poder en su principal país aliado de la región, sobre todo en un momento en el que Teherán mantiene una “guerra fría”, por un lado, con Arabia Saudí, con el fin de hacerse con la hegemonía en Oriente Medio; y por otro lado, con Israel, Estado cuya existencia como Estado no reconoce, y que celebrará elecciones parlamentarias en enero de 2013.
Elecciones en México y Venezuela
En Iberoamérica, México eligió a nuevo presidente en julio de 2012, Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, que monopolizó el poder en el pasado siglo XX. Peña Nieto prometió hacer frente a la inseguridad del país cambiando la estrategia para luchar contra la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado. En Venezuela, Hugo Chávez, un militar que fracasó en un intento de golpe de Estado en 1992, fue elegido por tercera vez consecutiva en octubre de 2012 presidente de Venezuela, a pesar de que la diferencia de votos con la oposición fue más reducida que en pasadas elecciones, en este caso con el opositor Henrique Capriles Radonski. Chávez reformó la constitución en 2009 para eliminar el límite de dos mandatos al presidente del país para poder permanecer en el poder. Ahora, debe hacer frente al país más dividido desde hace años entre partidarios y oponentes a Chávez. Sólo los problemas de salud que sufre Chávez podrían dejarle fuera del poder.
En el caso en el que Chávez no continúe en el cargo, el próximo presidente no tendrá una fácil tarea para mantener el apoyo de todos partidarios del partido, un apoyo, en muchos casos, personalizado en la figura de Hugo Chávez. Las estrechas relaciones entre Venezuela e Irán están personalizadas en las figuras de sus presidentes y no en relaciones históricas, las cuales se podrían deteriorar muy rápido en caso de un cambio en la presidencia. Lo que une a los dos Estados es la oposición a los países occidentales, particularmente a Estados Unidos, con el consiguiente apoyo que recibe, a su vez, de Estados que también se alejan de Occidente y de organizaciones que actúan en su contra.
Elecciones parlamentarias en Georgia y Ucrania
En octubre de 2012, dos Estados de interés geoestratégico para Estados Unidos, Europa y Rusia celebraron elecciones parlamentarias: Georgia y Ucrania. En el país caucásico, la victoria del partido opositor, Sueño Georgiano, y de su líder, Bidzina Ivanishvili, frente al Movimiento Nacional Unido, el partido del actual presidente, Mijail Saakashvili, sentó un precedente de cambio de cara a las futuras elecciones presidenciales que tendrán lugar en octubre de 2013. Georgia, tras un cambio político histórico producido de forma pacífica en las parlamentarias, tendrá que hacer frente a la difícil situación política interna, con el partido del primer ministro Ivanishvili, una coalición de seis partidos de orientaciones ideológicas diferentes, controlando el gobierno y el parlamento, por una parte; y por otra, el partido del presidente Saakashvili que controla la presidencia y una importante facción en el parlamento. Ivanishvili, el hombre más rico de Georgia, un multimillonario gracias a los negocios con Rusia, a pesar de que ha sido acusado por el partido de Saakashvili, pro-occidental y pro-europeo, de contar con fuertes lazos con Rusia y de tener la intención de crear un partenariado con Moscú, el nuevo gobierno no debería olvidar la importancia de Europa para el futuro del país, en materia política y económica. A pesar de todo, no es probable que se vean perjudicadas las relaciones de Tbilisi con Bruselas o Washington.
El presidente de Ucrania, el pro-ruso Viktor Yanukovych, en el cargo desde 2010, del Partido de las Regiones, ha sido ampliamente criticado y acusado de convertir Ucrania en un Estado autoritario debido a las persecuciones y al encarcelamiento de opositores políticos, como Yulia Tymoshenko, y como consecuencia de las reformas adoptadas con el fin de otorgar más poder a la presidencia en detrimento del parlamento. El partido de Yanukovych ganó las elecciones parlamentarias en octubre de 2012 frente a la coalición de Tymoshenko Unión Panucraniana “Patria”.
La OSCE (Organization for Security and Co-operation in Europe) consideró que, con estas elecciones, el progreso que estaba realizando el país hacia la democracia se ha revertido por el abuso de poder y por el papel que ha tenido el dinero en las elecciones. La Unión Europea y Estados Unidos también expresaron su preocupación por las irregularidades en el proceso electoral y la falta de transparencia. El presidente Yanukovych piensa que con un acercamiento de Ucrania a Rusia obtendrá gas ruso a mejor precio. Sin embargo, las intenciones del Kremlin consisten en incluir a Ucrania en la unión aduanera junto con Rusia, Bielorrusia y Kazajstán. De esta manera, Moscú intentará convencer a Kiev de que una Ucrania dentro de esa unión aduanera comprará gas ruso más barato.
Putin intentará acercarse al nuevo gobierno georgiano y a Ucrania mediante los negocios, e intentará convencer a ambos gobiernos a que establezcan nuevos lazos con Rusia por los beneficios económicos que obtendrán a corto plazo. No obstante, la economía rusa no se apoya en pilares estables, cuya base son las exportaciones de recursos naturales a Europa y, por tanto, no puede garantizar bases sólidas para las economías georgiana y ucraniana a largo plazo. Georgia no debería olvidar la violación de la soberanía territorial por parte de tropas rusas en 2008 y Ucrania debería recordar las disputas por el gas con Moscú, como los cortes de gas llevados a cabo desde Rusia en las exportaciones a Ucrania en 2009. En un amplio mercado sin fronteras, como es el europeo, la Unión Europea es capaz de conceder a los países de Europa oriental las oportunidades que necesitan para sus economías, incluyendo a Bielorrusia cuando la última dictadura de Europa llegue a su fin.
Elecciones en Armenia
Continuando en el sur del Cáucaso, Armenia celebrará en febrero de 2013 elecciones presidenciales. Las parlamentarias tuvieron lugar en mayo de 2012, en las que el Partido Republicano del presidente Serzh Sargsyan ganó las elecciones frente a Armenia Próspera, el partido de Gagik Tsarukyan. Aunque el partido del presidente abrazó los valores europeos, Armenia es un estrecho aliado de Rusia. Teniendo en cuenta los resultados presidenciales, es bastante probable que el presidente Sargsyan sea elegido en 2013 para un segundo mandato. Armenia tendrá que seguir haciendo frente a las disputas que mantiene con sus vecinos: Turquía, un enemigo histórico, con el que está intentando restablecer relaciones diplomáticas y reabrir la frontera, por una parte; y Azerbaiyán, con el que se disputa el territorio de Nagorno-Karabaj, por otra. Una mejora de las relaciones turco-armenias podría dañar la alianza entre Ankara y Bakú. Por eso, Azerbaiyán, un país con abundantes recursos energéticos, está presionando a Ankara para que no cambie la postura turca hacia Armenia. Azerbaiyán también celebrará presidenciales en 2013 en las que el presidente Ilham Aliyev aspira a un tercer mandato, que lleva en el poder desde 2003 cuando sustituyó a su padre tras su dimisión, el presidente Heydar Aliyev, que, a su vez, sostuvo el cargo desde 1993, mostrando el culto a la personalidad que caracteriza la actual política interna en el país.
Elecciones en Francia, Italia y Alemania
En Europa, cabe destacar el cambio político en la presidencia de Francia. Nicolas Sarkozy, de la Unión por un Movimiento Popular, no repitió mandato en las presidenciales de abril y mayo de 2012, siendo elegido presidente el socialista François Hollande, quien prestará especial atención a las parlamentarias que se celebrarán en febrero de 2013 en Italia y en septiembre en Alemania, en las que se decidirá si el primer ministro italiano, Mario Monti, será el responsable de continuar con las reformas económicas del país; y si la canciller alemana, Angela Merkel, será reelegida a pesar de que, según algunos sondeos, el Partido Liberal de Guido Westerwelle, en coalición actualmente con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, no alcanzará los votos necesarios para revalidar la mayoría absoluta con la CDU. En ese caso, Merkel tendría que gobernar en minoría, a no ser que Peer Steinbrück, el candidato del Partido Socialdemócrata, pueda formar una coalición con Los Verdes.
En tiempos de permanentes reformas económicas para superar la crisis, es importante que haya gobiernos estables en todos los Estados europeos, de forma que sea más fácil adoptar agendas con menos problemas políticos internos en los respectivos estados para llegar a los foros europeos con una postura nacional sólida y respaldada por una gran mayoría. Es fundamental que los Estados fuera de la Eurozona recuperen lo antes posible la confianza en el euro. La estabilidad que el euro y la unión monetaria confieren a un Estado no es la misma en el caso de contar con una divisa nacional, pero una unión fiscal, bancaria y económica es la base para completar lo que se comenzó con la creación de la moneda única. Además, dado que la mayor parte de los socios europeos fuera de la Eurozona desean adherirse a ésta, es evidente que la unión monetaria ha sido un importante éxito político. Por eso, debemos hacerlo más fuerte y, así, a los socios europeos que aún no pertenecen a la zona euro les quedará claro el interés económico y político que les supone unirse a la Eurozona; y de cara a los países todavía fuera de la UE, que forman parte del Partenariado Oriental, éstos se darán cuenta de que su futuro está en Europa.
Una crisis financiera y económica puede conllevar fácilmente posiciones más nacionalistas. Los problemas económicos son también cuestiones políticas, y el nacionalismo aumenta como un comportamiento de autodefensa. Los países asiáticos fortalecerán sus posiciones nacionales reclamando posesiones territoriales con ricos recursos energéticos. Rusia nunca ha llegado a olvidar el poder con el que contaba Moscú en la era de la Unión Soviética e intentará, con más énfasis, ganar influencia en antiguas repúblicas soviéticas, como Ucrania, las repúblicas caucásicas y Asia Central. Además, algunos Estados europeos son reticentes a transferir más soberanía a instituciones supranacionales para superar la crisis y llegar a una unión política. Por tanto, el aumento del nacionalismo caracterizará al mundo de 2013, que sólo desaparecerá parcialmente con el fin de la crisis económica y financiera internacional.
Artículo original publicado en Statu Quo Diplomático
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