19/03/2024 MÉXICO

El FONDEF: ¿Mitiga el embargo de armas británico hacia Argentina?

WIKIMEDIA COMMONS ARG UK

Escrito por Florencia Mendieta. 

El presente artículo pertenece a una investigación en desarrollo de su autora. 

 

Actualmente, Argentina permanece embargada en sus exportaciones de material bélico por el Reino Unido, desde el inicio del Conflicto en Malvinas (1982). Por cuatro décadas, tal acción contribuyó a limitar significativamente al Estado argentino en la compra de armamento, sin evitar la intrusión de Gran Bretaña en las cuestiones argentinas de defensa. Años más tarde, el Ministerio de Defensa argentino creó el FONDEF con el fin de financiar el proceso de reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Este artículo pretende analizar la creación del FONDEF y si logra mitigar el embargo de armas británico implementado hacia Argentina. 

¿De qué se trata el FONDEF?

En octubre del año 2020, mediante la aprobación unánime del proyecto presentado por el anterior Ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, se obtuvo la promulgación de la ley 27.565, dando lugar a la creación del FONDEF (Fondo Nacional de la Defensa).  De modo que por primera vez, el Estado argentino cuenta con un fondo de financiamiento para la recuperación, modernización e incorporación de material para el reequipamiento de sus Fuerzas Armadas. Además, este proyecto tiene como finalidad darle un impulso a la industria argentina en materia de defensa. Cabe resaltar que el Fondo Nacional de la Defensa recupera lo que en 1998 se conoció como la Ley de Reestructuración para la Defensa.

Dentro del artículo 4 de la ley 27.565, se determina su composición: “Con el 0.35%  del total de los Ingresos Corrientes previstos en el Presupuesto Anual Consolidado por el Sector Público Nacional para el año 2020, el 0,5% para el año 2021, 0,65% para el año 2022, hasta alcanzar el 0,8% para el año 2023, manteniéndose este último porcentaje para los sucesivos ejercicios presupuestarios”, agregando que “este aporte es independiente a los recursos que sean asignados al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas en el presupuesto nacional”. No obstante, ¿cómo se establecen las prioridades en este sector?. De acuerdo al PLANCAMIL (Plan de Capacidades Militares) del 2011, se analiza los proyectos que precisan requerimientos operativos. Por tanto, en base a ese requerimiento se establece cuál es la mejor opción: si fabricarlo acá, si modernizarlo o si hay necesidad de comprar afuera. Conviene señalar que en el 2021, se ejecutó en su totalidad el presupuesto asignado, el cual por ley fue del 0,5%.

Mientras tanto, seguimos embargados

En abril de 1982, el Reino Unido junto con el apoyo de la Comunidad Económica Europea decidieron intervenir las compras de armamento de Argentina con el fin de influir en el resultado del Conflicto del Atlántico Sur. Estratégicamente, el embargo comenzó por implementarse a través de los principales proveedores de armas a Argentina, que en ese momento eran Francia y Alemania. Pero, ¿por qué el Reino Unido decidió implementar esta política restrictiva hacia Argentina?. Previo al conflicto, Francia le vendió a la Junta Militar argentina cinco misiles Exocet. En el transcurso del conflicto, estos misiles impactaron en las naves HMS Sheffield y Atlantic Conveyor, ocasionando una pérdida de 32 vidas británicas. Evidentemente, la acción militar argentina logró desestabilizar a Gran Bretaña, debido a los daños ocasionados a la Royal Navy. En otras palabras, “Frente a los misiles lanzados desde el aire que rozan la superficie, ¿qué barco puede estar a salvo? El trágico hundimiento del “Sheffield” fue un punto de inflexión en la historia naval porque, después del “Sheffield”, ¿pueden el “Canberra” y otros barcos merodear por el Atlántico Sur?”,  tal como se expresó en un debate parlamentario del Reino Unido en mayo de 1982. Es por este motivo que se comprende porque la Fuerza Aérea argentina es la más afectada, junto a la Armada argentina.


Hundimiento del destructor inglés HMS Sheffield (1982) -Imagen Wikimedia Commons-

 

Si bien, en los meses posteriores diversos países europeos levantaron la sanción económica hacia Argentina, el Reino Unido se mantiene en la misma posición desde 1982.  Conviene remarcar que durante ciertos gobiernos argentinos, esta limitación se ha intensificado mientras que en los gobiernos que proyectan una política exterior argentina compatible a los intereses británicos en el Atlántico Sur, ha menguado. No obstante, el embargo nunca ha cesado completamente, sino que se ha ido modificando de acuerdo a las consideraciones británicas. Es así que desde el Ministerio de Defensa del Reino Unido se expresa lo siguiente: “Nuestra posición general es que continuaremos rechazando licencias para la exportación (licencias indivuales de exportación estándar) y el comercio de bienes que se considere que mejoran la capacidad militar argentina. Sin embargo, cuando el equipo similar ya no esté disponible, podemos otorgar licencias, cuando juzguemos que no son perjudiciales para los intereses de seguridad y defensa del Reino Unido”. Por tanto, Argentina continúa en el listado de los países afectados en su capacidad de adquisición de tecnologías desarrolladas por el Reino Unido o de alguna empresa británica.

Una debilidad estratégica

Ciertamente, Argentina sufre una gran dependencia tecnológica hacia Occidente transformándose en una fuerte debilidad estratégica. El subsecretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero, afirmó el pasado 18 de Noviembre, en el marco de la XX Reunión del Grupo de Trabajo Bilateral en Defensa Argentina-Estados Unidos, que: “la recuperación de capacidades del instrumento militar a través del FONDEF (ley del Fondo Nacional para la Defensa) no es una política armamentista orientada a la cuestión Malvinas”. Asimismo, conociendo la histórica alianza entre Reino Unido y Estados Unidos, señaló que Washington podría influir en: “la remoción de la astilla británica vigente a 40 años del fin de la guerra del Atlántico sur”. Cabe recordar que Estados Unidos realizó una oferta a Argentina de cazas F-18 Hornet y F-16 para reemplazar el Mirage de la Fuerza Aérea Argentina. Sin embargo, la propuesta quedó relegada frente a los duros condicionamientos británicos. Suponiendo que Argentina se vea envuelta nuevamente en un conflicto armado con el Reino Unido, no sería lógico que los sistemas de armas que adquiere Argentina dependieran de Estados Unidos, debido a que este es un socio histórico del Reino Unido. La historia nos lo demuestra y significaría “volver a pisar el palito”.

Fotografía del Mirage de la Fuerza Aerea Argentina. -Imagen Creative Commons-


Según la actual DPDN de 2021 (Directiva Política de Defensa Nacional) en la cual se expone la visión de defensa que posee el Estado argentino, se afirma que: “la presencia ilegal e ilegítima del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte usurpa parte de nuestro territorio desde 1833, debe ser tenido presente para el desarrollo de capacidades y el despliegue del instrumento militar siempre en el marco de lo establecido en la Constitución y en la postura y actitud estratégica defensiva”. Es así que la política de defensa y la política exterior argentina no pueden considerarse por separado. Sería erróneo creer que es conveniente que Argentina deba continuar dependiendo de la tecnología militar de Occidente, sabiendo que el Reino Unido es una de las potencias más importantes dentro de la industria militar en el mundo y considera a Argentina como una gran amenaza al desarrollo de sus intereses estratégicos en el Atlántico Sur.

Propuestas en la mira argentina

Bartolomé (2021) afirma que: “(…) en el horizonte aparecen con fuerza Rusia y China en lo que hace a la Fuerza Aérea, el primero de ellos con mucha mejor reputación que el segundo en lo que hace a la calidad de sus productos. O si vamos a seguir con los mismos proveedores de Occidente, pero buscando equipamientos alternativos para suplir los vetos británicos. Ahí puede surgir Israel. Pero esto es un tema que excede al campo militar e incursiona en el campo de lo político”. En el trascurso de estos días, Argentina se encuentra evaluando una propuesta danesa. El pasado 19 de Noviembre, parte del equipo de la Fuerza Aérea viajó a Dinamarca para contemplar “la posibilidad de adquirir aviones cazabombarderos F-16 A/B MLU”. La venta a Argentina está sujeta a revisiones junto a autoridades danesas y estadounidenses.  Asimismo, el país sudamericano está considerando el avión JF-17 Thunder, de fabricación china, y el Tejas, de Hindustan Aeronautic Limited (HAL), de India. Ante esta situación, el Ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirma que: “Es una decisión que tiene que tener en cuenta no sólo los aspectos técnicos y la calidad de los sistemas de armas del avión, sino también cuestiones relacionadas con la financiación, los plazos de entrega son decisiones políticas que debe tomar el más alto nivel: el Presidente de la República”.

Fotografía del JF-17 Thunder, de fabricación china. No necesita respuestos de origen británico. -Imagen Flickr-

Por su parte, en lo que concierne a la Armada argentina, se espera recuperar las capacidades de las aeronaves Super Etendard del Comando de Aviación Naval. La Armada argentina está en tratativas con la empresa estadounidense Tasks Aerospace, buscando un proveedor “alternativo” a la empresa británica, Martin Baker. No obstante, las negociaciones no han llegado a un acuerdo.

Super Etendard del Comando de Aviación Naval argentino -Imagen Wikimedia Commons-


¿En qué situación se encuentra el Estado Argentino?

Definitivamente, la defensa nacional argentina es un sector que necesita de inversiones, y que se ha estado descuidando por décadas, ya sea por falta de interés, por falta de presupuesto o por cuestiones ideológicas. La implementación del FONDEF permite recuperar capacidades, pero la gran problemática de Argentina radica en lograr mantenerlas operativas. Por tanto, este presupuesto especial para la defensa no puede permanecer desvinculado de las inversiones como de una planificación a mediano y largo plazo, ya que por cada cien pesos de FONDEF que se asignen para adquirir, modernizar o recuperar material, se deberían asignar tres pesos más en el presupuesto para mantener ese material. Ciertamente, se debe considerar tanto los pro como los contra.

No obstante, ¿el FONDEF mitiga el embargo británico?. La respuesta es que no, debido a que la política restrictiva hacia las exportaciones de material belico del Reino Unido impacta sobre la compra de sistemas de armas que no se pueden fabricar o modernizar en Argentina, mientras que el FONDEF se destina para el reequipamiento de las fuerzas armadas. En otras palabras, el embargo influye sobre las capacidades del aprovisionamiento militar argentino.

En consecuencia, Argentina se encuentra en una situación complicada: el Estado que le usurpa parte de su territorio nacional, es una de las principales potencias en la industria militar, por lo que es difícil aislarse de ella en el mercado internacional de armas. Sin lugar a dudas, esta problemática es de índole estratégico y geopolítico, ambos Estados poseen intereses territoriales en común. Restaría saber sí Argentina tendrá la capacidad de contemplar otras propuestas o permanecerá atada de manos…

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Florencia Mendieta

Estudiante avanzada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, dentro de la mención en "Defensa nacional y Seguridad internacional", dictada en la Universidad Nacional de Lanús, Argentina. Asimismo, cursa la Diplomatura en Comunicación y Defensa Nacional, en la Universidad Nacional de la Defensa, Argentina. Se desempeña como investigadora en el área de Relaciones Internacionales en la Fundación Politeia Argentina. Floormendieta628@gmail.com.


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