Eventos como la Copa Mundial de la FIFA o los Juegos Olímpicos, representan para el país anfitrión un escaparate mundial, la oportunidad de recibir grandes beneficios socioeconómicos y de cierto aumento de peso político, que al mismo tiempo promuevan el desarrollo local.
A pocos días de la Copa Mundial de la FIFA 2014 y preparándose también para los próximos Juegos Olímpicos 2016, Río de Janeiro ha llevado a cabo proyectos para reconstruirse y acercarse al modelo de inversiones olímpicas de Barcelona, lo que impulsó a que esta se convirtiera a un modelo de Ciudad Inteligente. Dichos proyectos incluyen políticas de infraestructura urbana, transporte, y más, que incluyen tanto actores estatales como no estatales.
Acondicionamiento
Más allá de las necesidades locales, Río de Janeiro se prepara para las necesidades de los visitantes que los eventos deportivos reunirán, así como los desafíos resultantes de un aumento de la concentración de gente en zonas específicas de la ciudad. Por esta razón, el proyecto incluye una regeneración urbanística, como la revitalización de Puerto Maravilla, la zona portuaria que hasta entonces estaba abandonada, y que albergará la Ciudad Olímpica con sus nuevos museos, complejos habitacionales, centros culturales, artísticos y gastronómicos
Movilidad y geografía, algunos de los principales desafíos
La ciudad de Río de Janeiro se caracteriza por un caótico tráfico urbano y de la periferia. A fin de solucionar este problema, se ha creado un sistema de autobuses rápidos, al mismo tiempo que, de cara al aumento de demanda del servicio de transporte durante los próximos eventos, se tuvieron en cuenta acciones a tomar en distintos escenarios. Además, Schneider Electric implantará en Río de Janeiro la plataforma integral de gestión de la movilidad en la zona portuaria.
Por otro lado, ubicado entre montañas y el océano Atlántico, Río de Janeiro puede presentar condiciones climáticas que afecten de manera severa a la población, como deslizamientos de tierra en algunas favelas, inundaciones repentinas, entre otras cosas. Por esta razón, la ciudad se vio en la necesidad de encontrar la forma de controlar la situación y supervisar la respuesta a través de distintos proyectos.
Proyectos público-privados
El departamento Ciudades inteligentes de IBM inauguró a final de 2010, el Centro de Operaciones de la Ciudad, un proyecto que según Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, costó a la ciudad cerca de 14 millones de dólares. El Centro consiste en una zona de monitoreo donde son atendidos los dos problemas anteriormente mencionados: movilidad y geografía.
El Centro cuenta con una pared de 80 metros donde videos provenientes de 900 cámaras son proyectados, una pantalla con un panorama de Google Earth de la ciudad y un mapa satelital con información climática. Este último forma parte del sistema de previsión de inundaciones diseñado por IBM especialmente para la ciudad, y que está directamente conectado con sirenas en las favelas que alertan cuando se esperan inundaciones.
Además, la plataforma de operaciones virtual integra información recibida por medio del teléfono, la radio, el correo electrónico y los mensajes de texto. La base de datos puede ser completada por los empleados municipales (por ejemplo, con información sobre el escenario de un accidente), ser consultada (ej., ver cuántas ambulancias se han enviado al lugar), o bien ser usadas para análisis de información histórica (ej., ver las zonas donde se producen mayores accidentes de tráfico).
Sumado a esto, trabajó en conjunto con Waze, una aplicación que reúne información de tráfico a tiempo real, y fue usada por primera vez en Río de Janeiro durante la visita del Papa Francisco, alertando a la población qué calles estaban cerradas al tráfico.
Asimismo, el Centro también integra información de tal manera que detecta situaciones urbanas a través del flujo de mensajes de texto. Por ejemplo, durante el Carnaval de 2013, la plataforma detectó en tweets y mensajes de texto un aumento de palabras como “feo”, “desagradable” y “vergonzoso”. Al orientar las cámaras a las locaciones de donde se enviaban tales mensajes, se detectaron pilas de basura, pudiendo así alertar a los recolectores.
Proyectos con participación ciudadana
Una de las características de las ciudades inteligentes es la relación interactiva y móvil entre usuarios, así como el desarrollo y promoción de nuevas formas de cooperación. Bajo esta idea, el proyecto impulsado en coordinación por Unicef y la organización local CEDAPS (Centro de Promocao da Saude), implica el mapeo digital por parte de adolecentes de cinco favelas, a fin de resaltar algunos de los desafíos para quienes viven allí. Con este objetivo, suben a una web fotos de situaciones urbanas, como pilas de basura o malas condiciones del área.
Por otro lado, otro proyecto de gran interés es Meu Rio: una plataforma digital que permite a los ciudadanos interactuar para encarar líneas de acción en temas que consideran de importancia. Por ejemplo, a partir de la intención del gobierno por demoler una escuela cercana al estadio de fútbol Maracaná, como parte del plan de cara al Mundial y Juegos Olímpicos, la plataforma permitió que los ciudadanos llevarán una campaña contra aquella acción. El grupo entonces monitoreó la escuela a través de cámaras alertando vía mensajes de texto si un grupo de demolición trabajaba en el lugar. Después de esto, la campaña recibió cobertura mediática, y hasta el día de hoy, la escuela sigue en pie.
La organización asimismo presenta diversos componentes, como las peticiones online, que una vez firmadas son enviadas directamente a los responsables de los partidos políticos, la creación de video clips e infografías que explican las políticas públicas, y el Blog de Olho, que lleva cada día a una persona a cubrir qué es lo que ocurre en la alcaldía.
Río presente
El impacto de este tipo de eventos deportivos en las sedes organizadoras, sus costes y beneficios, es un tema de controversia y debate continuo. Más allá de las respuestas para hacer de Río de Janeiro una ciudad inteligente, las críticas se hacen presentes. Desde dudas respecto a la efectividad en atraer inversores extranjeros o resolver los problemas de infraestructura y esenciales de la población residente, hasta rechazos a los grandes gastos que requieren tales eventos.
No obstante, la ciudad de Río de Janeiro, que en 2012 fue sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, fue también seleccionada como la mejor ciudad inteligente en la Smart City Expo World Congress 2013, una etiqueta que si los dirigentes de la ciudad bien saben aprovechar, impulsará nuevas inversiones y nuevas vinculaciones orientadas a un desarrollo local dirigido a resolver las problemáticas locales que los residentes consideran de mayor importancia.
Foto de portada: O Rio de Janeiro…, fuente: Rafa Bahiense vía Flickr
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