Laia Perales Galán17/01/2018
La industria del cine americano ha vivido los últimos meses una auténtica revolución tras el descubrimiento de los casos de acoso sexual perpetrados por importantes hombres del negocio. Las actrices han tomado la palabra y, apoyadas por las campañas en las redes sociales, han conseguido que la industria y gran parte de la sociedad condene los hechos. Además, han puesto en la agenda el debate sobre el acoso y la discriminación sexista. Pero, ¿debemos darles todo el mérito a ellas, o su valiosa ayuda nos impide ver la gran labor que muchas otras personas, anónimas, han hecho para que este momento haya llegado a ser posible?