“A partir de este día cada gota de petróleo vale una gota de sangre”
Georges Clemenceau a Woodrow Wilson
Aunque los primeros descubrimientos de pozos de oro negro se remontan a finales del siglo XIX en los EUA, no fue hasta 1910, cuando Gran Bretaña decidió que los barcos de la Royal Navy dejarían de quemar carbón y pasarían a consumir petróleo, dando al panorama energético mundial un vuelco por completo. Progresivamente se empezó a considerar el petróleo como la fuente de energía primaria en detrimento del carbón, provocando un cambio generalizado en las relaciones comerciales, productivas, económicas y sobre todo políticas. A partir de ese momento, el petróleo se convirtió en el recurso energético más preciado del mundo configurándose como una de las características esenciales de las relaciones internacionales y económicas del siglo XX, la lucha por el control de las principales “áreas geoenergéticas” y por lo que se conoce como “arterias del petróleo”, puntos estratégicos por dónde el petróleo se transporta y de difícil acceso como son los estrechos de Ormuz, Malaca o los Canales de Suez y Panamá.
En pleno siglo XXI, el petróleo continúa siendo la fuente de energía primaria del mundo y del actual modelo económico-industrial, y la presión por su control continúa en aumento debido a los cambios económicos, geopolíticos y tecnológicos que estamos viviendo. Aunque este tema no ocupe las primeras portadas de la prensa internacional, sería erróneo no considerarlo como un pilar importantísimo del desarrollo del sistema internacional del siglo XX y del actual siglo XXI.
Para entender su importancia empecemos por presentar los datos objetivos provenientes del informe anual “BP Statistical Review of World Energy” que la compañía inglesa BP lleva a cabo desde hace más de 60 años y que nos servirán para tener una visión global y comprehensiva del petróleo. Aquí, nos centraremos en la producción, el consumo, las reservas y, finalmente, en la evolución del precio.
Producción
La región que más barriles de petróleo produjo en 2011 fue Oriente Medio con un 32,6% del total (casi 28 millones de barriles diarios), seguido de Europa-Eurasia con un 21% y América del Norte con un 16,8%. Por países, el mayor productor mundial fue Arabia Saudí con un 13,2% (más de 11 millones de barriles diarios), seguido de Rusia con un 12,8% y de los EUA con un 8,8%.
Consumo
A finales del año 2011 el mundo consumía unos 88 millones de barriles diarios. Por regiones la principal consumidora de petróleo fue la zona Asia-Pacífico con un 32,4% (más de 28 millones de barriles diarios), seguida por Norte América con un 25,4% y Europa-Eurasia con un 22,1%. La región menos consumidora fue África con un 3,9% del total. Por países el principal consumidor fue, evidentemente, los EUA con un 20,5% del total (más de 18 millones de barriles diarios), seguido por la China con un 11,4% y Japón con un 5%. El país de la UE que más barriles diarios consumió fue Alemania con un 2,7%; España consumió casi 1,5 millones de barriles diarios, un 1,7% del total mundial.
Reservas
El número total de reservas probadas que, en palabras de Mariano Marzo -catedrático de Estratigrafía y profesor de Recursos Energéticos y Geología del Petróleo en la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona- son aquellas sobre las que existe la certeza razonable o una probabilidad mínima del 90% de que podrán ser extraídas de forma rentable, BP calcula que suman más de 1,6 billones de barriles. La región que alberga las mayores reservas es Oriente Medio con un 48,1% del total, seguido de Sur y Centro América con un 19,7% y Norte América con un 13,2%. Por países, las mayores reservas probadas son las de Venezuela con un 17,9% del total (casi 300.000 millones de barriles), seguido de Arabia Saudí 16,1% y Canadá 10,1%.
Evolución del precio
El precio del barril de petróleo –unos 159 litros- ha aumentado de forma increíble en los últimos 10 años, estabilizándose en unos 100$. Si cogemos como referencia el precio del barril de petróleo Western Texas Intermediate –recodemos que existen diferentes tipos de petróleo dependiendo de su composición- vemos que su precio ha pasado de unos 25$ de media en 2001 a unos 95$ en 2011. El cambio, por lo tanto, es significativo tanto para los productores como para los consumidores.
Los datos anteriores nos permiten tener una visión amplia del panorama actual del sector petróleo, pero quizás son las reservas y la evolución del precio los elementos más interesantes a comentar. Respecto a las reservas cabe destacar el cambio producido al pasar a ser Venezuela el país con más reservas mundiales, sobrepasando Arabia Saudí, aunque la región de Oriente Medio continúe manteniendo las mayores en su conjunto.
El cambio en la repartición de reservas de petróleo ha provocado es que se ha configurado un eje de países productores que utilizan el petróleo como un recurso de poder político y económico –lo que algunos autores llaman petronacionalismo- sin ser afines políticamente a los EUA. Países como Ecuador, Irán, Nigeria, Rusia y la propia Venezuela han establecido un eje petrolero tanto dentro de la OPEP como en paralelo que se mueve a partir de planteamientos estratégico claros.
Por su parte, la evolución del precio del petróleo marca el desarrollo de este sector ya que, evidentemente, no es lo mismo vender un millón de barriles a 25$ que a 95$; ello ha generado un gran aumento de la renta petrolera otorgando más poder, si cabe, a los países productores. Estos cambios se reflejan claramente en el paso del control del sector de la energía por parte de lo que se conocía como las 7 hermanas del petróleo –ESSO (Standard Oil de New Jersey), Mobil (Standard de New York), Gulf Oil, Texaco, Chevron (Standard de California), y las dos compañías inglesas Royal Dutch Shell y la Anglo Iranian Oil Co. (más tarde British Petroleum o BP)- a las “nuevas 7 hermanas” de control estatal – Saudi ARAMCO, Gazprom-Rosfnet, China National Petroleum Corporation (CNPC), NIOC, PDVSA, Petronas y Petrobrás.
¿Qué determina los cambios en el sector de la energía?
Samuel Furfari –conocido analista y profesor belga especializado en geopolítica de la energía- establece cuáles son los tres elementos que determinan los cambios en el sector de la energía. Por un lado los de tipo económico, como podrían ser el auge y “sed de energía” de China, India o Brasil y el trasvase del poder y los recursos económicos del Norte al Sur. En relación con ello, el segundo factor son los cambios geopolíticos, siendo el más claro en los últimos años el cambio de un mundo focalizado en Occidente a uno en Oriente y el auge de las potencias y regiones emergentes; a su vez, este hecho ha provocado que países poseedores de recursos energético hayan sido capaces de empoderar sus estructuras internas para poder “sacar tajada” de estos valiosos e imprescindibles recursos dentro de un contexto político internacional determinado. Un ejemplo claro de lo anteriormente mencionado es el caso de Venezuela bajo el mandato de Hugo Chávez. Finalmente, Furfari apunta a los cambios tecnológicos como el tercer factor que determina la evolución del sector energético; mejoras en la perforación a alta profundidad en el mar, o la técnica de extraer gas y/o petróleo a partir de lo que se conoce como esquisto pueden suponer un vuelco en el mercado energético y el control de estos recursos.
Actualmente sería difícil determinar cuál es el factor que más incide en el sector de la energía. Es evidente, sin embargo, que la nueva técnica de extracción de gas y petróleo de esquisto podría suponer un gran cambio para, por ejemplo, los EUA. Según algunas previsiones, este país podría convertirse en 2020 en el principal exportador de energía del mundo. Sin embargo los riesgos asociados con esta técnica también tienen gran importancia y podrían limitar su explotación o no hacerla viable económicamente. De momento las cuestiones geopolíticas continúan, bajo mi punto de vista, teniendo una importancia central en el sector de la energía que posiblemente no varíen demasiado en la próxima década.
Lo evidente es que la relación entre cómo se desarrollan los acontecimientos en el sistema internacional y la que se establece entre oferta/demanda de “oro negro” sigue siendo y será uno de los principales elementos a analizar para poder entender las relaciones de poder y saber hacia dónde se dirige el mundo en el que vivimos. A pesar de su gran importancia política, el petróleo seguirá siendo para muchos simplemente aquel producto que acaba “alimentando” sus coches y continuará siendo un tema en la “sombra”.
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