El primero en salir de la crisis
La economía brasileña fue la primera en superar la mayor crisis económica internacional tras la Gran Depresión de 1929. El país se encuentra en su período de mayor crecimiento económico desde 1970 y, según Fitch Ratings, Brasil está en el selecto grupo de países que crecerán en 2011, con una previsión de crecimiento del 4,5%. Todo esto ha permitido que la imagen del Ministro de Economía, Guido Mantega, hay ganado prestigio y reconocimiento tanto en el ámbito doméstico como a nivel internacional.
¿Quién es Guido Mantega?
Italiano de nacimiento, radicado en Brasil desde niño, Mantega empezó a trabajar para el Partido de los Trabajadores (PT) en 1989, y entre 1993 e 2002 fue el principal asesor económico de Lula. Con la llegada de Lula al poder, en 2002, Mantega fue nombrado Ministro del Planeamiento, posteriormente asumió la presidencia del Banco Nacional do Desenvolvimento (BNDES) y en 2006, con la dimisión de Antônio Palocci, debido a escándalos de corrupción, Mantega es nombrado Ministro de Economía.
Mantega logró que la etapa de gobierno de Lula terminara con buenos números, distinguiéndose así de sus antecesores en su cargo. Si Pedro Malan consolidó la estabilidad de los precios en los 8 años de Fernando Henrique Cardoso y Palocci fue el fijador del compromiso del PT con la responsabilidad fiscal, la estabilidad de los precios y la política cambiaria en el inicio del gobierno Lula, Mantega fue quién tuvo la satisfacción de alcanzar y consolidar los resultados de esta política.
La fórmula para salir de la crisis
Anteriormente ya analizamos en United Explanations las causas del crecimiento económico de Brasil. Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) – Estudio sobre el Crecimiento con Equidad – Brasil: Una Estrategia Innovadora Impulsada por la Renta (Marzo 2011) las políticas económicas adoptadas por Brasil combinadas con las políticas sociales fueron la clave para que Brasil saliera de la crisis.
Mantega adoptó dos políticas macroeconómicas clave para salir de la crisis:
1) la disminución del impuesto sobre la producción industrial para los automóviles y el estímulo de la demanda interna en sectores con alto coeficiente de empleo, como la construcción y la industria automotriz;
2) la inyección de más 100 mil millones de reales en BNDES buscando el restablecimiento del crédito para las empresas brasileñas en un momento en el que las cajas privadas estaban reduciendo las ofertas.
Otras medidas que tuvieron impacto positivo en la lucha contra la crisis fueron la expansión del Programa de Aceleramiento del Crecimiento (PAC) y la creación del programa Mi Casa, Mi Vida, que tienen como objetivo la construcción de 1 millón de casas para familias de bajos ingresos entre 2009-2010. Estas medidas permitieron la creación de empleos en diversos sectores.
Estas acciones tuvieron como resultado un notable incremento del empleo a partir de febrero de 2009. El crecimiento del producto Interno Bruto (PIB) en 2010 fue de 7,5%, incluso superando los niveles de crecimiento anteriores a la crisis.
Fue precisamente en este momento, durante la gestión de la crisis, en el que el poco conocido Ministro Mantega consolidó su credibilidad que posee a día de hoy en el ámbito interno y entre sus homónimos en el exterior.
Cambia el Presidente, pero sigue el Ministro
Después de superar la crisis, comandar la economía brasileña en su momento de mayor crecimiento desde 1970 y fortalecer la imagen de Brasil en el exterior Mantega se consagró en la sucesión del gobierno Lula como el nombre fuerte en el ámbito económico.
Sigue el mismo Ministro, pero cambia la política. En el gobierno de Lula, Mantega ganó la fama de gastador, no obstante, con el nuevo gobierno de Dilma Rouseff Mantega se dedica a revisar las cuentas, anunciando un importante plan de reducción de gastos. Para Mantega, la limpieza de las cuentas públicas es necesaria para evitar el incremento de la inflación que impide la caída de los tipos de interés y, consecuentemente, el potencial de expansión de la economía.
Proyecciones y desafíos para el futuro
Las previsiones de crecimiento para el futuro de Brasil son positivas. Según las proyecciones el dinamismo de la economía brasileña seguirá con una previsión de un crecimiento entre 4,5%-5% para este año. Según los analistas, el crecimiento brasileño es sostenible a largo plazo.
Sin embargo, no se puede afirmar que el trabajo esté hecho. La elevada deuda pública, la alta participación de las materias primas en los productos de exportación y una carga tributaria desequilibrada son los principales problemas estructurales de la economía brasileña.
Según el informe de la OIT, Brasil necesita fortalecer y mejorar las políticas de empleo. Además, según la OIT los programas de protección social, como el Bolsa Família, deben tener como futuras iniciativas, la integración de los beneficiarios a trabajos productivos, en condiciones de calidad.
Entre los mayores desafíos para el Brasil en los próximos años, según la OIT, se encuentran el aumento de la tasa de inversión, la reforma del sistema tributario y una tasa de cambio competitiva.
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One comment
Karen Oliveira
27/04/2011 at
Sin embargo, la desigualdad social es alto y la inflación, por pequeño que sea, de vuelta a nuestra puerta…