17/04/2024 MÉXICO

Entrevista a Esther Madudu: “Tendremos un futuro en África donde las mujeres no mueran dando a luz”

Esther Madudu con bebé [Photo: AMREF]
Ser madre en los países del África Subsahariana es un verdadero reto ya que cada año mueren 200.000 mujeres por complicaciones durante el embarazo y el parto. En ese período de tiempo más de un millón de niños se quedan huérfanos. En United Explanations hablamos con Esther Madudu, matrona en un centro de salud de Uganda, y fiel defensora de la formación como herramienta para cambiar estos números.

“Trabajo 24 horas al día” asegura Esther Madudu, comadrona en un centro de salud de su país y rostro de la campaña de la ONG AMREF (Fundación Africana para la Medicina y la Investigación) Stand Up For African Mothers. Desde esta asociación se han propuesto una concienzuda meta: capacitar a 15.000 matronas en África Subsahariana para 2015, lo que, según sus estimaciones, reduciría la mortalidad materna en un 25%. Además quieren proponer la candidatura de esta matrona ugandesa al Premio Nobel de la Paz en 2015 como símbolo del trabajo de las comadronas africanas. En la cafetería de un hotel madrileño Esther nos explica algunos rasgos de la sanidad en el continente como la falta de infraestructuras en los centros de salud y la desconfianza persistente de algunas mujeres, que prefieren pasar por la experiencia de un parto en soledad.

¿Cuáles son las principales causas que provocan una tasa de mortalidad materna y neonatal tan alta en los países del África Subsahariana?

Hacen falta más matronas preparadas. En París visité una gran maternidad y vi muchas diferencias: hay muchas comadronas, los bebés enfermos permanecen en la maternidad y tienen responsables médicos situados allí. En cambio en África puedes tener un doctor en un hospital y una matrona en un centro de salud. Cuando vi esta maternidad, vi algo diferente a lo que había visto en África. Allí las matronas como yo trabajamos las 24 horas; pero en Europa tienen horarios y están especializadas mientras que yo lo hago todo.

Otra de las principales causas es el riesgo que supone para las madres dar a la luz sin ninguna asistencia. A punto del parto, la madre no puede andar las largas distancias que hay hasta el centro de salud. Es como si tuviéramos un teatro y AMREF hubiera equipado el teatro pero no hubiera conseguido personal, sólo tenemos un doctor.

¿Cuál es la situación a la que se enfrenta una mujer embarazada en Uganda?

Cuando una mujer averigua que está embarazada, primero se preocupa, tiene mucho trabajo y se ocupa de todo. Muchas van a los centros sanitarios y preguntan si están abiertos para trasladarles todas las dudas que tienen y poder recibir ayuda. Pero por ignorancia, otras mujeres van al centro de salud y, aunque hablen con una matrona, prefieren dar a luz, solas, en casa.

Por ignorancia, otras mujeres van al centro de salud y, aunque hablen con una matrona, prefieren dar a luz, solas, en casa.

¿Qué limitaciones tienen los centros de salud?

En mi centro nos faltan muchas cosas. Lo primero, recursos humanos: el personal es muy reducido. Deberíamos ser 6 comadronas pero sólo somos 2; deberían trabajar 3 doctores pero sólo tenemos 1. El resto del personal debería sumar 60 personas pero todos en total somos 34 empleados. Esto significa que trabajas 24 horas, no hay nadie a quien pasarle el control: trabajas noche y día, realizas partos, vas a vacunaciones, trabajas en otros equipos y, al mismo tiempo, atiendes a bebés con VIH. La misma comadrona está expuesta a todo eso.

En nuestro centro de salud tenemos una ambulancia permanente pero la mayoría de las veces pagamos nosotros la gasolina porque el gobierno envía un pago cada tres meses. Pero la gente enferma cada día, las mujeres tienen que dar a luz. ¿Podemos esperar tres meses para repostar la ambulancia? No. Así que hemos hablado con los miembros de las comunidades para comprometerles: si traes pacientes, tienes que contribuir y repostar la ambulancia.


En este sentido, ¿cómo actúa el gobierno, en su opinión?

Ellos apoyan pero no es suficiente. La enfermedad no te avisa, no te manda un mensaje diciendo que hoy va a afectar a tu salud.

Además de asistir en los partos, las matronas en África también se ocupan de otras funciones.

No estamos formadas para dirigir un parto solas pero somos como pequeñas doctoras. Las comadronas están entrenadas no sólo para ayudar a mujeres que dan a luz sino también para la planificación familiar. Hacemos pruebas de VIH de parejas, llevamos a cabo investigaciones en las comunidades para inmunizar a las mujeres embarazadas, y proporcionamos también medicamentos contra la malaria, que es una de las principales causas de mortalidad infantil. Las comadronas hacen cosas muy generales y pueden hacer operaciones menores como aspiraciones manuales en caso de aborto para evitar que  la mujer se desangre.

Quizás uno de los aspectos más destacados sea su labor con las mujeres embarazadas portadoras del VIH.

Las mujeres con VIH tienen también niños, y como matronas proveemos de tratamientos preventivos para evitar que la madre transmita el virus al niño: durante el embarazo y el nacimiento del bebé suministramos antirretrovirales a la madre y les insistimos en venir al centro a dar a luz porque la matrona conoce las técnicas para evitar el contagio ya que si se quedan en casa el bebé va a estar expuesto. Algunas mujeres están estigmatizadas,  por lo que hemos creado un grupo de teatro: está formado por 8 personas que representan cómo una madre con VIH da a luz en el hospital mientras otra lo hace sola en casa. De esta manera la gente ve que es bueno hacerlo en el hospital. Además, en mi unidad no rechazamos a bebés de madres con VIH.

¿Cómo siente que se percibe su trabajo?

La gente cree en mí. Piensan: “ella es nuestra comadrona, sabe lo que hay que hacer”. Pero algunos son ignorantes y algunos hombres son irresponsables. Por eso en esta campaña también respaldamos la necesidad de una mayor implicación masculina. Tu mujer está embarazada, tienes que llevarla a un centro. Tu hijo está enfermo, lo traes. ¿En qué se implican los hombres dentro de la salud reproductiva?


Algunos hombres son irresponsables. Por eso en esta campaña también respaldamos la necesidad de una mayor implicación masculina.

Las comunidades necesitan muchos esfuerzos, pero con esta campaña creo que lo conseguiremos, tendremos un futuro en África donde las mujeres no mueran dando a luz. ¿Qué pasará con ese millón de niños que pierden a su madre en el parto? Necesitamos más matronas. Porque incluso yo necesito tiempo para mí. Tengo dos hijos y los cuida mi madre.

¿Es la educación la clave para el cambio?

Sí, la educación de la gente y la formación de las matronas.

Ésta es una entrevista sin ánimo de lucro

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Ruth L. Ibáñez

Periodista y community manager con experiencia en televisión y medios digitales. Máster en Relaciones Internacionales y Experto Universitario en Social Media. La información internacional siempre estuvo en el objetivo. Desde hace unos años también navego entre series de televisión.


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