29/03/2024 MÉXICO

Literatura para indignados

indignaos
Nueve días antes de las elecciones municipales y autonómicas, la sociedad civil española ha despertado. Democracia Real Ya, movimiento 15M, tomalaplaza.net,… distintos nombres para definir una corriente que plasma el malestar de los españoles con su clase política a la que reclaman más trasparencia y democracia directa. Stephane Hessel prendió la chispa, pero hay más libros solo aptos para "indignados".

«Considero de especial relevancia que mi llamamiento a comprometerse, indignarse, resistir a aquello inaceptable, alcance a la joven generación de esa España que ha tenido tanto que afrontar y que es rica, hoy en día, en su diversidad cultural y lingüística. [..]La España rebelde y valiente de siempre puede favorecer este impulso hacia una Europa cultural, fraternal y no una Europa al servicio de una financiarización del mundo».


Éstas eran las palabras que el sabio francés  años Stéphane Hessel dedicaba de manera expresa a los lectores españoles en su manifiesto ¡Indignaos!.  Este librito de apenas 32 páginas fue concebido para despertar la conciencia adormecida de los jóvenes del viejo continente. En Francia, debido a su contenido y su bajo precio –tres euros- se convirtió en un fenómeno editorial que sorprendió a todos. En España ha servido para articular la profunda desazón que viven, no solo los jóvenes sobrecualificados y destinados a trabajar con contratos-basura, sino los jubilados, personas de mediana edad, que se sienten cada vez más lejos de sus representantes políticos, más pendientes de limpiar sus trapos sucios y de atacar ferozmente al adversario.

Los movimientos civiles y sumamente cívicos que están surgiendo ante nuestros ojos son producto, además de la nueva forma de acceder a la información a través de Internet y las redes sociales. Wikileaks dejó al descubierto el patio trasero de la diplomacia estadounidense, Inside Job recogía las declaraciones de especuladores que reconocían vergonzosamente pero sin avergonzarse cómo se habían enriquecido empobreciendo a otros e Islandia daba una lección al negarse a pagar una deuda que no le correspondía. El mundo entero ha tenido acceso a esa información, la ha difundido, compartido y comentado. Esta es una revolución basada en el acceso a la información que circula, imparable, por canales no convencionales, que se multiplica y extiende como la pólvora.

Neoliberalismo y propaganda

Pero no solo Indignaos ha proporcionado la base informativa y sensibilizadora que ha lanzado a la gente a las calles y plazas.  Un heterogéneo grupo de comité de sabios, entre los que figuran Federico Mayor Zaragoza y Baltasar Garzón,  firma Reacciona (Aguilar), diez propuestas que nos empujan hacia la necesidad de tomar postura y actuar, de concienciarnos y despertar pues todavía hay esperanza, hay soluciones. En Manifiesto de Economistas Aterrados (Barataria) cuatro prestigiosos economistas de diversa procedencia teórica denuncian diez falsas evidencias («los mercados financieros favorecen el crecimiento económico», «hay que dar confianza a los mercados para financiar la deuda pública»…) y unos programas de ajuste que están agravando la crisis económica y aumentando la desigualdad social. También proponen 22 medidas para otra estrategia económica.

En Sus crisis, nuestras soluciones (Intermón Oxfam/Icaria Editorial) la reputada politóloga y presidenta de honor de la organización ATTAC Francia Susan George, explica cómo y porqué se ha llegado a la situación actual y destaca que es necesario poner límites a las élites del neoliberalismo. De hecho la autora reconoce que escribió este libro porque “estaba enfadada y perpleja” y denuncia cómo las grandes corporaciones y entidades financieras se han gastado miles de millones de dólares para subyugar a los Estados y convencer a la opinión pública mundial de que lo que hacían era por el bien común.

La crisis que viene: algunas notas para afrontar esta década (Traficantes de sueños)  un grupo de autores reflexiona sobre este fantasma que recorre Europa. «En estas condiciones, quizás sólo quede un único camino: dirigir la indignación, apostar por una política construida desde abajo, perder el miedo impuesto por una atmósfera mental infectada por la idea de la escasez y conquistar la alegría de un mundo que todavía hoy, bajo la amenaza del inicio de una larga decadencia, es más rico que cualquiera de sus precedentes» recalcan.

Impacto local, realidades globales

Lo que en estos días sucede en España es una respuesta local ante una situación global, pero ¿qué pasa en el resto del mundo?.  El Estado del mundo 2011 (Akal) representa un informe bastante riguroso y fiable de las relaciones internacionales y su situación y el Informe de Amnistía Internacional 2011 (AI ) documenta la situación de los Derechos Humanos en 157 países y territorios durante el año pasado y que, pese a las medidas represivas, los ciudadanos siguen enfrentándose a quienes cometen abusos.

También los grandes pensadores de este siglo han dedicado un tiempo a reflexionar sobre las circunstancias que vivimos. Edgar Morin se pregunta ¿Hacia dónde va el mundo?  (Paidós Ibérica) y si las viejas ideologías del siglo XX servirán para afrontar los retos actuales. Eric J. Hobsbawm (1917) considerado  «el historiador vivo más conocido del mundo» se pregunta al contrario Cómo cambiar el mundo (Crítica) y Noam Chomsky, uno de iconos de la intelectualidad en el mundo, se plantea la existencia de Esperanzas y realidades (Tendencias).


Y como no, multitud de títulos abogan por otra forma de hacer Economía, más sostenible, justa y solidaria. Pequeño tratado del decrecimiento sereno (Icaria) de Serge Latouche, La Economía Azul (Tusquets Editores) de Gunter Pauli  y El decrecimiento explicado con sencillez (Caratata) de Carlos Taibo. Leer es el primer paso para cambiar el mundo.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Esther Ortiz

Madrileña, periodista de Acción Social, RSC y Gestión Cultural. Especialista en diseño de proyectos culturales, sociales y comunicacionales, así como de relaciones entre empresa y ONL como socios de acción y conocimiento. Me encantan los perros y Berlín es mi ciudad favorita. Le sigo la pista al Inspector Wallander; me emociona la voz de Robert Smith y aún sigo esperando que Ilsa no se suba a ese avión y se quede con Rick. Y cada día libro pequeñas batallas, logro pequeñas conquistas que hacen que me sienta un poquito Wonder Woman.


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