Ricardo Lenoir28/12/2015
La oposición al gobierno, cada vez más autoritario, de Vladimir Putin tiende a sufrir una fuerte represión por parte del Estado. Entre las formas de combatir la disidencia se encuentra el asesinato, el desprestigio y el encarcelamiento. El presidente ha demostrado que ni el poder político, el económico, el mediático ni el exilio son rivales para su guerra personal contra aquellos que quieren verle fuera del poder.