Maria Gomez11/10/2021
Este pequeño país de los lagos africanos fue epicentro de la atención internacional, entre los meses de abril y junio de 1994. El mundo observó con estupor, la ferocidad de la violencia étnica, en uno de los mayores genocidios de la humanidad. La crueldad desplegada entre los miembros de los clanes hutus y tutsis, se cobró la vida de millones de ruandeses y forzó el desplazamiento de cientos de miles.