Entre 1990 y 2015, Argentina perdió casi 8 millones de hectáreas de bosques, una superficie similar a la de Escocia. La corrupción, el incumplimiento de la financiación de la Ley de Bosques de 2009, y la venta del territorio al mercado de la soja están llevando al país a una deforestación que tiene graves consecuencias ambientales.