Un líder carismático que represente los ideales de una revolución, un discurso nacionalista y antiimperialista, el uso de la manipulación y la propaganda, la demonización de la oposición y la falta de respeto por el Estado de derecho son algunas características que definirían regímenes populistas como la Venezuela chavista, la Bolivia de Morales o el Ecuador de Correa; tal y como expone el catedrático e investigador, Carlos Malamud, en su obra Populismos latinoamericanos. Los tópicos de ayer, de hoy y de siempre, donde muestra las claves de un fenómeno muy extendido en el subcontinente.
Desde el año 2000, multinacionales de la alimentación y biocombustibles han adquirido más de 33 millones de hectáreas en países en desarrollo para la agricultura intensiva de materias primas. El acaparamiento de tierras por parte de las multinacionales provoca la expulsión de campesinos de sus propias tierras, privándolos de una vida digna y de subsistencia, devastando el territorio y su medio ambiente.
El 12 de septiembre es el día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur. Un día en el que se busca concienciar a todos los países miembros de la ONU en la creación de políticas y programas para el desarrollo planteados y aplicados por y para los países del Sur.
Se denominan “Países del Sur” todos aquellos países que están en vías de desarrollo. Al encontrarse su mayoría en el sur, el término encuentra su razón de ser.
Para las Naciones Unidas, la cooperación Sur-Sur debe convertirse en un elemento primordial en la cooperación internacional por el desarrollo, ya que ofrece oportunidades viables para los países en desarrollo hacia un crecimiento económico y un desarrollo sostenible y sostenido en el tiempo.
Para Ban Ki-moon, “la cooperación Sur-Sur ofrece soluciones concretas y reales a los retos comunes de desarrollo”. Para el Director General de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, la cooperación Sur-Sur podría mejorar, por ejemplo, las relaciones entre los países de América Latina y el África Subsahariana en la adopción, adaptación y ampliación de buenas prácticas en el desarrollo de la agricultura. En definitiva, esta cooperación bidireccional permite compartir retos en situaciones geográficas, climáticas y sociales similares y aprender de forma conjunta de los errores y los beneficios de dicha cooperación para así conseguir resultados mayores.
Así pues, la cooperación Sur-Sur puede ayudar en gran medida al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) al involucrar de forma principal y protagonista a esos países con altos niveles de pobreza y desigualdad permitiéndoles convertirse en donantes a la vez que receptores de ayuda al desarrollo mejorando la experiencia y los resultados.
Aumento de la reciprocidad
FMSC Staff Trip 2011 – Meal Distribution. Fuente: Feed My Starving Children (FMSC) vía Flickr
La cooperación Sur-Sur busca alejarse de la concepción original de la cooperación, es decir, alejarse del asistencialismo que siempre la ha caracterizado (trasvase de ayuda de un donante a un receptor en una sola dirección) y centrarse en el establecimiento de relaciones bidireccionales entre países donde ambos consiguen un beneficio directo. El Banco Mundial, por ejemplo, organiza de forma periódica, videoconferencias donde responsables de diferentes países con problemas similares pueden discutir sus políticas e intercambiar experiencias.
La Guerra contra el Terror es una campaña iniciada por Estados Unidos tras el ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York en 2001 con el objetivo de terminar con el terrorismo internacional. Los países que se encuentran dentro de esta Guerra serían Irak, Afganistán, Pakistán, Jordania o Etiopía (al albergar células de terrorismo declaradas), y “estados frágiles” como Somalia al relacionarse directamente con el terrorismo transnacional.
Estas nuevas relaciones entre estados del Sur, al contrario de las Norte-Sur, se basan en la creación de sinergias que buscan plantear soluciones a desafíos de desarrollo similares a nivel local y global. La experiencia de China en el desarrollo de su propia infraestructura, ha permitido a otros países en desarrollo la mejora de su sistema de distribución de electricidad, un incremento de las conexiones ferroviarias o una reducción de precios de los servicios de comunicación, gracias a su conocimiento y experiencia previa.
En el año 2002, bajo el auspicio del estado de Holanda, se creó un programa de cooperación entre Buthan, Benín y Costa Rica. Los tres estados se comprometen a compartir experiencias que permitan un desarrollo sostenible de los tres países mediante la implantación de proyectos que beneficien a las comunidades rurales, las mujeres, y a todos aquellos actores que dependan directamente de los recursos naturales. Este acuerdo, pues, demostraba la existencia de una visión conjunta de unas necesidades e ideas sobre desarrollo sostenible e igualdad de género, ambas preocupaciones recogidas en los ODM.
Mejora de la relación entre países
Otra característica importante en la cooperación Sur-Sur es la alta probabilidad de que distintos países de una misma zona o región mejoren sus relaciones y aumenten su grado de interrelación, pudiendo llegar a crear estructuras y organizaciones superiores que ayuden al trasvase de dicho conocimiento y al intercambio de aspiraciones y experiencias comunes.
Después de las inundaciones acaecidas en la región de Bangui en la República Centroafricana, Gabón decidió donar más de 200.000 dólares a través del comité Nacional de la Cruz Roja, con el objetivo de mejorar las relaciones y la cooperación entre los dos países. Esta fue la primera vez que un país centroafricano acudía en ayuda de otro mediante la Cruz Roja. De esta forma, no solo se mejoraba la relación entre dos países, sino que se ponía freno a una crisis humanitaria que podría haber llegado a afectar de forma directa a Gabón, al encontrarse próximo a la República Centroafricana.
Gracias al impulso de este tipo de cooperación, organizaciones como el CARICOM (Comunidad del Caribe), MERCOSUR (Mercado Común del Sur) o la CAN (Comunidad Andina) han podido afrontar de forma conjunta retos que afectaban a uno o varios de sus países miembros con soluciones locales, mucho más efectivas al conocer de primera mano las necesidades del propio país y de la población a la que se enfocaban.
Aumento de la rentabilidad de la ayuda
Young boy and girl attending primary school in Betoko. Fuente: hdptcar vía Flickr
Finalmente, la cooperación Sur-Sur no solo permite intercambiar experiencias y conocimiento, sino que también permite intercambiar recursos y tecnología que permita ser implementada en el país al ofrecer características de adaptabilidad que la hacen más simple de instalar, mantener y conservar. Esta última característica no solamente permite evitar problemas de adaptabilidad (El país donante – país del Norte dona a un país del Sur un tipo de tecnología que tiene una alta demanda en electricidad de la que el país receptor no dispone) sino que además permite mejorar y desarrollar la capacidad técnica y académica en universidades y centros de desarrollo del propio país.
Esta última característica es lo que ha llevado a cabo el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) con la organización de la 2013 Global South-South Development Expo que perseguía exponer y dar a conocer toda una serie de tecnologías y soluciones creadas en el Sur para el Sur dentro del marco de la “construcción de economías verdes (o sostenibles)”. A través de esta feria, se pudieron cerrar más de 450 millones de dólares en proyectos de desarrollo e implementación que buscan la mejora de la calidad de vida de los países situados en el Sur.
Así pues, la cooperación Sur-Sur quiere mejorar las relaciones entre países con necesidades similares para conseguir el máximo resultado para conseguir llegar a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Mediante esta cooperación, los países receptores de ayuda pueden aumentar su control sobre las necesidades a abordar, alejándose un poco de los intereses individuales de los países donantes, y aumentando las ayudas a aquellas zonas con poco interés para los países desarrollados.
Esta cooperación Sur-Sur, sin embargo, no busca sustituir la cooperación Norte-Sur, sino complementarla, para que de forma conjunta y global se consigan solucionar muchos de los problemas que afectan a los países en vías de desarrollo y se consigan cumplir los ODM antes de terminar el 2015.
En el año 2000, los países miembros de las Naciones Unidas decidieron definir una serie de objetivos para eliminar la miseria en el mundo. Ocho fueron los objetivos definidos, y aquí te explicamos cuáles son y cuál es la situación actual a dos años de la fecha prevista para su cumplimiento.
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