
El último examen de acceso a la universidad en Brasil
En Brasil, el último Examen Nacional de Enseñanza Media (ENEM), filtro de entrada a la universidad en el país, ha estado envuelto en una polémica de índole nacional. El ENEM fue creado en 1998, y desde el 2009, se utiliza como mecanismo de selección para el ingreso a las instituciones federales de enseñanza superior así como para el acceso a programas gubernamentales ofrecidos por el gobierno, como el ProUni (Programa Universidad para Todos). El pasado mes de octubre, 7 millones de brasileños y brasileñas, afrontaron esta prueba: estructurada en diferentes partes, el ENEM engloba materias como: filosofía, matemáticas, geografía, economía, además de una prueba de redacción y otra de una lengua extranjera.
La polémica pregunta sobre Simone Beauvoir
La pregunta sobre Simone de Beauvoir desencadenó los primeros comentarios. El examen solicitaba relacionar el pensamiento de Beauvoir con la igualdad de género. Tipo test, ni siquiera requería analizar o estar de acuerdo con el pensamiento de la filósofa francesa. Sin embargo, rápidamente las redes sociales y los principales políticos de la oposición (como Bolsonaro, diputado afincado Río de Janeiro, o Feliciano, candidato a la alcaldía de São Paulo) se posicionaron en contra, considerando la inclusión de esta pregunta un adoctrinamiento ideológico por parte del Partido de los Trabajadores (PT), liderado por la actual presidente del país, Dilma Roussef. Según Feliciano, “temas como machismo u homofobia en la sociedad deberían evitarse en las pruebas públicas para, según él, proteger a los niños”. Beauvoir fue tachada de persona con problemas mentales. La discusión llegó incluso a provocar agrias discusiones en el Senado brasileño. Sin embargo, el principal resultado de este alboroto, el peor posible, fue evadir la respuesta a cuál es la situación actual de la mujer en Brasil.

La violencia contra las mujeres en Brasil
Entre el 2000 y el 2010 fueron asesinadas alrededor de 44.000 mujeres en Brasil. El Gobierno brasileño incluye en todas sus pruebas (desde la Selectividad a la prueba oficial de portugués para extranjeros) una materia sobre ciudadanía. Las cuestiones de género se consideran una parte esencial de la materia sobre ciudadanía. En línea con ello este año la violencia de género se ha incluido en la prueba de selectividad.
Sin embargo, esta iniciativa ha recibido un fuerte rechazo por parte de los partidos políticos más conservadores de la sociedad brasileña, que a día de hoy todavía presentan una gran reticencia a la inclusión de términos como género, diversidad sexual, sexo y sexualidad etc. en los planes municipales y estatales de educación, actualmente debatidos en las cámaras municipales y asambleas legislativas de cada estado. Por ejemplo, en abril de 2014, el Congreso Nacional retiró el término “ideología de género” del Plan Nacional de Educación aprobado el 25 de Junio de ese mismo año, que establece metas para la Educación Nacional para los próximos 10 años. Asimismo, en 2015 diputados de 8 Estados brasileños retiraron de los Planes de Educación estatales referencias a la identidad de género, diversidad y orientación sexual. Se vetaron metas de lucha contra la discriminación racial, de orientación sexual o a la identidad de género, censos sobre la situación de la población travesti y trans y los incentivos para programas de formación sobre género, diversidad y orientación sexual.

El “ENEM feminista”
Según Cláudia Vianna, profesora de la Facultad de Educación de la USP e investigadora de políticas educativas de género:
Esta indignación es una respuesta desde los sectores más conservadores, en contra de la creciente demanda social que busca acabar con la discriminación de género en la educación”. Añade Vianna “para justificar esta exclusión utilizan el pseudoconcepto de ideología de género, aduciendo que la inclusión de estos términos va en contra de la familia, y confunde a los niños y las niñas. Su objetivo: levantar el pánico social en relación a esta temática. No se trata de obligar a los niños y niñas a ser otra cosa, si no de construir un ambiente escolar que sea capaz de incluir la diversidad.
Para Michele Escoura, especialista en relaciones de género y sexualidad de la ONG Acción Educativa:
La legislación que regula la prueba ENEM, considera que aquellas redacciones que incluyan, “improperios, dibujos u otras formas, que de manera intencionada, supongan una falta de respeto de los derechos humanos”, recibirán una nota igual a cero. Este año, los comentarios sobre la prueba de redacción colapsaron las redes sociales, y el ya considerado como “ENEM feminista” aglutinó las más diversas opiniones, tanto a favor como en contra.
El ministro de educación en el país del Amazonas, Aloizio Mercadante, aseguró que la violencia contra las mujeres es a día de hoy un asunto muy importante en Brasil, y que la inclusión de esta temática en la prueba de redacción le pareció una excelente idea, ya que fomentó la reflexión sobre un asunto tan relevante, entre más de 7 millones de personas.
¿Ha sido esta iniciativa un movimiento político o una respuesta a las demandas sociales? Sea como sea: un paso más hacia la igualdad. Así que como diría Beauvoir “que nada nos defina, que nada nos sujete, que la libertad sea nuestra propia substancia”.
Esta es una explicación sin ánimo de lucro.
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