¿Dónde está Ucrania? Esta es la pregunta realizada a un total de 2,066 estadounidenses entre el 28 y el 31 de marzo de 2014. Las respuestas se representaron en el mapa superior en forma de puntos (aquí en grande). Estas son las localizaciones dónde los encuestados creen que está Ucrania. Los puntos se han coloreado en rojo para representar las respuestas más precisas, y en azul las más alejadas de la realidad.
Tal y como se puede apreciar el 84% de los estadounidenses encuestados fue incapaz de localizar adecuadamente Ucrania en el mapamundi (¡un buen puñado la localizaron en Groenlandia!), justo en un momento en el que los medios de comunicación no dejaban de hablar del conflicto en el país. En el gráfico inferior se puede observar el número de búsquedas en Google de la palabra “Ukraine” (Ucrania) procedentes de los Estados Unidos durante el período en el que se realizó la encuesta. Tal y como se puede observar el pico de búsquedas coincide con la entrada de las tropas rusas en la península de Crimea, a principios del mes de marzo, momento en el que la atención mediática sobre el conflicto tuvo su momento álgido.
Pero, ¿realmente importa si los estadounidenses saben situar o no a Ucrania en un mapa? La investigación realizada por Survey Sampling International Inc. (SSI) sugiere que sí: la información, o la ausencia de la misma, puede influir en las actitudes de los estadounidenses sobre el tipo de políticas que quieren que su gobierno lleve a cabo y la capacidad de las elites para dar forma a esa agenda. Los investigadores vieron que la mayoría de las personas que respondieron a la encuesta se mostraba indecisa acerca de qué acción debía hacer su gobierno en relación al conflicto ucraniano. Los encuestados se mostraban poco propensos a realizar acciones con alto coste económico (sólo el 13% estaba a favor de una intervención militar mientras que el 45% era favorable a un boicot sobre Rusia en la cumbre del G-8, algo que terminó ocurriendo).
Pero, y aquí viene la parte desconcertante, cuánto más lejos localizaban los encuestados a Ucrania respecto a su ubicación real más proclives eran a una intervención militar de los Estados Unidos en el conflicto. Así pues cuánto menos precisos eran los participantes en su respuesta mayor era su percepción de amenaza de Rusia hacia los intereses estadounidenses y, en consecuencia, mayor era su interés de que los EE.UU. hicieran uso de la fuerza en el conflicto. Todos estos efectos son estadísticamente significativos a un nivel del 95 por ciento de confianza. Evidentemente la política exterior de un país no viene definida por las habilidades de geografía de su población sino por muchos otros factores de tipo geoestratégico, entre otros. Aún así, no deja de sorprender como la formulación de la opinión pública puede venir condicionada, aunque sea levemente, por la capacidad de situar a un país en el mapa.
Foto de portada: Localización de Ucrania según una encuesta a 2,066 estadounidenses, fuente: Thomas Zeitzoff / The Monkey Cage
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One comment
pinchesgringos
13/04/2014 at
Burros.