En un artículo reciente, el periodista Pere Rusiñol daba una explicación diferente a la habitual sobre la crisis de la prensa y los miles de despidos que están llevando a cabo los grandes periódicos del país. En el texto se argumentaba que a pesar de la importante caída de ingresos por venta de ejemplares (un 20%, de 1.300 millones de euros en 2007 a 1.035 en 2011; según datos del Libro blanco de la prensa diaria), el mayor hachazo a las cuentas de los diarios provenía de la disminución de los beneficios por publicidad (un 46% en el mismo período, de 1.461 a 782 millones en ingresos). Internet ha abierto un inmenso escaparate para las compañías que quieren anunciar sus productos, por lo que ya no tiene sentido pagar las cantidades de antaño a cambio de aparecer en periódicos y revistas.
Las reacciones de los grandes medios escritos ante el nuevo panorama que implica la red han sido hasta ahora de lo más variadas y cambiantes. Algunos como el Financial Times o The Wall Street Journal han implantado un modelo de pago en el acceso a la mayoría de sus contenidos. Aquí en España, el periódico El Mundo lanzó hace casi tres años Orbyt, un formato híbrido de pago que se une a la oferta habitual del diario en papel y online. Sin embargo, esta apuesta tampoco ha impedido que la redacción del grupo Unidad Editorial se una a los despidos masivos de trabajadores, que también han puesto en marcha otras cabeceras ilustres como El País y ABC. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que los dilemas a los que se enfrentan los medios con una larga trayectoria son bastante diferentes a los retos que afrontan los proyectos periodísticos que están naciendo en los últimos años.
Modelos alternativos de negocio y financiación
La dependencia de la publicidad no es sólo un problema para la viabilidad económica de una empresa periodística, sino que también repercute en su libertad para tratar informativamente aquellos temas que afectan a sus anunciantes. Otra cuestión a tener en cuenta es a quién pertenece cada medio. En ocasiones el rigor profesional y la independencia de las informaciones están sujetos a los intereses económicos y empresariales de las corporaciones a las que pertenecen muchas empresas periodísticas. Habitualmente, cuanto más poderoso es el grupo de inversores que hay detrás de un medio, menor es la libertad de sus periodistas para tratar según qué temas.
En la actual situación de crisis muchos de los profesionales que se quedaron en el paro han decidido embarcarse en iniciativas con modelos de negocio y financiación diferentes a aquellos que mantienen los diarios a los que pertenecían. En otros países de Europa y del mundo llevan más tiempo innovando con fórmulas de negocio alternativas a la hora de crear y hacer viable económicamente nuevos medios escritos, tanto en papel como en la red. De hecho, algunas de estas organizaciones han actuado como referentes (y en ciertos casos, como socios directos), de los proyectos que han nacido en España en los últimos meses.
La web abarata indiscutiblemente la difusión de un producto informativo, pero tal y como demuestran los nuevos medios que están apareciendo, eso no significa que haya que desechar el papel como un soporte válido y, sobre todo, rentable.
La Marea: el diario creado por la cooperativa MásPúblico (formada por antiguos periodistas del diario Público). Tiene como referente al periódico alemán die Tageszeitun (o Taz), propiedad de 12.000 de sus lectores y con una tirada actual de 60.000 ejemplares. Su hermano español todavía está dando sus primeros pasos (acaba de sacar su tercer ejemplar en papel), y planea convertirse en quincenal antes del verano. La cooperativa la forman 80 de sus lectores y los propios periodistas, que también son socios-cooperativos. Las aportaciones económicas de estos últimos junto a las suscripciones y la venta de ejemplares son las principales fuentes de financiación del proyecto.
Eldiario.es: periódico digital editado por una sociedad limitada que pertenece, en más del 50%, a profesionales que trabajan directamente en su redacción -entre ellos Ignacio Escolar, socio mayoritario y director del medio. En su web hay información sobre política, economía, cultura o tecnología y la publicidad todavía es una de sus fuentes de financiación principales. Aún así, aspiran a ser un medio económicamente solvente gracias a las aportaciones mensuales de sus socios, que cuentan con una serie de ventajas en el acceso a los contenidos de la web.
InfoLibre: un proyecto que está a punto de ver la luz y que se inspira en el modelo de éxito del francés Mediapart. A diferencia de este último, el portal digital InfoLibre tendrá una parte de pago y otra gratuita, tal y como asegura su director Jesús Maraña. Mensualmente se publicará también TintaLibre, un diario en papel con informaciones en profundidad y firmas reconocidas. La sociedad editora la forman mayoritariamente el presidente de la misma, Daniel Fernández -procedente del mundo editorial-, los periodistas fundadores y su socio francés. Al igual que en el caso de eldiario.es, InfoLibre aspira a financiarse a través de sus lectores y los ingresos publicitarios.
La especialización en los nuevos medios escritos
Además de los proyectos centrados en una información más generalista, en los últimos años han surgido numerosas revistas y medios especializados que, apoyándose en la red y sus herramientas, aspiran a llegar a un buen número de lectores sin contar con un gran grupo mediático detrás. Un ejemplo es el portal de periodismo científico Materia, que apuesta por la republicación de sus contenidos en otros medios -siempre citando debidamente la fuente- como método para darse a conocer. Para su financiación, desde este proyecto están experimentando con los patrocinios selectivos (de empresas e instituciones que se identifican con el medio), y la organización de eventos y conferencias, entre otras fórmulas.
En el campo del periodismo económico está la revista Alternativas Económicas, una publicación mensual que se ofrece en papel y en versión digital, inspirada en el modelo cooperativo de su hermana francesa. Su intención es “explicar la economía y sus efectos en la vida de las personas”, conservando el rigor y la independencia respecto a los poderes económicos y políticos.
En un ámbito diferente, el del periodismo futbolero, en los kioskos podemos encontrar desde hace meses la revista Líbero, otro ejemplo de emprendimiento impulsado por cuatro antiguos periodistas del diario Público. Su apuesta ha sido desde un principio por el papel, a través de una revista trimestral con un enfoque y un tratamiento de los temas muy diferente al que los grandes diarios deportivos dan al balón y a su entorno.
Los citados, son sólo algunos de los ejemplos que en España han surgido en los últimos meses. En el terreno de las revistas culturales se podría hacer otro listado sobre proyectos que ya están dando sus frutos: Jot Down, Yorokobu o la revista satírica Mongolia, entre otros, cuentan con un gran número de lectores y seguidores. Aunque parezca paradójico, la combinación de las dos crisis que está viviendo el sector (la económica y la de la prensa), está permitiendo la aparición de una gran cantidad de nuevos medios, menos dependientes de los poderes políticos y empresariales y mucho más novedosos en sus estructuras y contenidos.
Ésta es una explicación sin ánimo de lucro
¿Quieres recibir más explicaciones como esta por email?
2 comments
Natalia Pérez de Herrasti
10/03/2013 at
Lo mismo que ocurre en el mundo editorial (de libros) y de la música. Internet cambia la mentalidad hacia una personalización mucho mayor de los productos, cada vez más hechos a medida, y una eliminación mayor de los intermediarios. El productor y el cliente entran en contacto directo.
http://herrasti.jimdo.com/mis-libros
Pablo Jiménez
11/03/2013 at
Efectivamente Natalia. En el caso de la prensa escrita o el mundo
editorial es evidente. Internet hace mucho más prescindibles los
intermediarios tradicionales (grandes grupos mediáticos, editoriales de
renombre..), especialmente para los pequeños proyectos que empiezan
desde cero.
Un saludo.