De superávit a déficit energético
Otros puntos de vista, como el de Mario Rapoport, firma invitada en el diario Financial Times, o Rolando Astarita, en la web Rebelion, se centran en ligar la mala estrategia corporativa de Repsol-YPF en Argentina con el hecho de que cada vez producía menos hidrocarburos el país (a pesar de ser líder en el país, la producción de YPF no llegaba ni al 50% del total del país y este porcentaje iba en disminución) y aumentaran las importaciones pagadas por el gobierno. El problema financiero, por tanto, vendría provocado por una mala gestión de los recursos que YPF tenía en el país.
Si no son chinos, son brasileños y, si no, pues americanos
El recientemente descubierto yacimiento de Vaca Muerta requiere invertir una cantidad de dólares descomunal: 5.000 millones de dólares anuales. Como ya se ha argumentado que los recursos financieros necesarios son escasos en la nueva YPF, The Economist se atreve a asegurar que las reservas se quedarán para explotar durante mucho tiempo. A menos, claro está, que aparezca de nuevo un socio industrial interesado en un matrimonio de conveniencia que aporte capital. Se puede materializar de múltiples maneras: sea ampliando el capital de YPF (poco probable ya que diluye el control estatal), sea creando una tercera empresa participada por YPF y el potencial socio, y únicamente destinada a operar una explotación concreta, o bien sea dando la concesión directamente a un tercero.
Este potencial socio ha aparecido durante los últimos días en diversos medios de comunicación: es aquí donde parece que jugarán un papel importante las grandes potencias emergentes, como Brasil y China, a través de sus macroempresas petroleras estatales, así como lo jugarán las grandes petroleras privadas. Tal como reportaba el Financial Times y Reuters, hace dos semanas el gobierno se reunió con la brasileña Petrobras y la francesa Total. Este lunes, era el turno de las americanas Chevron y Conoco-Phillips, así como de los grupos Medanito y Ancap, argentina y uruguaya respectivamente. El martes, los hombres fuertes del gobierno, Julio de Vido y Axel Kicillof, tuvieron una reunión con ExxonMobil. Las chinas Sinopec y CNOOC también son esperadas. Aunque las empresas saben que invertir en el país deberá ser una estrategia a largo plazo para ser rentable (las explotaciones de petróleo convencional son ya muy maduras y el yacimiento de Vaca Muerta requerirá muchos años de inversiones), el gobierno argentino parece buscar fuertemente un acuerdo.
El tema clave está en lo que decíamos en el último artículo: que Argentina logre llevar a cabo una buena y transparente gestión de su nuevo instrumento, YPF, de modo que pueda ayudarle a revertir el mal balance económico que lleva en el campo de la energía, que puede amenazar el desarrollo del país. La mayoría de medios de comunicación financieros son de la opinión que no será así, sino todo lo contrario, ¿malos augurios?
Artículo reproducido con el permiso de Ekonomicus. El artículo original se encuentra aquí.
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