28/03/2024 MÉXICO

Anarchy in the UK: ¿De dónde viene la furia de los jóvenes británicos?

The big Harry (photo: kenjonbro flickr account)
Este artículo intenta ir más allá de la explicación dada por el Primer Ministro británico David Cameron de los disturbios que tuvieron lugar entre el 4 y el 9 de agosto en varias ciudades del Reino Unido. Examinándolas de cerca, las causas de estos disturbios parecen ser algo más complejas que "Criminalidad, pura y simplemente".

“Criminalidad, pura y simplemente”


Durante la pasada semana tuvieron lugar violentos disturbios en varias ciudades británicas. El detonante de los disturbios fue la muerte de Mark Duggan, un joven vinculado al hampa londinense que fue tiroteado por la policía el pasado 4 de agosto en el barrio de Tottenham, en el Norte de Londres.

Las protestas por la muerte del joven pasaron rápidamente al incendio de viviendas y el robo y saqueo de comercios. En cuestión de días, los disturbios y el saqueo se extendieron por otros barrios de Londres y otras ciudades del Reino Unido, como Manchester, Birmingham y Liverpool.

El gobierno británico ha calificado la situación de “criminalidad, pura y simplemente”, sin profundizar en las causas de estas violentas protestas y los saqueos. Sin embargo, la rápida extensión de los disturbios y el gran número de personas implicadas nos llevan a pensar que otros factores más complejos pueden estar detrás de lo ocurrido. A continuación analizamos algunos de ellos.

1. Exclusión y proliferación de guetos.

Según este artículo del diario británico The Guardian, la mayoría de los sospechosos detenidos por los disturbios vivían en zonas marginales (en concreto, un 41% vivían en el 10% de los barrios más deprimidos de Inglaterra).

Y es que en los alrededores de las grandes ciudades del Reino Unido abundan suburbios dónde no nos gustaría quedarnos sin gasolina. En estos suburbios, la criminalidad prolifera y la calidad de la educación y los servicios distan mucho de las de los barrios más lujosos.

Esta disparidad se plasma en las expectativas de vida, que varían mucho dependiendo en que zona del país se viva. En un suburbio de Glasgow por ejemplo, la expectativa de vida de los hombres puede ser de hasta 14 años menos que la media nacional.


Durante los años 50 y 60, el Reino Unido llevo a cabo una intensa política de construcción de viviendas sociales. Muchas de estas viviendas, que concentraban gente de bajos ingresos en las periferias de las ciudades, se convirtieron en guetos. La política de recortes impulsada por Margaret Thatcher durante la década de 1980 -quien redujo la inversión en viviendas sociales un 67% en este periodo[1]– así como el aumento del paro en las viejas zonas industriales, empeoraron considerablemente la situación social en los suburbios.

2. Discriminación y dificultad de integración de las minorías étnicas.

Según algunas opiniones, la discriminación policial y laboral que experimentan y sienten muchos jóvenes tuvo un papel importante en os disturbios de la semana pasada, sobre todo en barrios de mayoría negra como en Tottenham.

Por una parte, las acusaciones de discriminación racial y las malas relaciones entre algunas minorías, tienen una larga historia en Reino Unido. Durante los años ochenta, hubo serios disturbios vinculados a la discriminación racial en barrios londinenses como Brixton y Tottenham. Por otra parte, las tasas de paro entre jóvenes descendientes de inmigrantes suelen ser más altas que la media nacional.

3. Desempleo, bajos salarios y la tentación del dinero fácil.

Durante los años 70 y 80, el Reino Unido sufrió un duro proceso de reconversión industrial que trajo consigo altas tasas de paro que afectaron a ciudades enteras. Estas altas tasas de paro contribuyeron a la guetificación de algunas zonas del país, sobre todo en el Norte de Inglaterra, dónde se localizaban la mayoría de las industrias.

Hoy en día, el paro afecta principalmente a los jóvenes: un 20% de los jóvenes británicos que tienen entre 16 y 24 están desempleados, siendo los jóvenes sin estudios son los más vulnerables al desempleo.


La falta de oportunidades laborales o la baja remuneración de las oportunidades disponibles conducen a muchos jóvenes a escoger la vía de la criminalidad, al verse en la disyuntiva de ganar unas pocas libras la hora en un trabajo mal pagado o ganar mucho más en negocios vinculados al tráfico de drogas o a los robos.

4. Cultura de la violencia y bandas criminales.

Como indican algunos analistas, con estos disturbios también ha salido a la luz una escondida subcultura de las armas y violencia. En efecto, el denominado “knife crime” es muy frecuente en algunas zonas de Reino Unido. En Londres por ejemplo, el número de víctimas de adolescentes y jóvenes de crímenes con navajas y otros graves  asaltos han aumentado considerablemente en los últimos años.

Relacionado con estos asaltos se encuentra además el fenómeno de las bandas criminales, también frecuente en ciudades como Londres o Birmingham. Gavin Knight, un escritor que convivió durante años con bandas de jóvenes, cuenta que a menudo en estas bandas el más violento es el más respetado. Muchos de los gánsteres se convierten en modelos a imitar para los jóvenes de algunos barrios.

5.  Falta de protección familiar y de roles.

Esta cultura de la violencia está a su vez vinculada con la falta de protección de los adolescentes y la carencia de modelos de comportamiento cívico en la familia. En el Reino Unido abunda la paternidad adolescente, vinculada entre otras causas a la política de subsidios destinada a las madres solteras. Algunas madres demasiado jóvenes no atienden debidamente a sus hijos, los cuales crecen en hogares monoparentales con escasa autoridad y control.

 Como consecuencia de esto, otro factor explicativo de los disturbios que ha sido subrayado, es  el efecto que tienen a largo plazo algunas políticas vinculadas al Estado de bienestar. Según algunos, el uso pernicioso de los subsidios estatales puede transformar a parte de la población más desfavorecida y convertirlos “en parias sin incentivos para salir del agujero en el que viven”.


 6. La política de recortes de gobierno Cameron.

La política de recortes que ha puesto en marcha el Primer ministro conservador David Cameron desde poco después de su llegada al poder (mayo 2010), también parece haber jugado un importante rol en los disturbios acaecidos. La crisis económica y el paro se ha hecho sentir especialmente en los sectores más vulnerables de la sociedad. En efecto, según el artículo arriba mencionado de The Guardian, el 66% de los sospechosos detenidos por los disturbios se empobrecieron entre 2007 y 2010.

Además, los recortes han sido especialmente intensos en los servicios para los jóvenes. Se han eliminado muchos de los subsidios para estudiantes, así como el monto destinado al gasto discrecional de los ayuntamientos, en gran parte destinado a los servicios para jóvenes, como los centros juveniles.

 Para los jóvenes que viven en barrios desfavorecidos, los centros juveniles son un importante centro de encuentro. Para algunos jóvenas de familias desestructuradas estos centros son un  refugio por lo que pasan mucho de su tiempo en ellos. En Tottenham, donde comenzaron los disturbios el pasado 4 de agosto, cerraron en junio centro juvenil al que acudían muchos jóvenes de la zona.

7. Simple y llano oportunismo.

Para terminar, es importante señalar que no todos los protagonistas de los saqueos eran jóvenes marginales: entre los detenidos por robo, hay desde chicas de familias acomodadas hasta profesores y niños.

 El hecho de que muchas personas de diferentes orígenes sociales participasen en los saqueos muestra que las explicaciones sociales son insuficientes. El sociólogo John Brewer, cree que hay que tener en cuenta las dinámicas de comportamiento de las masas. Como sustenta en un artículo del diario El País, “las dinámicas de una muchedumbre se imponen y la gente pierde su identidad (…); gente corriente se ve absorbida por una muchedumbre y pierde sus inhibiciones y reservas habituales“.

Esta es una explicación sin ánimo del lucro.


[1] Lawson, Nigel (1992). The View from No. 11: Memoirs of a Tory Radical,  Bantam, p. 301

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Ana G. Juanatey

Después de estudiar Ciencias Políticas y especializarme en Relaciones Internacionales, me mudé desde Galicia a Barcelona donde vivo desde hace 7 años. Actualmente escribo mi tesis sobre el derecho a la alimentación y trabajo en el Instituto Barcelona de Estudios Internacionales. Mis áreas de interés principales son los derechos humanos como herramienta emancipadora, la seguridad alimentaria y los procesos de democratización. No obstante -dispersa por naturaleza- me apasionan temas tan variopintos como las novelas de espías, las series de TV, los juegos de mesa, la cocina y los documentales.


3 comments

  • esther ortiz

    22/08/2011 at

    Genial articulo, muy completo y clarificador. Felicidades. Punk’s not dead

    Reply

  • Lourdes

    23/08/2011 at

    ¡Excelente, Ana!! ¡Me ha quedado mucho más claro lo que ha pasado en UK últimamente. ¡Pasaré tu artículo a los ingleses que conozco!

    Reply

  • Aina

    24/08/2011 at

    Vuelvo de vacaciones y me encuentro que hay líos por inglaterra…me he puesto al día en un momento!!

    🙂

    genial artículo

    Reply

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