Ana Almuedo21/12/2011
En palabras de Robert Fisk, “si los libaneses confiaran unos en otros tanto como confían en Washington, Tel Aviv, Damasco, Londres o París, estarían seguros, pero el sectario sistema político vigente garantiza que la secularización de Líbano destruiría la identidad del país. Por consiguiente, la nación vive en la constante penumbra de la guerra civil.”