Desde que se ha iniciado el proceso de reformas en Cuba, incentivado por la reciente aproximación con EEUU, la posibilidad de la reincorporación de este país a los organismos financieros internacionales ha vuelto al primer plano del debate económico. ¿Es posible para Cuba volver al FMI y al Banco Mundial? Y sobre todo, ¿es deseable para la economía de la isla?