Los lazos tendidos entre la política y las series de TV a lo largo de su historia reciente no han sido muchos, a pesar de que ambas comparten ciertos caracteres inherentes, como la estructura periódica que marca la pauta. Así las temporadas pueden ser vistas como legislaturas y los capítulos como sesiones.
Pero en estos momentos estamos asistiendo a la fascinante aproximación entre el binomio series-política, debido entre otros aspectos a que los guionistas encuentran en los políticos a personajes frágiles y de turbia moral para inspirar sus ficciones. Sólo en este primer trimestre de 2013 hemos visto el estreno de cuatro ficciones seriéfilas con posibilidades de tener un desarrollo interesante.
Comencemos, pues, un recorrido por 10 series donde los efectos de la política han sido el motor narrativo.
1. El ala oeste de la Casa Blanca (1999-2006)
Si hablamos de la obra de Aaron Sorkin, seguramente lo haremos sobre la serie que reproduce a una escala más próxima la membrana y engranaje del poder ejecutivo de Estados Unidos. Todos los focos y taquígrafos están a disposición del gabinete del presidente Barlet y su equipo.
Con la figura del Presidente muy bien apuntalada, sólo nos queda adentrarnos en las tensiones con el aparato del Partido Demócrata, el juego de poder de las cámaras, ahondar en la mente de los creadores de discursos y el uso y presión de los medios que siguen la actividad ejecutiva. Todo ello mientras la ovalidad del despacho del Presidente sólo se traspasa cuando las decisiones comienzan a tomar forma.
El ala oeste de la Casa Blanca finalizó su andadura en 2006, pero igualmente hubiera muerto dos años después de forma natural, ya que prevalecía una visión demasiado indulgente con respecto a la política, justo en los años en que se gestó el gran jaque al sistema.
Nota Filmaffinity: 6,8
2. Boss (2011-2012)
La serie, injustamente cancelada después de una brillante segunda temporada, es una de las propuestas más interesantes del binomio serie-política.
Boss es una serie dramática sobre los juegos de poder en la ciudad de Chicago, domados todos ellos por la figura del alcalde Tom Kane interpretado por Kelsei Grammer. Tom Kane tiene licencia para gobernar, siempre y cuando respete el statu quo.
Aunque Chicago es conocida como la Windy City, en la serie cuesta que se aireen los asuntos, que han sido por largo tiempo ocultados a la opinión pública. Sin embargo, un periodista puede haber superado los muros y poner en aprietos a Kane en el momento en el que la fiera es más peligrosa.
Nota Filmaffinity: 7,7
3. Yes, (Prime) Minister (1980-1984)
Una genial sitcom satírica repleta del mejor humor inglés, supina e inteligente emitida por la majestuosa BBC entre 1980 y 1984.
En esta serie la tensión se despliega entre Jim Hacker, Ministro de Asuntos Administrativos, y su ingenioso Secretario Permanente, Sir Humphrey. Este último boicoteará de las formas más sutiles todo intento del histriónico Ministro de reformular la Administración inglesa.
La serie trata con absoluta brillantez las tiranteces reinantes en el terreno ejecutivo entre la idiosincrasia y el Gobierno en el momento en que chocan las posturas de la persona que ostenta un cargo político con fecha de caducidad y la retaguarda de los funcionarios.
La gran mayoría de capítulos terminan con la frase “Sí, Ministro” dicha por Sir Humphrey, en tono sarcástico. Este personaje es capaz de torcer el primer razonamiento del Ministro, sin que este sospeche que ha sido víctima de la estrategia del Secretario Permanente. Sir Humphrey consigue remarcar frente al espectador su triunfo, que supone a su vez una victoria más de un sector público tan desprestigiado por Margaret Thatcher.
Nota Filmaffinity: 7,6
4. Rubicon (2010-2010)
Rubicon fue una serie brillante que duró demasiado poco. Ha ejercido el papel de sonda, permitiendo que series como Homeland cosechasen su éxito frente a un público más preparado. Fue una pena que el sacrificio le tocase a la brillante serie de Jason Horwitch.
En Rubicon el protagonismo recae en los papeles, en las toneladas de documentos que recibe, estudia y produce la agencia API (Instituto de Política Americana) organismo autónomo del gobierno a diferencia de la CIA y el FBI. Es una serie que, salvando todas las distancias, tenía la posibilidad de ser nuestro The Wire de la política internacional.
Nota Filmaffinity: 7,3
5. Homeland (2011)
El gran éxito de Homeland sólo se puede comprender desde la madurez que goza la televisión de calidad, después de más de una década aturdiendo al espectador candoroso.
Homeland es una serie sin complejos que no duda en hablar sobre las consecuencias de la intervención norteamericana en Afganistán y en Irak después del 11-S, sobre todo en sus episodios más oscuros. No queda restringido sólo a un juego de buenos y malos, y por ello, el personaje de Nicholas Brody (el traidor) nos resulta tan inquietante.
En su primera temporada Homeland conquistó, ante el asombro mundial, el premio más prestigioso de las series de televisión, el Globo de Oro a la mejor serie de drama. Tras este reconocimiento, lejos de sucumbir a la presión, Homeland ha vuelto a sacar toda la artillería pesada en su segunda temporada.
Nota Filmaffinity: 8,1
Series que merecen su espacio… O que prometen:
6. John Adams (2008-2008)
Esta serie de bella factura tiene además sumo interés, ya que repasa a una relevante figura histórica, apenas conocida. Poco o nada se sabe del segundo Presidente de los Estados Unidos, John Adams.
Obtuvo un enorme éxito de crítica y público, consiguiendo 13 premios Emmy 2008 (el máximo de galardones que ha otorgado la Academia de las Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos).
Nota Filmaffinity: 7,6
7. The Wire (2002-2008)
En la tercera y cuarta temporada de The Wire nos inmiscuimos en las elecciones a la alcaldía de Baltimore. The Wire tiene una facilidad innata para detectar las dolencias del sistema, como si de un antibiótico se tratase. Una vez en contacto con los focos de la enfermedad, su misión no es otra que la de enfocar y poner su magistral aparato narrativo en “ON”.
Nota Filmaffinity: 8,8
8. The thick of it (2005)
En realidad, The thick of it es una especie de crossover entre El ala oeste y The office, la original de Ricky Gervais. De ésta última hereda el formato de falso documental y el retrato descarnado y cáustico de sus personajes.
Nota Filmaffinity: 7,9
9. House of Cards (2013)
Miniserie de TV. 13 episodios. Nueva adaptación de la novela homónima de Michael Dobbs, en la que se basó una miniserie británica de 1990. El despiadado y manipulador congresista Francis Underwood, con la ayuda de su mujer Claire, no se detendrá ante nada para conquistar el poder.
En este artículo te ofrecemos un análisis pormenorizado de cómo Estados Unidos exporta “poder blando” al mundo a través de las tramas de House of Cards.
Nota Filmaffinity: 8,1
10. Veep (2012)
“Todo lo que teméis que podría ser verdad acerca de cómo trabaja el Gobierno, se convierte en la hilarante carne de cañón de la sátira mordaz de “Veep” (David Wiegand: San Francisco Chronicle).
Nota Filmaffinity: 6,2
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2 comments
Javier Hernando
23/05/2013 at
La lista está genial pero hay una serie que se echa de menos: Boardwalk Empire. Política de bajos fondos, muy recomendable.
Dulce
24/10/2013 at
Estoy de acuerdo con Javier, creo que esa serie también es de las mejores que hay por ahora, en cuanto a Veep creo que es la mejor, el personaje de la Vicepresidenta Meyer es genial, ella es comiquísimae nt odas las series que la he visto y su personaje es torpe y a la vez se esmera por ser competente ja