La población femenina congoleña está siendo sistemáticamente destrozada. Violaciones y torturas, junto con sus secuelas psicológicas, son usadas como arma de guerra. En este aterrador escenario, el ginecólogo Denis Mukwege construyó un refugio en 1999, el Hospital Penzi, por el que han pasado más de 42.000 mujeres y niñas violadas y torturadas. Una increíble historia que necesita ser contada.