18/03/2024 MÉXICO

¿Hacia una nueva carrera armamentística? El dilema de seguridad entre Estados Unidos y China

China military power
Las tensiones entre Estados Unidos y China han ido escalando hasta llegar a un punto alarmante. ¿Estamos asistiendo a una nueva carrera armamentística entre dos superpotencias?

Este miércoles 3 de noviembre, el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicó su informe anual sobre “Avances militares y de seguridad que involucran a la República Popular China”. En él se articulan una serie de consideraciones acerca del poder militar chino y sobre las principales motivaciones de esa nación respecto a su política exterior. Lo llamativo también está en el suceso del día lunes 1 de noviembre, cuando el Comando Estratégico de Estados Unidos publicó una nota de prensa informando sobre el comienzo de su ejercicio anual de preparación nuclear llamada Global Thunder 22. Estos dos eventos se pueden interpretar como el resultado del temor de una gran potencia frente a los nuevos desafíos de seguridad que la otra gran potencia representa para ella, situación que es recíproca pues ambas grandes potencias han tenido como motivación principal el aumentar su capacidad militar.

Bajo este panorama las tensiones entre Estados Unidos y China se pueden agravar, incluso a niveles alarmantes, en aquellos puntos donde sus intereses sean contrapuestos, como en la región Indo – Pacífico, pues el riesgo de hostilidad se vuelve latente.

Por una parte, la armada marítima del Ejército de Liberación Popular (PLAN) de China, según el informe, es la más grande del mundo y cuenta con una fuerza de batalla de aproximadamente 355 plataformas, que incluyen a los principales combatientes de superficie, submarinos, portaaviones, barcos anfibios de alta mar, barcos de guerra contra minas y auxiliares de flota. Sobre esta base, se espera que su fuerza de batalla crezca incluso más para 2025, a la par de su modernización y de mejoras tecnológicas. Todas estas capacidades le permitirán proyectar su poder de forma más dominante por los mares y océanos a su alrededor.

Por parte de la fuerza naval estadounidense, la Armada de los Estados Unidos cuenta con una flota de superficie de 11 portaaviones, 89 combatientes de gran superficie, 31 pequeños combatientes de superficie, 14 misiles balísticos submarinos, entre otros, con un total de 296 unidades de fuerza de batalla.  Si bien desde el anterior gobierno de Donald Trump se tuvo como objetivo el incrementar las unidades a 355 fuerzas de batalla, la meta no se consiguió debido a la mala estrategia de adquisición y a los elevados costos. Sin embargo, el plan de la actual gestión de Biden es proponer la obtención de similares estructuras de defensa, pero con objetivos más realistas. Incluso así, dependerá de la situación productiva en la industria de defensa y del congreso para implementar estos planes.

Marina De Estados Unidos Usn Naval - Foto gratis en Pixabay
Fuente: https://pixabay.com

Tomando en cuenta este panorama, ambas potencias presentan capacidades militares ofensivas de gran escala que pueden movilizar para proyectar su poderío en los mares del Océano Pacífico.

El problema surge cuando sus campos de acción se intersecan y sus intereses se contraponen en zonas relativamente menores, pero de gran importancia geopolítica o de seguridad. Y si a ello se le suman diferencias ideológicas y de identidad, se pueden generan patrones de comportamiento hostil frente a situaciones consideradas amenazantes para las potencias. De estas, entre las zonas de potencial conflicto de los grandes poderes estadounidense y chino, se encuentra la cuestión de Taiwán y el Mar de China Meridional pues sobre estas se despliegan fuerzas, armamentos y ejercicios militares.

Si una parte se considera amenazada, para contrarrestarlo, buscará sentirse segura, generalmente, a través de un incremento de su capacidad militar o estableciendo alianzas con otros actores que comparten su inseguridad o intereses. En torno al primer hecho, es posible una carrera armamentística entre estas grandes potencias, pues ambas tienen como objetivo el hacer de sus fuerzas más capaces, numerosas, eficientes y superiores. Sin embargo, tampoco buscan enfrentarse directamente porque implicarían mayores costos y peores consecuencias. Asique los peligros posiblemente se mantendrán latentes, si es que no en algunas situaciones explícitas de escalada de conflicto. Respecto al segundo hecho, el pasado 15 de septiembre se anunció la alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos denominada AUKUS, la cual diversos analistas la consideran como un intento para contrarrestar el poderío de China en la región del Indo – Pacífico. Por todo ello, en definitiva, existe un riesgo de amenaza profunda que puede llegar a niveles críticos; sin embargo, cabría esperar las respuestas de China frente a estos acontecimientos.


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Diego Fernando Cárdenas Vargas


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