19/03/2024 MÉXICO

Desnutrición y Rendimiento Escolar: dos factores más relacionados de lo que pensamos

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“En el mundo se producen alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de todos los hombres, mujeres y niños que lo habitan. Por lo tanto, el hambre y la desnutrición no son consecuencias sólo de la falta de alimentos, sino también de la pobreza, la desigualdad y los errores en el orden de las prioridades." Dr. Abel Albino. Presidente y Fundador de CONIN

Las consecuencias de la pobreza y desigualdad se reflejan con dramática claridad en el crecimiento y desarrollo de niñas y niños.


“En el mundo se producen alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de todos los hombres, mujeres y niños que lo habitan. Por lo tanto, el hambre  y la desnutrición no son consecuencias sólo de la falta de alimentos, sino también de la pobreza, la desigualdad y los errores en el orden de las prioridades.”

Informe UNICEF sobre desnutrición infantil.

La desnutrición infantil genera debilidad mental, la única que se puede prevenir, la única que se puede revertir, la única causada por el hombre.

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad. Este retraso en el crecimiento ocurre casi exclusivamente durante el periodo intrauterino y en los dos primeros años de vida.

Si el niño/a no está bien alimentado durante este tiempo, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse, pensar analíticamente, socializar efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes  personas. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños/as, de por vida.

Algunos de los problemas de desarrollo experimentados por niños desnutridos son causados por limitaciones fisiológicas, básicas para la vida, tales como: el aire, la comida, la bebida, el refugio, etc.; mientras que otros problemas son el resultado de una interacción limitada y estimulación anormal, las cuales son vitales para el desarrollo saludable. Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Más de la mitad de la mortalidad infantil en países de bajos ingresos, puede atribuirse a la desnutrición.

Afecto y cariño también son elementos básicos para un desarrollo óptimo.
Afecto y cariño también son elementos básicos para un desarrollo óptimo.

Una nutrición pobre durante la vida intrauterina y en los primeros años de vida lleva a consecuencias profundas y variadas, incluyendo: crecimiento físico y desarrollo motor retardados; efectos generales en el desarrollo cognitivo, resultando en un bajo coeficiente intelectual inferior en 15 puntos o más en los severamente desnutridos; un grado mayor de problemas conductuales y habilidades sociales deficientes en edad escolar; atención disminuida, aprendizaje deficiente y logros educacionales más bajos.


La formación del sistema nervioso central, está determinada en los primeros 2 años de vida. Si durante este lapso el niño/a no recibe la alimentación y estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento cerebral y el mismo no se desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de aprendizaje, corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental.

Este daño afecta a toda la sociedad, ya que la principal riqueza de un país es su capital humano y si éste está dañado, ese país no tiene futuro.

Dr. Abel Albino. Presidente y Fundador de CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil – Argentina)

El derecho a la igualdad

Las grandes naciones se construyen con niños leyendo, escribiendo, aprendiendo a desarrollar sus habilidades psico-sociales y de auto conocimiento.  Pero para que los niños puedan aprender estas habilidades primero, tienen que tener un cerebro sano, y para eso, es fundamental la nutrición durante el embarazo y los dos primeros años de vida.

Una persona tiene una variedad de requerimientos básicos para su desarrollo

La desnutrición es una consecuencia de la pobreza. Se trata de una problemática compleja que requiere una solución integral. Las personas que viven esta situación, están carentes de    alimentación, de educación, de sueños, de alegrías, de proyectos y además no tienen dinero para cubrir sus necesidades básicas.  Los especialistas actualmente consideran que para disminuir la desnutrición infantil es necesario  “Cuidar el desarrollo del cerebro con buena nutrición y afecto, necesarios para una vida saludable”.

La desnutrición en la niñez menor de 5 años incrementa los riesgos de muerte e inhibe su desarrollo cognitivo afectando el estado de salud de por vida. El hambre disminuye la escolaridad y  perjudica la capacidad de aprendizaje, compromete la educación de los niños/as, es decir, su capacidad de aprender, clave para insertarse productivamente en un mundo de conocimiento.


Un niño con desnutrición crónica arrastra por el resto de su vida cicatrices en su crecimiento que no se recuperan.

La prevención

Prevenir la desnutrición es cuidar a los niños. Brindarles un ambiente de amor, afecto, cuidado y alimentos apropiados. Hacerlo desde el momento mismo de su concepción, cuidando a la mujer embarazada, promoviendo el crecimiento de las niñas para que cuando en su edad fértil sean madres, puedan criar a sus niños en un ambiente nutricional y afectivamente adecuado.

Cuando faltan alimentos, hay hambre y se requieren soluciones urgentes. Pero resolver el hambre no necesariamente implica combatir la desnutrición. La Nutrición es trascendente, porque sus consecuencias se proyectan en nuestra esperanza y calidad de vida.

El cuidado durante la etapa pre-concepcional, el embarazo y los primeros años de vida, es de vital importancia.

Es importante comprender que la inversión en salud y nutrición solamente es efectiva cuando acompaña y comprende la dinámica del ciclo de vida. El resultado de intervenciones adecuadas durante el periodo pre-concepcional, el embarazo y los primeros años de vida, es mucho mayor que acciones aisladas en cada período. Porque un niño que nace como producto de un embarazo cuidado, de una madre que progresa adecuadamente de peso, que brinda una lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida y alcanza sostenerla hasta los dos años, que introduce alimentos apropiados en el período de la alimentación complementaria y que es capaz de educar hábitos saludables, logra un niño cuya oportunidad de terminar la escolaridad, formar una familia y recrear hábitos virtuosos, es mayor.


No pasemos por alto el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas como si se tratara del “problema de alguien más”. No demos por sentado nuestras comodidades, nuestra relativa seguridad física.
Cada día tenemos la oportunidad de tocar los corazones y las mentes de los demás de varias maneras, por ejemplo: informándonos.

Ya no podemos darnos la espalda mutuamente y quedarnos con la consciencia tranquila. Debemos reflexionar, nuestro más urgente camino en este tiempo de gran contraste, desigualdad, dolor y esperanza.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Monica Achaval

La Rioja, Argentina. Toda persona que anhela de corazón una nueva humanidad, lleva en su interior un sueño para ayudar a crearla. Investigadora en Educación de las Emociones. Comunicadora. Actualmente curso Psicoterapia Gestalt y Periodismo Digital. Colaboro con ONGs solidarias. Trabajo como Freelance. Mi mail es: monica.mgachaval@gmail.com


2 comments

  • Giova Caiza

    24/12/2020 at

    Se omite lo mas importante la CORRUPCIÓN en América Latína, sino se elimina primero este mal siempre habra desnutricion.

    Reply

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