Una vez aprobada la Reforma Energética, debemos divisar escenarios posibles en un futuro no muy lejano. Estas situaciones podrían poner en riesgo la soberanía nacional, además de los claros riesgos ambientales a los que podrían dar lugar.
Expertos como Lori Wallach, de Public Citizen, ya lo han advertido con anterioridad: el sometimiento de dicha reforma a tratados internacionales traerá graves consecuencias para México, sobre todo en materia de recursos energéticos.
En este sentido, la experta hizo referencia al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, en vigor desde 1994) cuyos supuestos beneficios han generado graves desigualdades para México y beneficios para EEUU. El caso de la Reforma Energética no sería excepción.
Como hemos sido testigos, el TLCAN no siempre ha sido beneficioso para México. En efecto, a pesar del desempeño en el comercio exterior, la mayoría de los mexicanos no mejoró su calidad de vida: al contrario, en 2013 había cerca de 15 millones de mexicanos más ocupando empleos informales, el salario mínimo real ha perdido 30% de su valor respecto al 94, y el número de mexicanos en condiciones de pobreza aumentó de 46 a 53.3 millones.
Asimismo cabe resaltar que este tipo de tratados garantizan las ganancias a empresas extranjeras. De esta manera debemos analizar los peligros que se pueden desprender de reglamentaciones como las del TLCAN.
El caso de Ecuador y la petrolera estadounidense Chevron
Para ejemplificar algunos escenarios posibles y advertir sobre los riesgos de la Reforma Energética en México, quisiera hacer un análisis comparativo respecto al pleito legal que surgió en 2013 entre Ecuador y la petrolera Chevron.
Chevron causó un desastre ambiental que contaminó la Amazonia ecuatoriana. Esta situación hizo que el presidente Rafael Correa lanzara una campaña en contra de la petrolera. Poco después, una corte ecuatoriana ordenó embargar la marca y se retiró todo tipo de publicidad y logotipos. Además, Chevron se hizo acreedora a una multa millonaria que ascendió a 9 mil 500 millones de dólares por contaminar dicha zona.
La petrolera mostró su descontento con la resolución y medidas del presidente Correa, por lo que interpuso una demanda en contra del gobierno ecuatoriano, apelando precisamente a los acuerdos bilaterales.
¿Qué quiere decir esto?
En el acuerdo bilateral firmado entre Ecuador y Chevron se establecen las ganancias para la petrolera y el país que representa, EEUU.
El vocero de Chevron para América Latina, James Craig recordó que presentó un arbitraje internacional en Washington contra este país [Ecuador] “por violar las obligaciones bajo el Tratado Bilateral de inversiones entre Estados Unidos y Ecuador, acuerdos de inversión y el derecho internacional”.
Dado que la multa alteraría sus ganancias, la empresa recurrió a dichos acuerdos para tratar de evitar pagar, acudiendo al ámbito del arbitraje de inversión. De hecho, este tipo de acuerdos permite a las transnacionales pasar por alto las normas del país correspondiente si afectaran a sus intereses económicos.
Los peligros para México
Mediante el TLCAN y con la aprobación de la Reforma Energética, México estará sometido a las mismas reglas que en el caso de Ecuador.
Dicha reglamentación proviene del Artículo Transitorio Séptimo de la Reforma Energética, el cual señala: “Las disposiciones legales sobre contenido nacional deberán ajustarse a lo dispuesto en los tratados internacionales y acuerdos comerciales suscritos por México”.
De esta manera, las empresas extranjeras que operen en México y su relación con el gobierno mexicano quedarán sujetos a los acuerdos internacionales y/o bilaterales. En el caso de EEUU y México, el tratado más relevante es el TLCAN, por lo que las acciones de las empresas extranjeras que exploten los recursos energéticos en territorio mexicano estarán reguladas bajo el régimen jurídico del mencionado tratado.
En dicho régimen jurídico, Wallach, abogada egresada de Harvard, destaca que principalmente el Capítulo Once resulta perjudicial para México, ya que con ello pueden obligar al gobierno a anular normas y regulaciones si fueran en contra de sus intereses finacieros, lo que da paso a los llamados derechos supranacionales:
“Estos derechos incluyen una norma garantizada de compensación de costos de regulación y el derecho de demandar al gobierno mexicano ante un tribunal internacional si por alguna razón están insatisfechas con cualquier acción o política gubernamental que consideren que mina sus ‘ganancias esperadas a futuro’.”
De este modo, si alguna de las petroleras ve impedidos sus intereses económicos y expectativa de ganancias, puede apelar a dicho capítulo y pasarse las leyes mexicanas o de cualquier país por el arco del triunfo.
La entrevista realizada a Wallach menciona todos los potenciales peligros del TLCAN en cuanto al sector energético. Pero no es necesario hablar en términos hipotéticos: estos peligros ya se evidenciaron en el caso ecuatoriano, y es de esperar que sucedan en México, especialmente tras la Reforma Energética.
Cabe resaltar la postura crítica de Rafael Correa, quien en este caso defendió el territorio ecuatoriano; en México, en caso de que se diera una situación parecida, no se podría esperar del gobierno una postura similar a la de Correa ya que el régimen jurídico impuesto por los acuerdos firmados, así como la histórica falta de arrojo político en la defensa nacional de lo energético, entre otros, lo impedirían.
El caso expuesto y la previsión de un escenario similar en México es harto probable con base en la historia y las reglas bajo las que vive México desde la firma del TLCAN en 1994.
Conclusiones
Esta crítica no invita a oponerse a los tratados internacionales, ni al intercambio comercial, ni al crecimiento económico de México, sino a pugnar por unas mejores condiciones para ambas partes que equilibren la balanza y eliminen desigualdades, sobre todo en México.
A pesar de las promesas, estos acuerdos comerciales no han beneficiado a la economía local como se esperaba. En algunos casos como los expuestos, incluso han llegado a perjudicar al país y ese marco jurídico regulatorio será aplicable también tras la Reforma Energética.
El medio ambiente no es una cuestión ideológica. Documentar y evidenciar los casos de contaminación por parte de compañías irresponsables es crucial para señalar a los responsables. Existe una organización en contra de Chevron que ha documentado y evidenciado los casos de contaminación de la petrolera: The True Story of Chevron’s Ecuador Disaster. Confiemos en que ello no sea necesario en México, pero si así fuera, la organización de la sociedad civil para denunciar dichos casos es decisiva.
En los próximos años, esta clase de compañías irresponsables con el medio ambiente serán las que estén trabajando en México. En efecto, la aprobación de la Reforma Energética ha abierto la puerta a este tipo de empresas que ya contaminaron el Golfo de México.
Esta situación es alarmante ya que pone en verdadero peligro la soberanía nacional y el medio ambiente, gracias a un punto del acuerdo que deja al gobierno mexicano sin libertad para ejercer presión sobre conductas ilegales o que perjudiquen a la nación.
Ésta es una explicación sin ánimo de lucro
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