18/03/2024 MÉXICO

Un ramadán bañado de sangre palestina, el comienzo de la violencia

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La nueva escalada de violencia entre Israel y la franja de Gaza se ha cobrado ya la vida de más de doscientos palestinos, en su mayoría civiles, y más de mil heridos. La operación militar “Margen Protector” no parece llegar a su fin a pesar de la condena rotunda que ha sufrido por parte de la comunidad interncional.

Tras una semana de la escalada de violencia bajo “Margen Protector”, la operación militar israelí se ha cobrado más de doscientas víctimas entre la población palestina de la franja de Gaza y más de un millar de heridos, la mayoría de ellos civiles entre los que se encuentran decenas de menores de edad.

La madrugada del sexto día de escalada del conflicto, soldados israelíes realizaban una primera incursión por tierra en la zona que duró a penas media hora mientras los ataques aéreos se intensifican –se han denunciado más de 1.200 ataques israelíes desde el comienzo de la operación el martes 8 de julio.

Como ha ocurrido todas las noches desde que se reanudase la violencia entre israelíes y palestinos, los severos bombardeos en Gaza siguieron al lanzamiento de cohetes por el brazo armado de Hamas contra Tel Aviv y otras ciudades de Israel. En este caso, la mayoría de proyectiles fueron derribados por el sistema “Cúpula de Hierro”, que hasta el momento ha neutralizado alrededor de 150 cohetes dirigidos a centros urbanos israelíes.

Según el ejército israelí, desde que dio comienzo la operación Margen Protector, se han disparado más de 800 desde la franja de Gaza. Los cohetes han dejado entre 10 y 15 heridos, dos de los cuales son graves, en Israel. La primera víctima mortal israelí se dio el martes 15 de julio, un hombre que fue herido mortalmente por metralla de una bomba de mortero mientras llevaba comida a los militares apostados junto a la frontera con Gaza.

“Ninguna presión internacional nos impedirá actuar con todo nuestro poder”, sentencia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu

Desde que “Margen Protector” dio comienzo, manifestantes de todo el mundo han salido a la calle para condenar los ataques Israelíes en la franja de Gaza, con protestas masificadas en más de 30 países. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha pedido el cese de las hostilidades en la zona y diplomáticos de alto rango de Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos se han reunido para planear un alto al fuego.

Cohetes de Palestina, Flickr usuario: Ahmad Al-Bazz
Cohetes de Palestina, Flickr usuario: Ahmad Al-Bazz


Por su parte, desde el viernes 11, los gobiernos de Egipto y Qatar gestionan y median con israelíes y palestinos una posible tregua, que parece difícil de llegar: el martes 15 Israel contempló durante seis horas el posible alto al fuego propuesto por Egipto mientras líderes de Hamas aseguraban que no se les había consultado a la hora de negociar . Las críticas internacionales van en aumento pero, aún así, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que “ninguna presión internacional nos impedirá actuar con todo nuestro poder” y que, por tanto, la operación sobre Gaza no será detenida aunque no cuente con ningún apoyo internacional. Por su parte, en una aparición en televisión el presidente palestino, Mahmoud Abbas, ha reprochado a Hamas el lanzamiento de cohetes: “¿Qué intentáis conseguir enviando cohetes?, preguntó para luego añadir: “Preferimos pelear con sabiduría y política”. A su vez, en una reunión de crisis con oficiales palestinos acometía contra el gobierno israelí diciendo que “se trata de genocidio -el asesinato de familias enteras es un genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino. Lo que está ocurriendo ahora es una guerra contra el pueblo palestino y no contra facciones (milicias)”.

[“Se trata de un genocidio –el asesinato de familiar enteras es un genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino”, condena el presidente palestino, Mahmoud Abbas]

Los detonantes de la operación “Margen Protector”

La desaparición y asesinato de tres jóvenes israelíes presuntamente a manos de militantes de Hamas, quienes han desmentido las acusaciones israelíes, fue el comienzo de la nueva escalada de violencia. Como supuesta venganza, un grupo de judíos israelíes secuestraron, apalearon y quemaron vivo a un adolescente palestino. Estos dos terrible hechos son, aparentemente, los desencadenantes de la nueva guerra que asola la región y que tantas vidas palestinas se ha cobrado en tan pocos días.

Sin embargo, las excusas más escuchada por parte del gobierno de Netanyahu durante la última semana han sido del calibre de “actuamos en defensa propia”, “estamos protegiendo a nuestros ciudadanos” o la ya manida “ellos empezaron primero”. La operación militar tiene como objetivo debilitar a Hamas y no va a terminar hasta que el ejecutivo israelí haya conseguido lo que se propone –usando como escusa el fin último de lograr el alto al fuego sobre territorio israelí-, aunque eso implique llevarse por delante decenas de vidas inocentes.


Gaza en datos

Hombre Palestino con su hijo, Basel Yazouri
Hombre Palestino con su hijo, Basel Yazouri

Según los datos oficiales de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), la franja de Gaza acoge a 1,6 millones de habitantes, de los que 1,2 millones son personas refugiadas palestinas, convirtiéndose en una de las zonas con la densidad de población más alta del mundo. En la última década, la escalada del conflicto y el bloqueo ejercido por Israel desde 2007 han creado una dependencia de ayuda internacional por parte del 80% de la población, que ha sufrido un grave retroceso socioeconómico y una grave crisis humanitaria. Desde el bloqueo, el 57% de los hogares de Gaza sufre inseguridad alimentaria ya que es imposible realizar intercambios de productos y servicios o entrar y salir de la franja. El bloqueo también supone la imposibilidad de asistir a la universidad en Cisjordania porque representa “un riesgo indefinido para la seguridad” israelí. De esta manera, a una población con un 50% de desempleo y sin subsidios se le niega el derecho a la educación.

El castigo colectivo es ilegal según el derecho internacional”, avisa el portavoz de UNRWA, Chris Gunnes

El cierre de frontera con Egipto y la destrucción de los túneles que iban de Gaza hasta el país vecino en 2013, por el que se introducía en la franja combustibles, alimentos y agua, solo ha conseguido empeorar la situación. Como consecuencia, por ejemplo, “el acceso al agua potable se redujo entre el 40% de la población de Gaza a 6-8 horas, 3 veces por semana”. Con la nueva escalada de violencia, las autoridades egipcias han tomado la decisión de abrir el paso fronterizo de Rafah mientras los ataque continúen.

De esta manera, todos aquellos con pasaporte extranjero o doble nacionalidad podrán abandonar la franja, aunque muchos serán los que se vean obligados a quedarse e intentar sobrevivir. Por su parte, UNRWA ha activado todos sus dispositivos de emergencia, con 13.000 personas sobre el terreno trabajando con los refugiados e intentando abastecer sus escuelas para acoger al mayor número de desplazados internos posible que podría derivar una incursión terrestre. Durante la primera semana de conflicto 17.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en veinte instalaciones, la mayoría escuelas, de la Agencia de Naciones Unidas.

La situación de violencia es insostenible y la población civil es la más castigada. México, Chile, El Salvador, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos, Turquía, la Unión Europea entre otros –entre los que se incluye el parlamento sirio- han condenado los ataques israelíes sobre Gaza, al igual que el lanzamiento de cohetes por parte de Hamas. La comunidad internacional pide el fin de los ataques mientras el conflicto crece y deja más muertos, heridos y desplazados. Parece que lo que queda es esperar a que se alcance ese acuerdo que nunca está a gusto de todos y que castigan colectivamente a la población ya sea con violencia, con bloqueos o con crisis humanitarias e incertidumbre.


Ésta es una explicación sin ánimo de lucro 

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Raquel Nogueira

Gijón/Madrid, España. Feminista, ecologista y amante de los idiomas. Soy licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual y tengo un máster en Relaciones Internacionales con especialización en Paz y Seguridad Internacional. Me apasiona el periodismo y la escritura, trabajar con ONG y conocer nuevas culturas e idiomas. Viví un año en Estados Unidos y he trabajado en prensa, televisión y departamentos de comunicación. Actualmente vivo en Madrid, trabajo en la revista Ethic y me paso los días buscando nuevos retos y proyectos. E-mail: rqlnogueira@gmail.com


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