28/03/2024 MÉXICO

¿Paz en la península coreana? Así se ha gestado el acercamiento Norte-Sur

Imagen artística de Moon Jae-in y Kim Jong-un [Foto vía Korea Times].
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El pasado 27 de abril, por primera vez un líder norcoreano cruzó el paralelo 38 para ingresar en Corea del Sur, donde se reunió con su presidente, Moon Jae-in. Esto es la antesala para el encuentro que mantendrá Kim Jong-un con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¿Cómo se logró este deshielo? Te lo contamos en este artículo.

La prensa surcoreana informó que tras 67 años de guerra, podría llegarse a un acuerdo de paz entre surcoreanos y norcoreanos antes de finales de abril de 2018. Desde 1953, ambos países se encuentran en un armisticio.Click To Tweet


Entre 1950 y 1953, el conflicto bélico en la península coreana estuvo en su punto de máxima tensión. Después de causar más de 3 millones de muertes y devastar ambos países, el 27 de julio de 1953 se firmó un armisticio que ratificó el paralelo 38 como la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, cosa que dura hasta hoy en día. Esto quiere decir que nunca se firmó la paz entre ambos países. Hasta ahora.

Después de casi siete décadas, los periódicos surcoreanos Korea Times y Munhwa Ilbo informaron que se encuentran avanzadas las negociaciones entre abogados y técnicos de ambos países para aprobar un tratado de paz definitivo. Esto resulta completamente llamativo, teniendo en cuenta que hasta hace unos meses, los medios occidentales hablaban del inminente estallido de una crisis nuclear entre Estados Unidos y Corea del Norte.

Diplomacia coreana paso por paso

El pasado 27 de abril, por primera vez un presidente norcoreano cruzó el paralelo 38 para ingresar a Corea del Sur, donde se reunió con Moon Jae-in. Esto es la antesala para el encuentro que mantendrá con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¿Cómo se logró este deshielo?

1. El cambio de gobierno en Corea del Sur: Un elemento fundamental para que las negociaciones entre las Coreas tengan lugar, fue la llegada de Moon Jae-in a la Casa Azul de Seúl (Cheongwadae en coreano). Moon, de 65 años, pertenece al Partido Democrático, de orientación liberal. Sus principales alineamientos en política exterior son profundizar el diálogo con Corea del Norte, basados en la antigua política de “rayos del sol”, mejorar las relaciones con China y poner freno a la relación militar con Estados Unidos.

Esto difiere mucho de la posición de la ex presidenta Park Geun-hye (2013 – 2017), destituída y recientemente condenada a 24 años de prisión por abuso de poder y corrupción. Park, conservadora e hija del ex dictador Park Chung-hee, tenía una posición mucho más dura frente a su vecino del norte, lo cuál generó enormes retrocesos al proceso de acercamiento iniciado en los años ’90.

Para los conservadores surocoreanos, herederos de los gobiernos militares de Park Chung-hee y Chung Doo-hwan (1963 – 1987) y nucleados en el Partido de la Libertad (Saenuri), detrás de la remoción de la presidenta Park Geun-hye se encuentra la inteligencia de Pekín y Pyongyang, que pretenden ubicar en la Casa Azul de Seúl alguien dispuesto a un mayor acercamiento con Corea del Norte. Este razonamiento no suena para nada fuera de la lógica, si tenemos en cuenta que desde 2008, cuando los conservadores regresaron al poder, las relaciones con Corea del Norte han ido de mal en peor, tirando por la borda todos los avances hechos durante la década de 1990 en materia de cooperación y aplicando una política de “mano dura” hacia el país vecino.


Moon tiene amplia experiencia relacionándose con su vecino del norte. Mientras fue jefe de gabinete de Roh Moon-Hyun, ofició como máximo responsable de la preparación del encuentro que éste mantuvo con Kim Jong Il en octubre de 2007.

2. Primeras conversaciones oficiales: Después de dos años de tensión, en enero de 2018, delegaciones de Corea del norte y Corea del Sur, mantuvieron conversaciones oficiales durante más de 11 horas. Los principales temas tratados tuvieron que ver con los reclamos surcoreanos para la desnuclearización de la península.

3. Juegos Olímpicos de Pyeongchang: Históricamente, las olimpiadas están cargadas de contenido simbólico y político, y los Juegos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) de febrero de 2018 no fueron la excepción. Corea del Norte aprovechó la fuerte presencia internacional a pocos kilómetros de sus fronteras para realizar una interesante movida diplomática que pocos esperaban. El líder norcoreano envió como parte de la delegación de su país a su hermana Kim Yo-jong, quien no sólo es su mano derecha sino que también es la subdirectora de Propaganda del régimen. Esto es un hecho histórico, ya que es la primera vez que un miembro de la dinastía Kim visitó Corea del Sur. Kim fue un paso más allá, y extendió una invitación a Moon Jae-in, por medio de su hermana, para visitar Pyongyang y continuar con el clima de reconciliación.

Moon Jae-in (Presidente de Corea del Sur) y Kim Yo-jong. [Foto vía NDTV.com].


4. Profundización de las negociaciones con EE.UU.: Ambos países saben que una reconciliación entre ambas Coreas, también requiere el apoyo de las potencias involucradas en el conflicto desde un principio: Estados Unidos y China. En marzo de 2018, Moon Jae-in, haciendo uso de sus habilidades diplomáticas, organizó dos encuentros claves para la historia de este conflicto. Primero, para el 27 de abril, Moon logró concretar de forma exitosa una Cumbre con su par norcoreano en Seúl. A raíz de este histórico encuentro —el primero en el cuál un presidente norcoreano pisa suelo de su contraparte en el sur— se han logrado avances significativos. Algunos de ellos simbólicos, como el freno de la propaganda belicista en ambos países, y la adaptación del huso horario norcoreano para coincidir con Corea del Sur. Otros de ellos, más significativos, como el acuerdo para avanzar en la desnuclearización de la península y un desarme gradual.

Además, a mediados de mayo, se realizará un encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un. El 22 de mayo, unos días después, Donald Trump se reunirá también con Moon Jae-in para continuar profundizando la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur.

El rol de Estados Unidos y China 

El involucramiento de estos países en el conflicto de Corea, se ha dado desde que estalló en la década de 1950. Las crónicas cuentan que el líder chino Mao Zedong, envió un millón de soldados a combatir, entre los cuales se encontraba su hijo, muerto en batalla. Por su parte, Estados Unidos tiene hoy en día 28 mil 500 soldados en Corea del Sur.

Desde qué asumió su gobierno, Donald Trump se ha encargado de aumentar la tensión en la península, involucrando y responsabilizando a China de sostener el régimen norcoreano. Implementando a la perfección lo que Richard Nixon llamó “Teoría del Loco”, Trump buscó demostrarle a Kim Jong-un y Xi Jinping, que estaría dispuesto a atacar al régimen de Pyongyang con todo el poderío estadounidense. Durante una visita de su par chino en su residencia de Mar-a Lago, Trump decidió precipitadamente bombardear la ciudad siria de Homs desde sus portaviones en el Mar Mediterráneo. Esta acción fue también leída como un mensaje a Xi, y por medio de él a Corea del Norte. “Así como bombardeamos Siria, estamos dispuestos a hacer lo mismo en Corea del Norte si China no colabora”, podía leerse entre líneas.

Sin embargo, antes de que la escalada de tensión llegara a su punto más alto, los diálogos entre los cuatro involucrados permitieron calmar las aguas. Aquellos más escépticos dirán que la crisis ha sido manejada a la perfección por Kim Jong-un, quien ha logrado avanzar lo suficiente su programa nuclear como para sentarse a negociar en una posición más fuerte.


El gran desafío: Una paz duradera

Kim Jong-un y Moon Jae-in apunto de saludarse en su famoso primer encuentro.

Desde hace casi 70 años esta región se encuentra en permanente conflicto. Si bien en distintos momentos de la historia ha habido intentos de apaciguar las tensiones y momentos de paz, no han sido duraderos por diversas razones. Hoy en día, el principal objetivo de todos los negociadores es consolidar la paz en la península coreana y que esto permita un intercambio comercial más fluido en la región. De hecho, China es el principal socio comercial de Corea del Sur y Corea del Norte.

Desde el punto de vista de los liberales surcoreanos, una reunificación de la península bajo una sola bandera no es un objetivo deseable. Sin embargo, esto no es así para los conservadores. Los constantes cambios de poder en una democracia como la surcoreana llevan a que la estrategia de relacionamiento con su vecino del norte no pueda ser constante, debido a lo crucial que resulta este tema para toda la sociedad. Esto deriva en un doble desafío para Moon: lograr un acuerdo con Corea del Norte, y asimismo consolidar una posición que permita satisfacer a la mayor parte del frente interno. Hasta el momento, el flamante presidente se encuentra en la cima de su popularidad.

Sin embargo, es importante recordar que éste no ha sido el primer encuentro prometedor entre presidentes de ambos países. El gran desafío a futuro es poder avanzar en las negociaciones consolidando la confianza entre ambos países para el cumplimiento de los acuerdos.

¿Podrá la península coreana por fin consolidar la paz? Sin duda, para ello, el diálogo es el primer paso.Click To Tweet

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Augusto Salvatto

Buenos Aires, Argentina. Licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, y especialista en América Latina Contemporánea. Llevo 21 vueltas al sol en Buenos Aires y una en Santiago de Chile. Amo viajar y el olor de los libros viejos. Email: augusto.n.salvatto@gmail.com


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