28/03/2024 MÉXICO

El matrimonio infantil aún es una realidad en EE.UU.

Un hombre de 65 años posa con una niña vestida de novia en un experimento social en Times Square, Nueva York. [Foto: Coby Persin vía Youtube]
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Aproximadamente 248.000 niños se han casado entre 2000 y 2010 en Estados Unidos. El matrimonio infantil es una realidad poco conocida que aún ocurre en la primera potencia mundial, para sorpresa de muchos. En la mayoría de los casos, se trata de niñas casadas con hombres adultos, hecho que está relacionado con la pobreza, el maltrato, y diversos padecimientos psicológicos.

Si oímos hablar de matrimonio infantil, probablemente nos vendrán a la cabeza países como India o Afganistán, pero no Estados Unidos. No obstante, en la primera potencia mundial, 248.000 niños se han casado entre 2000 y 2010, según Unchained at Last, una organización que ayuda a mujeres y niñas a escapar de matrimonios forzados en Estados Unidos. En la mayoría de los casos, se trata de niñas obligadas a casarse con hombres adultos, llegándose a registrar casos en que las menores tenían ni 10 años.

En su política exterior, el propio Departamento de Estado califica el matrimonio infantil como un “abuso de los derechos humanos” que habitualmente perpetúa la desigualdad de género, obviando que en Estados Unidos también ocurre este fenómeno. ¿Cómo es posible que a pesar de predicar de puertas a fuera que las bodas que involucren a menores son una violación de derechos, éstas ocurran dentro de sus fronteras?

Niña llevando un vestido de novia. [Foto: Amy Ann Brock Meyer vía WikimediaCommons].

Aunque la legislación estadounidense establece los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, en las leyes de los 50 estados hay excepciones que autorizan las bodas por debajo de este mínimo de edad. En por lo menos 36 estados, los menores pueden casarse con consentimiento judicial. Y en 34 estados, los jóvenes de 16 y 17 años pueden casarse con el permiso de sus padres. Dos estados, Massachusetts y New Hampshire, permiten que las niñas de 12 años y los niños de 14 años se casen con permiso de los padres y el de un tribunal, según Pew Research Center. En algunos estados se permiten matrimonios sin un mínimo de edad en el caso que la menor esté embarazada o haya dado recientemente a luz. Como por ejemplo, en Florida, donde se permitió que Sherry Johnson, con 11 años y embarazada, se casara con su violador.

Cuando tenía 10 años, Sherry Johnson fue violada por un clérigo y un parroquiano de la iglesia pentecostal a la que asistía con su familia. Al quedarse embarazada, los servicios de protección infantil empezaron a investigar su caso. Su familia y los dirigentes de la congregación decidieron que la manera más sencilla de evitar una investigación criminal era organizar una boda. De este modo, con 11 años, Sherry fue coaccionada para que se casase con el parroquiano de 20 años que la había violado. La niña dejó la escuela y llegó a tener hasta nueve hijos con su marido/violador.

Como Sherry, la mayoría de niñas esposas provienen de familias que siguen vertientes conservadoras del cristianismo, el islam, el judaísmo u otras religiones. Por este motivo, los jueces permiten los enlaces, ya que consideran que no se tienen que inmiscuir en lo que consideran costumbres religiosas y/o culturales.


Varias ONG intentan ayudar a estos niños y niñas a escapar de los matrimonios forzosos, pero se encuentran con varios escollos a la hora de hacerlo. La fundadora de Unchained at Last, Fraidy Reiss, explica que si ayudan a un menor a escapar de casa y lo acogen en un refugio, pueden ser acusados de secuestro. Además, Reiss relata que los contratos con niños son, generalmente, anulables. Por lo tanto, no pueden contratar los servicios de un abogado. La fundadora de Unchained at Last añade: “La mayoría de los niños, en términos generales, no están autorizados a emprender una acción legal en su propio nombre, lo que significa que un niño se le permite casarse, pero ni siquiera se le permite pedir el divorcio y una orden de alejamiento”.

Ante estas dificultades, algunas ONG han decidido presionar y/o participar para que se cambien las leyes en todos los estados, de tal manera que no sea posible, bajo ninguna excepción, que un menor de edad contraiga matrimonio.

Cambios legislativos en varios estados

En los últimos dos años, varios estados han cambiado su legislación para enmendar el problema de los matrimonios infantiles, pero no lo han solucionado del todo. El pasado mes de junio, el Estado de Nueva York abolió el matrimonio para los  menores de 17 años, dejando desprotegidos a los que les queda un año para cumplir la mayoría de edad.

Virginia y Texas aprobaron una ley similar, permitiendo casarse sólo a los menores emancipados de entre 16 y 18 años. No obstante, esta legislación deja la puerta abierta a que los padres obliguen a sus hijos a emanciparse para después forzarlos a un matrimonio no deseado.


En Nueva Jersey, una ley que prohibía las bodas de menores de 18 sin ninguna excepción fue aprobada con una gran mayoría en ambas cámaras legislativas estatales. Sin embargo, el gobernador del Estado y aliado de Trump, Chris Christie, vetó condicionalmente la nueva ley. Según Christie, esta ley entraría en conflicto con las costumbres religiosas de varias comunidades de Nueva Jersey. Por este motivo, en lugar de la prohibición total, el gobernador propone establecer la edad mínima de casarse a los 16 años, y que para los matrimonios entre los 16 y 17 años sea necesario el consentimiento de un juez.

Protesta organizada por Unchained at Last en contra del matrimonio infantil en Boston, el día 11 de mayo de 2017 [Foto: Susan Landmann vía www.unchainedatlast.org].

Por segundo año consecutivo, los legisladores de Maryland no aprobaron una ley para eliminar esta problemática social. Lo mismo ocurrió en New Hampshire, donde los parlamentarios votaron “no” a una ley originariamente impulsada por una girl scout de 17 años, Cassandra Levesque. Un diputado republicano opositor a la ley declaró que el matrimonio infantil es apropiado en circunstancias especiales, como en caso de embarazo.

En California, el proyecto de ley para acabar con esta lacra social ha sido diluido hasta tal punto que sólo exige a los tribunales que determinen si un menor es forzado mediante entrevistas individuales con los afectados. Además de retirar el requisito de edad. Y en otros estados como Massachusetts, Pensilvania y Florida hay leyes pendientes de aprobación. Y en Colorado, Washington y Utah se están planteando seguir el mismo camino.

Las consecuencias del matrimonio infantil sobre la vida de los menores 

Los niños y las niñas que contraen matrimonio padecen sus efectos negativos al largo de su vida, ya que el enlace limita su desarrollo y su salud. Sin embargo, según Unicef, las niñas son las más afectadas de manera desproporcionada, porque hay una probabilidad mayor que éstas se convierten en esposas que los niños. Y, además, en el caso de las niñas, es más habitual que el matrimonio limite su escolaridad, el contacto con sus amigos y su movilidad.


El matrimonio infantil amenaza directamente la salud y el bienestar de las niñas, debido a que se enfrentan a dificultades a la hora de proteger su salud sexual y reproductiva. Frecuentemente, no disponen de la información de sus derechos en estos campos y terminan con embarazos no deseados a edades muy tempranas, cuando aún no son lo suficiente maduras física y psicológicamente para ser madres. Como en la mayoría de los casos el marido es un hombre adulto, las niñas son impotentes a la hora de rechazar las relaciones sexuales —padeciendo violaciones continuamente desde su noche de bodas— y de insistir a sus cónyuges para que utilicen métodos anticonceptivos. Asimismo, cabe destacar que en muchos casos las niñas son casadas con sus violadores para acabar con las investigaciones policiales por abuso infantil.

Además de la violencia sexual, las mujeres que se casan antes de los 18 años tienen el triple de probabilidades de ser maltratadas físicamente por sus esposos que las que lo hacen a los 21 años o posteriormente, según el World Policy Analysis Center.

El matrimonio infantil también está relacionado con una serie de trastornos psiquiátricos. Un estudio demostró que el matrimonio infantil está asociado significativamente con todos los trastornos, excepto la ludopatía, el trastorno de personalidad histriónica y el trastorno de personalidad por dependencia. Los trastornos más frecuentes son los depresivos, dependencia de la nicotina, fobias específicas y el trastorno antisocial de la personalidad.

Clip de un vídeo para concienciar sobre el matrimonio infantil producido por Bridal Musings, uno de los blogs de bodas más influyentes del mundo, para Unicef [Foto vía Unicef].

Asimismo, el matrimonio a edades tan tempranas socava la educación y las oportunidades económicas de las niñas y las adolescentes. Las mujeres que se casan antes de los 19 años tienen un 50% más de probabilidades de abandonar la educación secundaria que sus compañeras no casadas, y es cuatro veces menos probable que terminen una carrera universitaria. En parte, esto es debido a que las mujeres que se casan en su adolescencia tienden a tener más hijos y más seguidos.

Las madres adolescentes que contraen matrimonio antes de dar a luz tienen menos probabilidades de volver al instituto que las que no se casan. En general, las madres adolescentes que se casan y luego se divorcian tienen más probabilidades de terminar viviendo en la pobreza, mientras que las madres adolescentes que permanecen solteras tienen mejores resultados financieros a largo plazo. Además, las mujeres casadas antes de los 18 años también tienden a cobrar salarios más bajos y a vivir en condiciones de pobreza. Y finalmente, cabe destacar que entre el 70% y el 80% de los matrimonios infantiles acaban en divorcio.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Rut Turch

Móra la Nova, Catalunya. Coeditora de DDHH en United Explanations. Licenciada en Periodismo por la UAB y Posgrado en Periodismo Digital por la UOC. Me apasionan las RRII, la literatura, el cine y aprender idiomas.


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