29/03/2024 MÉXICO

Irán y el mundo: la era del acuerdo nuclear

Foto War and Peace - Iran
El pasado sábado 16 de enero se celebró, en el Palacio de Pedralbes de Barcelona, el seminario War & Peace in the 21st Century. Iran and the World: Issues and Perspectives, en el que varios expertos internacionales debatieron sobre los motivos, el alcance y las repercusiones del acuerdo nuclear entre Irán y Occidente. Este es un reportaje sobre la jornada y los temas que se debatieron en ella.

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El pasado sábado 16 de enero de 2016 se celebró, en el Palacio de Pedralbes de Barcelona, el seminario War & Peace in the 21st Century. Iran and the World: Issues and Perspectives. El seminario, organizado por el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) –influyente think tank español dedicado al ámbito de las Relaciones Internacionales–, contó con la presencia de diversos expertos de primer nivel en dicho campo de estudio y, especialmente, en el tema que nos ocupaba a todos los asistentes: el acuerdo nuclear iraní.

Entre los conferenciantes se encontraba Javier Solana –figura clave de la política europea que ostentó diversos cargos en el gobierno español, fue Secretario General de la OTAN, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Comandante en Jefe de la EUFOR– que, ya en el inicio, señaló que él mismo había propuesto el tema del seminario. La elección se debía a la importancia que tenía la implementación del acuerdo nuclear, tanto para Teherán, que gracias al fin de las sanciones económicas internacionales vería aumentar su presupuesto enormemente, como para el mundo, que se volvería un lugar más seguro.

Las palabras de Solana no podían ser más acertadas. El mismo día 16, el Organismo Internacional de Energía Atómica confirmaba el cumplimiento del acuerdo nuclear por parte de Irán. Automáticamente, Estados Unidos y la UE anunciaron el fin de las sanciones económicas al régimen islámico, lo que hizo que la jornada se convirtiera en un día tan histórico como el 14 de julio de 2015, día en que el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) e Irán llegaron al acuerdo.

Irán y sus vecinos, Irán y el mundo

La jornada comenzó con un hecho destacable: la disculpa por la falta de asistencia de Suzanne Maloney (miembro de la Brookings Institution y ex asesora política del Departamento de Estado de EUA), que perdió su vuelo por problemas en el control del aeropuerto.

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Roberto Toscano. Imagen: Youtube.


Así, el primero en entrar en materia fue Roberto Toscano, ex embajador de Italia en Irán, que resaltó la estrecha relación que hay entre la política interna y la política exterior en el país islámico. Esta vinculación no solo se encuentra en el ámbito gubernamental sino que también está presente en el subconsciente colectivo. Además, Toscano señaló la influencia que ha ejercido en Irán el aislamiento internacional al que se ha visto sometido el régimen desde 1979.

Después de esta breve intervención, Mahmood Sariolghalam, profesor de Relaciones Internacionales en la School of Economic and Political Sciences Shahid Beheshti University, comenzó explicando que desde después de la revolución, la política exterior iraní ha sido errática. Sariolghalam transmitió la idea de que Irán no se ha ligado en ningún momento a una estrategia concreta respecto a la política “vecinal”. La única estrategia que se ha mantenido constante ha sido una política de contención para mantener su poder regional, cosa que a su vez era imprescindible para mantener la estabilidad interna del régimen.

Al mismo tiempo, el profesor expuso una clave de la política iraní: la separación entre la presidencia, que en el mejor de los casos controla la economía del país, y las instituciones religiosas, que dominan la política de seguridad y defensa. En muchas ocasiones ambas instituciones han divergido. Sin embargo, las malas condiciones de la economía del país han permitido (o forzado) la convergencia de dichas instituciones, que han visto que la obertura de Irán al mundo era un hecho necesario para acabar con el malestar económico; cosa que puede conseguirse a través de la integración del país en la economía global.

Mahmood Sariolghalam en el Foro Económico Mundial. Imagen: World Economic Forum Flickr.
Mahmood Sariolghalam en el Foro Económico Mundial. Imagen: World Economic Forum Flickr.


Por otra parte, Sariolghalam enfatizó que “Irán no es China”. Es decir, el régimen islámico no puede cambiar su política y abrirse al mundo manteniendo sus instituciones internas, siguiendo un modelo similar al chino. Así que el régimen tendrá que cambiar, normalizar su relación con el mundo y, sobretodo, aproximarse a EUA y la UE; hechos que, según el profesor, sucederán en el medio plazo.

Seguidamente llegó el turno de Jean-Marie Guéhenno, presidente del International Crisis Group. El experto inició su discurso contraponiendo, en parte, la visión que había presentado el anterior ponente respecto a la estrategia “defensiva” (o de contención) iraní y a la imagen de un Irán muy debilitado debido a la necesidad de reestructurar su economía. Guéhenno argumentó que ésta puede ser la situación del país pero que, no obstante, no es la visión de Irán que tienen los demás países de la región.

En este sentido, países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos no ven Irán como un Estado defensivo sino más bien como una potencia con un gran número de población, que además es consciente de su tradición milenaria y que posee una amplia capacidad militar. Así, estos países ven Irán no ya como una amenaza al orden global sino como una amenaza militar real. Ejemplo de ello es la ejecución del líder chií al-Nimr por parte del gobierno saudí. Para Riad, dicha ejecución es una demostración de fuerza ante un Irán implicado en luchas contra los suníes en Yemen, Siria e Irak.

Jean-Marie Guéhenno. Imagen: Brookings.edu
Jean-Marie Guéhenno. Imagen: Brookings.edu

Por tanto, Guéhenno concluyó que, si uno de los principales objetivos del acuerdo nuclear es pacificar Oriente Medio, hay que tener en cuenta que existe una tensa relación entre los países de la región e Irán, más allá de su programa nuclear. De tal manera, por mucho que el acuerdo sea un paso histórico, las relaciones entre Irán y Arabia Saudí (principales actores que luchan por el poder hegemónico regional) no se pacificarán por sí solas si no hay una fuerte mediación internacional. En esta línea, el experto ve dos puntos clave: 1. Turquía (Estado con una larga tradición histórica y una importante capacidad militar), en calidad de aliado de Occidente puede jugar un rol importante en esta tarea de mediación; y 2. La guerra en Yemen puede ser una oportunidad para establecer un acuerdo entre Teherán y Riad. Así, si se consigue acabar con este conflicto mediante la diplomacia, se creará un marco que facilitará nuevos acuerdos.


Llegados a este punto, le tocó exponer sus tesis a Shireen Hunter, profesora de investigación de la Georgetown University, que ofreció una visión más amplia del rol de Irán en Oriente Medio. En primer lugar, Hunter habló sobre el aislamiento de Irán y sus peculiaridades respecto de los demás países de la región. Según la experta, el Estado chií tiene unas características religiosas, culturales y políticas muy distintas de las de sus vecinos; lo cual llevó a la siguiente pregunta: ¿la sociedad iraní, es una sociedad solitaria o el aislamiento internacional es una política gubernamental?

Probablemente hay más de lo segundo que de lo primero; sin embargo, Hunter resaltó que lo que más ha aislado al régimen iraní es la política gubernamental, no iraní sino occidental. El régimen chií ha sido acusado de financiar el terrorismo internacional, ¿pero no hace exactamente lo mismo Arabia Saudí? Entonces, ¿por qué la monarquía wahabita tiene el apoyo de Occidente? De la misma manera, Turquía cuenta con dicho apoyo pero, ¿no es cierto que Irán trata mejor a sus minorías étnicas que el Estado turco? Por ejemplo, ambos países cuentan con una minoría kurda que, sin duda, está menos perseguida en el régimen de Khamenei.

Por tanto, la cuestión es: ¿qué hace que Irán haya recibido una presión tan grande por parte de los gobiernos occidentales? La respuesta es que el país nunca ha tenido un valor intrínseco para Occidente sino que ha sido utilizado como una herramienta para equilibrar los poderes regionales. Prueba de ello es que Irán jamás ha sido una colonia occidental. De tal manera, dado que Turquía y Arabia Saudí sí que poseen dicho valor, cuentan con el apoyo de Occidente.

Shireen Hunter. Imagen: Youtube.
Shireen Hunter. Imagen: Youtube.

Así, en la medida en que los dos países rechazan a Irán como una sociedad más de Oriente Medio, los gobiernos occidentales también han adoptado esta política de rechazo. Esto significa que el origen del aislamiento de Irán se encuentra en las sociedades árabes y turcas, que deben aceptar la legitimidad del régimen chií de existir y tener un rol en la región.

Finalmente, Hunter explicó un par de claves más para conseguir la tan deseada paz en Oriente Medio. Primeramente, apuntó que Estados Unidos tiene una imagen de Irán muy sesgada y que las sociedad y gobiernos europeos entienden el régimen mucho mejor. Lo cual hace que Europa tenga un papel preponderante a la hora de intentar mediar y crear un balance entre Irán, Turquía y Arabia Saudí. Y, en segundo lugar, la profesora resaltó la importancia del acuerdo nuclear en este objetivo de pacificación regional y, además, se cuestionó si el siguiente gobierno de EUA sería capaz de seguir con dicho acuerdo.

Con esta cuestión llegamos a la última intervención de la primera parte del seminario, que vino de la mano de Bijan Khajehpour, socio director de Atieh International. Khajehpour ofreció una perspectiva más economicista y expuso que el acuerdo nuclear no solo se explica por la caída de Ahmadineyad y la llegada de Hassan Rouhani al poder (2013), sino que, en parte, el acuerdo es la respuesta de Irán a dos fracasos previos. Primero, el régimen de Ahmadineyad fracasó al intentar atraer a diversos estados de Oriente Medio con sus posturas antiamericanas, antiisraelís y antioccidentales, que buscaban la complicidad de países como Egipto o Turquía.

Y, en segundo lugar, el régimen también fracasó en su intento de superar a Turquía en el plano económico, debido a varios factores socioeconómicos: 1. Envejecimiento progresivo de la sociedad (ya que las parejas no quieren tener hijos en un régimen represivo), 2. El aislamiento provoca una falta de Inversión Extranjera Directa y de tecnología, y 3. La corrupción institucional es tan elevada que el mismo Rouhani la declaró una amenaza para la seguridad nacional.

Bijan Khajehpour. Imagen: Wilson Center's Iranian business.
Bijan Khajehpour. Imagen: Wilson Center’s Iranian business.

Según Khajehpour, todas estas lacras para la economía iraní provocan, además, que no surja una clase media bien asentada. Sin embargo, en su opinión, todos estos factores se pueden solucionar con el resurgimiento de Irán como un actor plenamente integrado en la comunidad internacional. Así, sabiendo que el acuerdo nuclear significa el fin del aislamiento y la apertura a los mercados y al comercio internacional, el régimen ha entendido la necesidad del mismo.

En definitiva, Khajehpour explicó que la apertura del régimen era la solución a sus fracasos previos y que dicha apertura pasaba por la consecución del acuerdo. Además, puntualizó que esta nueva era en las relaciones entre Irán y el mundo también podía beneficiar a Europa ya que el Viejo Continente tiene, ahora mismo, tres grandes problemas: 1. Crisis económica, 2. Crisis de refugiados, y 3. Crisis diplomática con Rusia. En este sentido, Irán puede ser un nuevo socio comercial para Europa, una nueva fuente de gas, y puede ayudar a gestionar y/o frenar la llegada de refugiados al continente.

Las aclaraciones más relevantes

Al acabar la última intervención (y antes de un descanso que daría paso a la segunda parte del seminario), se dio la oportunidad a los ponentes de que expusieran aquello que querían puntualizar, corregir o rebatir sobre todo lo que se había dicho hasta el momento.

Con este objetivo, Jean-Marie Guéhenno hizo la primera intervención para remarcar la agresiva respuesta saudí al acuerdo nuclear con Irán. Riad ha adoptado una política agresiva respecto al régimen chií (cosa que se demuestra con su entrada en la guerra de Yemen) porque, según Guéhenno, está viendo perder su relación preferencial con Estados Unidos que, hasta ahora, le garantizaba cierto rol dominante en Oriente Medio.

La consecución del acuerdo nuclear y la caída de regímenes como el de Mubarak en Egipto han puesto de relieve que EUA cuida poco a sus aliados. Al menos eso es lo que percibe la monarquía wahabita que, ante esta situación, ha iniciado dicha política agresiva.

A raíz de esta aportación inicial, Shireen Hunter añadió que, quizá, lo que busca el gobierno saudí con esta política es que Irán sobrereaccione y responda agresivamente; lo cual sería un paso en falso que podría derrumbar la mejora de las relaciones con EUA o incluso podría provocar un contraataque por parte del gobierno norteamericano.

A continuación, Mahmood Sariolghalam quiso enfatizar la falta de entendimiento entre árabes e iraníes, que ha provocado una falta de comunicación social, cultural, política y económica entre ambos grupos sociales. En este sentido, Sariolghalam también señaló que los europeos son los que más interés muestran y mejor entienden la sociedad y cultura iraníes. Y acabó destacando la importancia que tendrá el desenlace del conflicto sirio en la futura configuración de Oriente Medio, algo que, según el profesor, no se decidirá hasta después de las elecciones en Estados Unidos.

Reactor nuclear iraní Arak IR-40. Imagen: Nanking2012 vía Wikipedia.
Reactor nuclear iraní Arak IR-40. Imagen: Nanking2012 vía Wikipedia.

Evaluando el expediente nuclear iraní

Pasado el descanso, la segunda y última parte del seminario fue presentada por Pere Vilanova, investigador del CIDOB y profesor de ciencia política en la Universidad de Barcelona. Esta parte profundizaría mucho más en las implicaciones del acuerdo nuclear; sin embargo, Vilanova quiso dejar paso a los dos ponentes que se encargarían de esa labor y simplemente hizo una rápida introducción en la que destacó que actualmente ya no nos encontramos en un mundo unipolar. En este sentido, ningún país puede actuar con total libertad sino que hay una interdependencia entre los estados del planeta.

La argumentación de Vilanova quería resaltar la idea de que las negociaciones nucleares con Irán (sobre todo por parte de Estados Unidos) demuestran este nuevo panorama de interdependencia. Adicionalmente, el profesor añadió más argumentos a un punto que ya había sido señalado con anterioridad: la competencia entre Arabia Saudí, Turquía e Irán en Oriente Medio.

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Pere Vilanova. Imagen: ara.cat.

En esta línea, Vilanova dijo que Turquía e Irán ya habían mantenido una competición histórica por el dominio de Asia Central; y que Irán, a diferencia de Arabia Saudí, es un Estado que ejerce el liderazgo del chiismo en el mundo. En cambio, la monarquía wahabita no puede atribuirse el mérito (o la ventaja) de ser el único líder sunita global, lo cual añade más temores al gobierno saudí.

Dicho esto, el profesor cedió el turno a Hossein Mousavian, investigador asociado en la Woodrow Wilson School of Public and International Affairs de la Princeton University y ex-portavoz del equipo iraní de negociación nuclear en el período 2003-2005, que comenzó resaltando la importancia del acuerdo nuclear en tanto que es el primer pacto real entre Irán y Occidente desde la caída del Shah. Mousavian, siempre en un tono lento y calmado, prosiguió destacando que dicho acuerdo representa el fin de unas duras sanciones económicas impuestas a Irán desde tres niveles: Estados Unidos, Unión Europea y Naciones Unidas.

Sin embargo, Mousavian mostró preocupación respecto al futuro del pacto. Mientras que China, Rusia y la UE no tendrían ningún problema en llegar a un acuerdo total para hacer de Irán un país más de la comunidad internacional, Estados Unidos podría acabar con este nuevo panorama. La oposición interna en el país norteamericano (en clara referencia al Partido Republicano y sus votantes) podría ser la que acabara con el acuerdo. Por otra parte, el ex-portavoz del equipo de negociación iraní señaló que en Irán también había habido una fuerte oposición pero que, finalmente, el Parlamento, el gobierno, el Consejo de Seguridad Nacional y el Líder Supremo habían aprobado seguir el camino de la concordia.

Este camino abre, además, un nuevo horizonte para las relaciones Europa-Irán. Es de prever que el acuerdo hará que aumente el comercio entre ambos actores y permitirá una mayor cooperación en temas de seguridad: desde los conflictos de Afganistán, Siria e Irak, hasta la lucha contra el terrorismo internacional (especialmente representado por el ISIS) y el tráfico de drogas.

Hossein Mousavian. Imagen: princeton.edu.
Hossein Mousavian. Imagen: princeton.edu.

Hablando de este asunto, Mousavian dejó entrever que dichas relaciones entre el régimen chií y los países europeos podrían haber sido mejores mucho antes. Si esto no fue así fue porqué la política exterior europea está condicionada por la estadounidense. Por tanto, cuando Estados Unidos estaba decidido a combatir el régimen iraní (sobre todo bajo acusaciones de patrocinio del terrorismo internacional), las relaciones entre Irán y Europa eran tensas. Sin embargo, con la llegada de la Administración Obama, el país se ha dividido respecto a la cuestión iraní, la cual cosa ha dado más margen a Europa para relacionarse con Irán. Así, una vez más, para Mousavian la cuestión es: ¿qué pasará tras el mandato de Obama?, ¿progresará el restablecimiento de las relaciones entre Irán y Occidente?

Sin poder responder a esta pregunta, a lo largo de la exposición Mousavian resaltó dos grandes ideas. En primer lugar, está claro que sin una colaboración entre Arabia Saudí, Turquía e Irán, es imposible imaginar un Oriente Medio estabilizado. Por eso es de vital importancia que EUA, la UE y el Consejo de Seguridad de la ONU trabajen para fomentar esta colaboración, especialmente convenciendo a Arabia Saudí de que la amenaza real para la monarquía no es Irán sino el terrorismo representado por el ISIS.

Y en segundo lugar, el experto puso sobre la mesa la necesidad de extender el acuerdo nuclear iraní. Este pacto es el acuerdo de no-proliferación nuclear más estricto jamás alcanzado en ningún país y, por ende, si se globalizara se garantizaría la no-proliferación en el planeta. No obstante, viendo que esta afirmación podía parecer “utópica”, Mousavian dijo que, al menos, el acuerdo debería regionalizarse para asegurar un Oriente Medio libre de armas nucleares.

Con esto en mente, llegamos al turno de exposición del último ponente de la conferencia, Trita Parsi, fundador y presidente del National Iranian American Council, que comenzó su charla enumerando los que, para él, son los cuatro puntos clave del pacto nuclear. El acuerdo: 1. Es el triunfo de la racionalidad ante todas las alternativas irracionales, 2. Se ha conseguido priorizando la diplomacia a la guerra, 3. Se empezó a gestar justo al borde de una guerra abierta (presumiblemente iniciada por Estados Unidos y sus aliados contra Irán), y 4. Es único y perdurable.

Trita Parsi. Imagen: thinkprogress.org.
Trita Parsi. Imagen: thinkprogress.org.

Dicho esto, Parsi quiso aclarar algo que, a su parecer, los políticos y la sociedad norteamericana tienen mal entendido. En Estados Unidos tienen la visión de que el acuerdo se ha alcanzado gracias al efecto de las sanciones económicas (especialmente las europeas) sobre el régimen de Teherán. Sin embargo, esto es una simplificación del asunto.

Si vemos la situación con perspectiva, observaremos que, en el año 2012, el programa nuclear iraní estaba mucho más avanzado que el efecto que estaban ejerciendo las sanciones sobre la economía del país. Ante este escenario, Obama sabía que solo tenía dos opciones: O declarar la guerra a Irán o aceptar que el Estado chií poseyera armamento nuclear. Lo que cambió el devenir de los acontecimientos fue la llegada de Rouhani al poder. Sin el clima de moderación instaurado por el nuevo gobierno no se puede entender el acuerdo nuclear.

Finalmente, Parsi acabó su exposición alertando, como otros de los conferenciantes, que el acuerdo no está blindado y que aun puede romperse. Tanto en Washington como en Teherán, muchos han hecho carrera política con unas ideas agresivas en cuanto a política exterior (especialmente basada en la búsqueda de enemigos extranjeros). Por tanto, hay que evitar que este tipo de personas puedan dinamitar el pacto, haciendo del mismo un asunto “institucional” y perdurable más allá de los cambios en el color político de los gobiernos. Además, para fortalecer el entendimiento es importante, según Parsi, favorecer que las empresas estadounidenses comercien con Irán.

Conversaciones entre Irán y los ministros de exteriores del G5+1. Imagen: Wikipedia.
Conversaciones entre Irán y los ministros de exteriores del G5+1 [Foto vía WikimediaCommons].

El debate: un encontronazo diplomático

Habiendo acabado el cuerpo del seminario y, como es costumbre, se inició un debate basado en las preguntas que libremente hicieron los asistentes. A modo de conclusión de este resumen sobre la diada, es interesante resaltar la primera intervención (que no pregunta) que se hizo. Dicha intervención vino de la mano de Salim Yüksel, Cónsul General de Turquía en Barcelona.

En un discurso que fácilmente pudo alargarse diez minutos, Yüksel exigió respeto o, como mínimo, pidió un poco más de diplomacia a la hora de referirse a Turquía. Según el cónsul, el Estado turco había sido agraviado cuando se le “acusó” de no aceptar la legitimidad de Irán de existir y tener un rol en Oriente Medio. A grandes rasgos, Yüksel quiso rebatir que Turquía hubiera realizado acciones (más directas o más indirectas) en contra del régimen chií y dejó claro que, en ningún caso, el gobierno de Erdogan pretende anihilar el Estado iraní. Así, el cónsul, que si bien aceptó que en muchas ocasiones los dos países no habían tenido buenas relaciones, enfatizó la idea de que Turquía sí acepta la existencia legítima de Irán y su papel en la región.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Lluis Torres

Barcelona, España. Politólogo especializado en Relaciones Internacionales graduado por la Universidad Pompeu Fabra. Actualmente trabaja en Amnistía Internacional Cataluña, dónde también realiza labores de activismo en el grupo de incidencia política. Anteriormente, co-impulsó diversos proyectos de cooperación en los campos de refugiados de Grecia. Sus líneas de interés se centran en temas relacionados con la conflictividad y la seguridad global, la economía política y el desarrollo internacional.


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