Quiz: ¿Cuántas banderas serías capaz de identificar?

¿Dónde radica la importancia de las banderas?

“Están tan manchadas de barro y sangre que deberían desaparecer de una vez” – Gustave Flaubert.

Las banderas representan a personas, territorios, naciones, ideologías e incluso son utilizadas como forma de comunicación. Muchos consideran a los vexilos (origen del término vexilología, disciplina dedicada al estudios de las banderas) utilizados por los legionarios romanos como las primeras enseñas empleadas en Europa. La imposición de los estados-nación como forma de organización territorial en el mundo, dio el impulso definitivo a las banderas como forma de representación territorial en detrimento de otras formas de representación como la heráldica o los escudos, más populares en la Edad Media (aunque banderas y escudos van de la mano en un buen número de ocasiones). De identificar ejércitos o navíos con el rey o la aristocracia, las banderas pasaron a identificar colectivos, y es en este punto donde se potencia su carga simbólica y emocional.

Lejos de desaparecer, como defendía el escritor francés autor de ‘Madame Bovary’, su presencia se ha normalizado totalmente. Tenemos tan presente la existencia de las banderas que no nos planteamos el porqué de su importancia. Innegablemente, una de las razones principales está relacionada con el poder del simbolismo en la imaginación colectiva de los emblemas. La semiótica escondida en las banderas es poderosa: tienen la capacidad de unir pero también la de dividir. Su simbolismo trabaja en nuestro subconsciente, de tal manera que cuando la identidad se difumina, nos apoyamos en ellas. Esta forma de identificación del colectivo es lo que le da su poder, ya sea para desarrollar el sentimiento de pertenencia o para provocar conflictos.

Pero no sólo eso. La bandera expresa de manera muy sencilla ideas complejas, y esto explica en buena parte su relevancia. El cuadro de Eugene Delacroix ‘La libertad guiando al pueblo’ representa perfectamente el poder semiótico de las banderas más allá de su función de identificar a la República Francesa. La bandera tricolor transmite los ideales de la revolución que derrotó a la monarquía, a la vez que encarna el nacimiento de un nuevo estado basado en las premisas de igualdad, libertad y fraternidad, en contraste con la Flor de Lis borbónica.

La bandera no sólo te identifica con un pueblo, una nación o un territorio sino que cada una posee su significado, ya sea oficial u oficioso, y no tienen por qué gustar a todo el mundo. Un ejemplo claro lo encontramos en la bandera española. El diseño y los colores rojigualdas fueron adoptados en 1785 como emblema de la Marina, generalizándose su uso como consecuencia de la explosión del sentimiento patriótico durante la guerra de Independencia, y oficializándose finalmente en 1843. Su escudo, herencia heráldica que representa los cinco reinos que conformaron el territorio del estado español –Navarra, Castilla, León, Aragón y Granada–, amparados bajo la corona y con el símbolo borbón en el centro, es producto de la historia, y se recuperó y rediseñó durante la Transición. Sin embargo, la identificación de muchos ciudadanos españoles –sobre todo de izquierdas, republicanos y nacionalistas periféricos– con el emblema nacional es del todo inexistente. Las razones son muchas y diversas, y no entraremos a tratarlas aquí, pero nos ayudan a explicar este componente simbólico oficioso, así como el poder de los emblemas para dividir a la población.

Quizá el caso más paradigmático de bandera que divide más que une sea el de la bandera confederada de los 13 estados sureños estadounidenses a favor de la esclavitud. Pese a que los confederados perdieron en la Guerra Civil, muchos ciudadanos hacen gala de este emblema, cuyo significado xenófobo ha sido determinante para que el Tribunal Supremo de EEUU haya prohibido su uso recientemente.

Sea cual sea el significado y las pasiones que despierten las diferentes banderas, es innegable su absoluta validez y el determinante papel que juegan como forma de identificación en el actual sistema internacional de estados-nación.

Por otro lado, el conocimiento de las banderas se ha convertido para muchos en un hobby más allá del estudio de las mismas. Las curiosidades que albergan muchas de ellas son innumerables, por lo que hoy os proponemos un reto en forma de cuestionario. Hemos elegido algunas de las banderas nacionales menos conocidas de nuestro planeta para poner a prueba vuestros conocimientos vexilológicos y aprender algunos datos llamativos de cada una de ellas.

Como podéis ver, lo hemos puesto un poco difícil, pero las 5 últimas sí que son de nota. Eso sí, para compensar os contamos algunas interesantes curiosidades sobre las banderas de estos estados.

Esta es una explicación-cuestionario sin ánimo de lucro

¡Sigue jugando!

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