29/03/2024 MÉXICO

Los árabes Ahwazi, una comunidad silenciada y discriminada

EUdemo
La República Islámica de Irán está cometiendo múltiples violaciones de los derechos humanos; desarrollo de armas nucleares, terrorismo, encarcelación y ejecución de los disidentes, discriminación contra minorías étnicas no persas, la comunidad transexual y los refugiados e inmigrantes afganos. Este artículo se centra en la persecución sufrida por una de las minorías árabes, la comunidad Ahwazi.

La República Islámica de Irán está cometiendo múltiples violaciones de los derechos humanos; desarrollo de armas nucleares, terrorismo, encarcelación y ejecución de los disidentes, discriminación contra minorías étnicas no persas, la comunidad transexual y los refugiados e inmigrantes afganos.

Junto a los persas; árabes, balochis, kurdos, turkmenos y turcos son otras de las etnias dominantes del país. Pero la creciente discriminación ha marginado a estas minorías que podrían querer fomentar el cambio en una nación dilapidada por la sucesión de dictadores monárquicos y clericales. Este artículo se centra en la persecución sufrida por una de las minorías árabes – la comunidad Ahwazi. Este acoso y aislamiento no es, ni mucho menos, nuevo (ya en los 70, por ejemplo, las ciudades con nombres árabes fueron renombradas). Sin embargo, la República ha aumentado la presión sobre esta minoría árabe en los últimos años, arrestando a activistas, celebrando juicios “a puerta cerrada” y en muchos casos, ejecuciones “públicas”.

¿Quiénes son los árabes Ahwazi?

Los árabes Ahwazi son una comunidad que reside principalmente en el sur de Irán, en la frontera con Irak y el Golfo Árabe (o más comúnmente conocido como Golfo Pérsico). Este área, Al-Ahwaz para la comunidad árabe, ha sido renombrada como Khuzestan por las autoridades iraníes, donde habitan más de 4 millones de árabes Ahwazi.

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Mapa: Ferran Caymel, @infografia_cat.

Esclavitud moderna

Desde 1925, diferentes regímenes han llevado a cabo políticas de asimilación forzosa y represión étnica sistemática (Persianización). Entre las prohibiciones, destaca la privación del uso de su propia lengua como medio de instrucción en la educación y se les deniega cualquier oportunidad de aprenderla.

Esta limpieza étnica se ha hecho cada vez más visible desde que la República Islámica tomó el poder en 1979, siendo testigo de un incremento de desplazamientos y deportaciones. Miles de Ahwazis han sido forzados a dejar sus tierras y desplazarse a partes desérticas del país. Ahora son, de manera amable, invitados de vuelta para trabajar sus propias tierras, como sirvientes.


El consejero económico del presidente de Irán, Akbar Turkan hizo unas declaraciones en junio del año pasado sobre el programa de limpieza étnica anti-árabe en televisión. Aconsejaba a los ciudadanos que comprasen tierra en Ahwaz, la dividiesen en pequeñas parcelas y finalmente, las vendiesen a ciudadanos persas a bajo costo. Cuando el reportero le pregunta qué pasaría con los agricultores nativos, Akbar sugiere que éstos se pueden quedar como trabajadores del campo.

Analfabetismo, desempleo y pobreza

La existencia de abundantes reservas de petróleo y de gas (el segundo país del mundo en reservas de gas y el cuarto de petróleo, 2014) hace de Ahwaz una región clave para la economía iraní, que depende de los ingresos de petróleo y gas en más de un 90%. Sin embargo, los Ahwazi viven en la pobreza más abyecta, sin el mínimo beneficio de las ganancias derivadas de las cuantiosas fuentes de gas y petróleo del país. Durante más de ocho décadas los diferentes gobiernos han marginado a los Ahwazi, impidiéndoles alcanzar niveles de desarrollo razonables, obstaculizando, entre otros, el acceso a servicios básicos como vivienda, agua y saneamiento, empleo y educación.

De acuerdo con la UNPO (Unrepresented Nations and Peoples Organization), el analfabetismo entre la población Ahwazi sobrepasa el 50% y alrededor de un millón de personas viven en suburbios urbanos. En Dashte-Azadegan, una región poblada principalmente por Ahwazis, cuenta con un 80% de niños que sufren malnutrición. El desempleo se cifra entre el 5% y 20% de la población (un 8% más alto que la media del país).

El deterioro del medio ambiente como arma política

Ahwaz posee una de las contaminaciones más peligrosa del mundo, por encima de Pekín o Deli.


El régimen está poniendo en marcha políticas medioambientales que aumentan la migración forzada de la población Ahwazi. Un claro ejemplo es la política de restricción del agua, mediante el desvío de agua de los principales ríos en Ahwaz, como es el caso del río Karoon. Entre las principales consecuencias encontramos cortes en el agua potable y enfermedades, inundaciones (causadas por la construcción de embalses), daños en la economía local agrícola y desertificación. Asimismo, las aguas residuales llegan al río, que abastece de agua a la ciudad, dejándola contaminada y no potable.

Otro importante problema medioambiental es la contaminación del aire. De acuerdo con un informe de la OMS, Ahwaz posee una de las contaminaciones más peligrosa del mundo, por encima de Pekín o Deli. El aire es cinco veces más prejudicial que el aire típico que una persona respira, causando problemas de salud serios en la población (asma, enfermedades del corazón y cáncer de pulmón).

La esperanza de vida en Ahwaz es la menor en Irán, debido no sólo a la contaminación sino también al almacenaje y uso de materiales tóxicos durante la guerra entre Irán e Irak y la falta de equipamiento y recursos en el sistema de salud pública.

Aquellos que han protestado en contra de estas políticas han sido violentamente reprimidos y arrestados: la policía arrestó y asesinó a varias docenas de manifestantes Ahwazi en abril de 2010. En septiembre de 2014, miles de Ahwazi se reunieron en el río Karoon y formaron una cadena humana en protesta por las políticas del régimen. Los manifestantes hicieron un llamamiento al Comisario de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano en Teherán para que tomase partida, sin éxito.

Más violaciones de los Derechos Humanos

El artículo 26 de la Constitución iraní reconoce la libertad de reunión pacífica y de asociación para todos. Sin embargo, los árabes se enfrentan a discriminaciones en el ámbito de prácticas culturales en espacios públicos, opinión política, afiliación política previa, afiliación religiosa y la gestión de asuntos económicos.


En algunos casos, los activistas que hacen campaña por el derecho de las minorías han sido ejecutados.

Los activistas que hacen campaña por el derecho de las minorías se enfrentan a amenazas, arrestos y encarcelación. En algunos casos, incluso han sido ejecutados: sólo en 2011, 31 estudiantes árabes y activistas de derechos humanos fueron ejecutados por el régimen iraní, después de haber sido torturados y sin celebración de un juicio justo. El gobierno se negó a entregar los cuerpos a las respectivas familias.

En 2013 cinco activistas fueron ejecutados tras ser condenados por “conspiración contra la seguridad del Estado y por difundir propaganda en contra del sistema”.

Las consecuencias de expresarse pueden ir más allá, ya que las esposas y los hijos de estos activistas son frecuentemente arrestados, violando, entre otras, la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

Cargos inciertos: el caso de Al-Hiwar

Todavía hay más. La discriminación contra la minoría árabe se hace visible también en el arresto de miembros de la organización Al-Hiwar (diálogo). Tras la Victoria del presidente reformista Mohammad Khatami en 1997, un grupo de jóvenes árabes comenzaron a promocionar y enseñar la lengua y cultura árabe, reprimida en Irán durante más de 75 años. En 2005 la organización fue declarada ilegal. Según Amnistía Internacional, en abril de 2011, 27 personas fueron “presuntamente asesinados en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad” en una protesta. Amnistía dice que estos hombres fueron tratados injustamente.

Hashem Shaabani, poeta de 32 años y miembro de la organización fue ejecutado en enero del pasado año tras aparecer en la televisión estatal y confesarse culpable de Moharebeh (Guerra en contra de Dios). Confesión que, aseguran, tuvo lugar bajo amenaza.

Estos ejemplos son pruebas de vergonzosas violaciones del derecho internacional e incluso de los propios derechos reconocidos en la Constitución iraní.

Una comunidad asfixiada

Relegados a ser ciudadanos de 2ª clase, los ciudadanos árabes sufren un alto índice de suicidio y cientos de miles se han visto forzados a solicitar asilo principalmente en países europeos, Australia y Turquía. Muchos han conseguido el estatus de refugiado, sin embargo, son muchos los que siguen en situación irregular o han sido deportados a Irán, enfrentándose a penas de cárcel o de muerte.

Manifestación en contra de la represión sufrida por los Ahwazis

Entre las numerosas barreras a las que se enfrenta la comunidad encontramos la falta de reconocimiento de su identidad como árabes: no existe información, por ejemplo, en el número de solicitudes de asilo, ya que son considerados como “iraníes”. En cualquier caso, conseguir el estatus de refugiado no significa necesariamente que sus problemas hayan acabado.

A pesar del creciente apartheid existente contra las minorías en Irán, existe un preocupante desconocimiento sobre su causa y su situación, no se escucha y, por lo tanto, no se hace nada para cambiarla. ¿Tendrán algo que ver los intereses occidentales en el crudo del país? Irán es una amalgama de pueblos, a menudo perseguidos, pero para Europa lo más importante es el petróleo y el gas.

De la guerra civil siria a un conflicto de poderes regional

En cuanto al papel de Irán en Oriente Medio y especialmente en la guerra de Siria, la República Islámica ha realizado un gran esfuerzo para mantener a Bashar al-Assad en el poder, con el fin de perseguir sus intereses regionales. Pero, ¿cómo se relaciona esto con los árabes Ahwazi? La causa de los Ahwazi es conocida en todo el mundo árabe, donde crecen las rivalidades étnicas y sectarias contra un Irán que alimenta las guerras en Siria e Irak y que está detrás de los disturbios políticos de Beirut a Bahrein.

Así, algunos Ahwazis se ven a sí mismos como parte de una lucha más amplia entre Irán y los países árabes que respaldan lados opuestos en la guerra civil siria.

“Si Bashar cae, Irán cae: esa es la consigna de los Ahwazis”, dijo un activista.

Los MUSTS del régimen iraní

Para concluir, os dejo con algunos “deberes” que el régimen iraní debería implementar. Tan sencillos (y utópicos) como parecen:

  • Las autoridades iraníes DEBEN revisar y revocar la legislación que discrimina a los árabes Ahwazi y a otras minorías étnicas cuyo único objetivo es asegurar que su cultura y lengua son protegidas en un país donde son tratados como extraños.
  • Las autoridades DEBEN parar las ejecuciones y poner en libertad a todos los escritores, poetas, periodistas y blogueros detenidos únicamente por su ejercicio del derecho a la liberad de expresión.
  • Las autoridades DEBEN poner en marcha investigaciones independientes e imparciales en relación con los actuales casos de tortura y otros malos tratos en las prisiones y centros de internamiento iraníes, y, en consecuencia, hacer justicia con aquellos que sean considerados responsables de estos abusos.

Las relaciones entre la oposición Siria y los árabes Ahwazi están aumentando, y sus posiciones se acercan, ante el enemigo común, el régimen iraní. Ahwaz no debería ser el próximo campo de batalla, la próxima Siria.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

[button url=”https://unitedexplanations.org/english/2015/05/18/ahwazi-arabs-the-silenced-and-discriminated-community/” style=”red”]También puedes consultar aquí este artículo en inglés[/button]

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Marta Pérez

Vive en Barcelona, donde estudia un Posgrado en migraciones contemporáneas. Licenciada en Economía, se especializó con un Máster en Relaciones Internacionales – Políticas y programas de Desarrollo. Ha trabajado en consultorías de España y Londres en gestión y evaluación de proyectos europeos durante 4 años. Además ha realizado voluntariados con refugiados en Londres, con la British Red Cross y otras ONGs. Interesada en migraciones, asilo y la protección de los más vulnerables. Le gusta la buena comida, viajar y aprender, siempre.


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