18/04/2024 MÉXICO

Rumania enjuicia finalmente su pasado

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“En las celdas apenas se podían dar dos pasos, los muros eran tan gruesos que no se percibía sonido alguno del otro lado, solo recuerdo frio, hambre y una soledad inhumana”, describe Valentín Cristea.


A sus 88 años, posiblemente sea el único superviviente de Ramnicu Sarat, más conocida como la “prisión del silencio”, una de las oscuras cárceles rumanas por la que pasaron entre 1945 y 1964 decenas de detenidos de la élite política e intelectual de Rumanía. Allí muchas de estas personas fueron torturadas y sometidas a un régimen de aislamiento; tanto que algunos de quienes sobrevivieron habían olvidado incluso hablar. Ahora en el año 2014; el hombre, que gobernó la penal del este del país durante casi una década, responde ante la justicia por lo sucedido tras sus muros.

¿Quién es Alexandru Vișinescu?

El ex-dictador Nicolae Ceaușescu [Foto: Ion Chibzii via Flickr]

Nos referimos así a Alexandru Vișinescu, tiene 89 años y está acusado de crímenes contra la humanidad. El proceso judicial que se ha abierto contra él, y que ha comenzado estos días en Bucarest, es el primero de estas características en Rumania. Pocos esperaban ya ver a Vișinescu sentado en el banquillo de los acusados. No sólo por su avanzada edad sino también porque ya hace casi 25 años que se ajusticiamiento del dictador Nicolae Ceaușescu, quien gobernó tras Gheorghiu-Dej y tras la caída del régimen comunista se resiste a ajustar cuentas con su pasado.

La de Ramnicu Sarat no fue, ni mucho menos, la única prisión, se resiste orientada a aniquilar y silenciar toda oposición durante los años negros del comunismo rumano. Tampoco fue el único lugar de detención del régimen de Ceaucescu. Entre los años 1945 y 1989 más de 600.000 personas entre ellos intelectuales, oficiales, religiosos y opositores políticos pasaron por prisiones o campos de detención en Rumanía, según ha documentado el Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo (IICCMER), un organismo creado por el Gobierno rumano. Muchos murieron. Sin embargo, salvo la condena de algunos oficiales de alto rango a principios de los años 90 nadie ha respondido por esta barbarie ante la justicia.

Vișinescu se siente ahora atacado porque la justicia le sigue. Hasta el año pasado la fiscalía inició su investigación contra él, todo este caso ha salido a la luz gracias a documentos y testimonios aportados por el IICCMER, hasta entonces el antiguo comandante hacia vida normal en Bucarest.

“Yo no he hecho nada. Esto me está destruyendo”, es la defensa que aporta el acusado.

¿De qué se le acusa?

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Alexandru Vișinescu en la actualidad [Vía cotidianul.ro]


La fiscalía le acusa de al menos la muerte de 14 y de someter a los prisioneros bajo su cargo a condiciones destinadas a destruirles física y psicológicamente. Desde que comenzó el proceso judicial, Vișinescu ha reclamado su inocencia. Sostiene que se limitó a cumplir órdenes, que no era más que un peón en la cadena y que no tuvo nunca ninguna responsabilidad en lo que acurria en la prisión de Ramnicu Sarat.

Para muchos familiares de exprisioneros, el proceso contra Vișinescu llega demasiado tarde. El Director del IICCMER, reconoce que a pesar de que la evidencia contra el excarcelero era mucha, ha costado sacar el proceso adelante. Esta Institución ha intentado en contadas ocasiones llevar a los tribunales a otros de los dirigentes comunistas pero nunca tuvieron éxito, ya que muchos de los culpables tienen un estado avanzado de edad o simplemente han muerto.

Aunque el excomandante ya no vaya a la prisión estamos ante un proceso moral muy simbólico para Rumanía. Tras cambiar algunas leyes del Código Penal rumano que retira ciertas limitaciones para la persecución de delitos de la época comunista se ha imputado también al Director de un campo de trabajo del delta del Danubio, Ion Ficior y se está investigando a otras 33 personas. Que Alexandru Vișinescu se siente en el banquillo es un gran avance. Ya que si la justicia reconoce lo que ha pasado en la época comunista significa que el país “conoce, acepta y afronta su historia”.

Foto de portada: Manifestantes en la Revolución Rumana 1989. Denoel Paris. Vía Wikipedia.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


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Carolina Garcia Hervás

(Linares, Jaén, 1985). Jurista y mediadora. Actualmente curso el Grado de Ciencias Políticas y Gestión Pública en la Universidad de Burgos. Cuenta con experiencia laboral en países como Francia, Bélgica, Reino Unido y Estonia y he participado en diversos programas europeos como la Beca Robert Schuman del Parlamento Europeo y el Servicio de Voluntariado Europeo. Actualmente dirigo su propia Asociación sobre Derechos Humanos y redacto proyectos de cooperación internacional y desarrollo para diversas ONG’s. Espero poder compartir con vosotros artículos de interés desde united explanations.


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