18/04/2024 MÉXICO

Aquí te pillo, aquí te mato: Cómo los drones violan los derechos humanos

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Mamana Bibi, de 68 años, murió en octubre de 2012 en un doble ataque mientras recolectaba verduras en los campos de la familia y varios de sus nietos andaban por los alrededores. Fue atacada por un ‘drone’ estadounidense. La explicación oficial fue que constituía un objetivo terrorista.


Los ‘drones’, una nueva tecnología de aeronaves no tripuladas, se convierten en letales cuando se les incorpora un arma. Sin embargo, pese a la novedad tecnológica que puedan suponer, su uso está más que regulado por el derecho internacional. A pesar de ello, con la excusa de la novedad, se incumplen normas del derecho internacional bien asentadas.

¿Legal o ilegal?

La protección de las personas está regulada tanto en tiempo de guerra por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), a través de los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales, como en tiempo de paz por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH), a través del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. También existe toda una regulación relativa a la utilización del armamento, como la Convención sobre ciertas armas convencionales (o armas inhumanas) que prohíbe el uso de los ‘killer robots’ (sistemas de armas que seleccionan y atacan objetivos sin operación humana, previa programación), pero no de los ‘drones’.

Protestas contra la denominada 'guerra de los drones' en EE.UU.
Protestas contra la denominada ‘guerra de los drones’ en EE.UU.

Por tanto, el uso de los ‘drones’ como arma de guerra puede ser legal, siempre y cuando persiga objetivos militares legítimos, y se encuentra regulado por el Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, pueden darse casos en los que los objetivos atacados carezcan de cualquier legitimidad militar y, por tanto, en estos casos, también constituirían crímenes de guerra.

Su ilegalidad está mucho más clara en el caso de las ‘no-guerras’, cuando lo que tienen lugar son ataques estratégicos contra objetivos no-estatales sin el consentimiento del Estado en el cual se ejecutan dichas operaciones. Con la excusa de la “Guerra contra el Terror” que Estados Unidos lleva a cabo, se están violando los derechos humanos de muchas personas en numerosos lugares del mundo. Esta ‘legítima defensa’ que alega Estados Unidos para actuar militarmente en territorios sobre los que no posee jurisdicción viola las normas más elementales del derecho internacional, como la soberanía estatal y la no intervención y el control del espacio aéreo de cada Estado. Pero también viola los derechos humanos más fundamentales, como el derecho a la vida.

Sin derecho a la vida

En julio de 2012, 18 jornaleros, incluido un niño de 14 años, fallecieron mientras se disponían a cenar, en ataques múltiples lanzados contra un pueblo paquistaní situado cerca de la frontera con Afganistán. De nuevo la explicación oficial fue que se trataba de objetivos terroristas.

Éste es solo uno de los casos que se recogen en el informe de Amnistía Internacional “Will I be next? US drone strikes in Pakistan”, en el que se denuncian los numerosos ataques con ‘drones’ perpetrados por el gobierno estadounidense en la zona de Waziristán Septentrional, al noroeste de Pakistán. Según el estudio “Living under Drones”, realizado por las universidades de Stanford y de Nueva York, se contabilizan entre 470 y 880 civiles entre las víctimas de los ‘drones’ en Pakistán, de los cuales hay 200 niños.  Además, los investigadores llegaron a la conclusión de que solamente el 2% de las personas afectadas constituyen objetivos de alto rango.


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Este tipo de ataques ilegales con ‘drones’ vulneran los derechos humanos y, el derecho a la vida en particular, de tres formas diferenciadas:

  • Ataques y asesinatos selectivos. Cuando no existe un conflicto interno, se consideran ejecuciones extrajudiciales y, por tanto, violaciones de los Derechos Humanos.
  • Ataques de perfil: se basan en un prejuicio (racial, étnico, religioso, etc.) y, por tanto, violan tanto el DIH como el DIDH.
  • Ataques de seguimiento (o follow-up): consisten en matar a una persona y a aquellos que se acercan a socorrerle.

Pero no sólo son los drones estadounidenses los que matan civiles inocentes. Muchos de los grupos vinculados a Al Qaeda han matado a numerosos residentes de las localidades atacadas, a los que acusaban de ser espías debido a los ataques recibidos.

Necesidad de transparencia y rendición de cuentas

Protestas contra los drones


La violación de este derecho a la vida va también acompañada de una denegación de justicia y reparación a las víctimas. El secreto con el que se realizan estos planes de ataque con ‘drones’ permite a los países actuar impunemente y fuera de la legalidad internacional. Sin embargo, detrás de cada asesinato de un inocente hay una responsable que aprieta el botón, alguien que posee una responsabilidad penal. Estas personas nunca son juzgadas por sus crímenes y la justicia cae en saco roto.

Desde el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas se pide a los países que utilizan esta tecnología bélica que la usen de forma limitada y proporcionada a la amenaza recibida, puesto que, fuera de situaciones de conflicto armado, la fuerza letal sólo es legítima respecto a amenazas inminentes para la vida. Teniendo en cuenta que los ‘drones’ no precisan de elemento humano en el terreno, estos ataques representan un abuso de la fuerza armada y según las circunstancias pueden constituir delitos de derecho internacional.

Con miles de civiles fallecidos en estos ataques contra objetivos presuntamente terroristas, ¿por cuánto tiempo más matar con ‘drone’ saldrá gratis?

Foto de portada: Un drone despegando en Afganistán [Foto: United States Air Force / Wikipedia]

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


Fuentes:

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Victoria Silva

Villanueva de Córdoba, España. Soy graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual y actualmente cursando Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos y Máster en Paz, Seguridad y Defensa. Me encanta viajar, devorar libros de historia y política y el rap es mi otra gran pasión. Activista de Amnistía Internacional Madrid. vickysilvasanchez90@gmail.com


2 comments

  • Carlos Girona

    05/12/2014 at

    Muy bueno, pero hay que matizar que el elemento humano detrás de los drones es mucho mayor del esperado.

    “Using a drone also calls for more personnel: in addition to the controller, intelligence and
    imaging analysts, as well as technical advisers for the various on-board sensor detectors, or
    even legal advisers and political supervisors in the event of targeted strikes, are needed for
    drone missions. Thus the deployment and maintenance of a MALE drone can involve up to
    80-100 persons (Zenko).”

    Reply

    • Carlos Girona

      05/12/2014 at

      Por tanto hay que tener en cuenta que no es solo una persona responsable y que además, penalmente, tiene más responsabilidad quien da la orden a quien la ejecuta. La “justicia” militar puede ser muy efectiva a la hora de diluir la responsabilidad a lo largo de la cadena de mando por lo que creo que no debemos centrar la actuación penal o el debate exclusivamente en el operador del dron. Por otro lado, aunque es cierto que el elemento humano no está desplegado en la zona de operaciones (donde ocurre el ataque), suele estar desplegado en algún teatro de operaciones posiblemente en la región o relativamente cerca de ella. Lo cual en mi opinión acentúa aún más la responsabilidad penal cuando se atacan objetivos civiles. Fuente: http://www.nato-pa.int/shortcut.asp?FILE=3712

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