19/04/2024 MÉXICO

Dictaduras 2.0: ¿Qué es el autoritarismo moderno?
[Foto: Pasu Au Yeung via Flickr]

Revolución de los Paraguas, Hong Kong
En los últimos años se han catapultado el número de estados que se convierten en totalitarios. El autoritarismo moderno parece estar muriendo para reconvertirse al estilo de las dictaduras del siglo XX y la Guerra Fría. ¿Qué está pasando en el mundo? ¿Están fallando los ideales democráticos? ¿O son los sistemas autoritarios cada vez más débiles?

“Con activistas y periodistas enfrentándose a duras y nuevas restricciones en países desde China hasta Egipto, hay señales crecientes de que los regímenes autoritarios están comenzando a abandonar el camuflaje de pseudo-democracias que les ha permitido sobrevivir tras la Guerra Fría”


Así comienza The Twilight of Modern Authoritarianism, artículo de la prestigiosa Freedom House. A primeros de año la ONG publicaba su informe anual sobre la situación de la democracia en el mundo dejando datos tan estremecedores como que, en los últimos ocho años, coincidiendo con la crisis económica y financiera mundial y las Primaveras Árabes, el número de regímenes autoritarios se ha incrementado sin cesar, con un preocupante descenso de la democracia en Eurasia y Oriente Medio.

El autoritarismo o totalitarismo tradicional se puede definir como “una autoridad opresiva que aplasta la libertad e impide la crítica”. Es decir, un gobierno que se basa en el reconocimiento y el ejercicio de la autoridad a través de la fuerza y la coacción. Sin embargo, Freedom House y muchos otros llevan años hablando de un fenómeno llamado autoritarismo moderno. Pero, ¿qué es y dónde nos lo podemos encontrar?

El autoritarismo moderno

El autoritarismo moderno es un fenómeno político en el que gobiernos fundamentalmente no democráticos han permanecido en el poder a través de concesiones para encajar, de una forma u otra, en el orden democrático mundial. Las concesiones más comunes realizadas por este tipo de estados son (1) la apertura económica para la inclusión del país en el sistema capitalista, (2) la libertad y pluralidad de prensa sin censura previa pero con cierto control del partido en el poder, (3) la competición política en la que una oposición se enfrenta al régimen o colabora en el parlamento sin llegar a tener posibilidades reales de gobernar, (4) la permisividad para con la sociedad civil representada por ONGs y asociaciones ciudadanas, o (5) el estado de derecho como sustitución del uso de la violencia constante contra la población civil en su conjunto.

Todas estas formas simuladas de democratización siguen presentes en la mayoría de los estados autoritarios pero, según Freedom House, las viejas prácticas asociadas a las dictaduras del siglo XX están resurgiendo. Y, a pesar de las apariencias, lo están haciendo como resultado de un aumento de la vulnerabilidad de los gobiernos totalitarios más que como muestra de poder.

Algunos ejemplos de autoritarismo moderno

El Presidente Putin paseando al perro de los medios de comunicación [Welleman via Wikimedia]

Empezando en Europa, Rusia es un claro ejemplo. El gobierno de Putin ha cortado lazos y acuerdos mercantiles con la Unión Europea como respuesta a las sanciones impuestas contra el país. Es más, desde hace tiempo, por ejemplo, han ido reapareciendo las restricciones de vuelo fuera del país para los trabajadores del sector público, al igual que han desaparecido las últimas sucursales de medios independientes o se han prohibido ciertas organizaciones de derechos humanos.


Por su parte, el régimen del Partido Comunista chino está aumentando la presión legal sobre las compañías extranjeras a la vez que reprime el debate político y el periodismo de investigación dentro de sus fronteras. Como es bien sabido, ha tomado el control de las redes sociales, ha empezado a detener con violencia a activistas no políticos, televisa confesiones forzadas y utiliza la fuerza policial contra cada vez más sectores de la población, entre los que destacan las minorías étnicas.

Los países árabes no se quedan por detrás: las autoridades egipcias y bahreinís han acabado violentamente con movimientos opositores a los que antes se les permitía participar en el debate político e, incluso, en los parlamentos. Esto ha venido acompañado de represiones violentas contra civiles, medios de comunicación críticos y la desaparición de las libertades en el uso del ciberespacio. Similar es la situación de países como Azerbaiyán, Kazakhstan o Tayikistán. Incluso el gobierno venezolano, si nos movemos hacia América Latina, ha empezado a criminalizar el derecho de reunión de las fuerzas opositoras, hecho que contrasta con la tradicional cultura de protesta activa en el país a pesar de la falta de libertades en otras áreas.

Pero, ¿por qué este acercamiento al autoritarismo más férreo o al totalitarismo de otra época? Lo conocido como autoritarismo moderno se debilita poco a poco a causa de, entre otras muchas cosas, la corrupción sistémica como medio de compra de lealtades, los problemas para legitimizar la línea sucesoria (en muchos casos muy lejos de solucionarse) y la vulnerabilidad política en momentos de crisis económica, que hace que la dictaduras pierdan la poca legitimidad que podían tener para con sus ciudadanos.

Sin embargo, algunos académicos, como es el caso de Bobo Lo y Lilia Shevtosova del prestigioso Carnegie Endowment, han criticado esta noción de autoritarismo moderno con los ejemplos específicos de Rusia y China. Argumentan que todo es una ilusión interesada y el concepto se queda corto para explicar lo que sucede: en Rusia ha aumentado el totalitarismo pero la modernización no ha llegado y China ha sufrido una gran transformación que solo se ha producido en términos de liberalización económica y en reformas desde arriba, con un punto de vista paternalista.


Protesta en Turquía contra la censura de Internet [Erdem Civelek via Turkey’s Internet Censorship Controversy]

Democracias que caminan hacia el autoritarismo

Pero lo más preocupante no son estos ampliamente sabidos regímenes autoritarios con visos de democracia sino las, cada vez más comunes, democracias legítimas con características autoritarias. Una de las más conocidas es la Turquía de Erdogan que encarcela a periodistas por criticar a los gobernantes o sus leyes, o que prohíbe el acceso a redes sociales como YouTube o Twitter, entre otras muchas cosas. Todo ello justificado por la mayoría absoluta otorgada por las urnas al partido en el poder.

¿Podría ser esto otra forma de autoritarismo moderno? Freedom House ha llegado a la conclusión de que las democracias liberales apoyan las elecciones en otro países sin prestar la atención o el apoyo necesario a la situación de los derechos civiles y los derechos humanos en dichos lugares. ¿Se puede considerar democracia a un régimen por el mero hecho de celebrar elecciones? ¿Están las democracias perdiendo el rumbo de lo que significa ser una democracia? ¿Podrían los autoritarismos modernos convertirse en una amenaza para la seguridad internacional?

Foto de portada: Hong Kong Umbrella Revolution [Pasu Au Yeung Flickr]

Esta es una explicación sin ánimo de lucro


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Raquel Nogueira

Gijón/Madrid, España. Feminista, ecologista y amante de los idiomas. Soy licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual y tengo un máster en Relaciones Internacionales con especialización en Paz y Seguridad Internacional. Me apasiona el periodismo y la escritura, trabajar con ONG y conocer nuevas culturas e idiomas. Viví un año en Estados Unidos y he trabajado en prensa, televisión y departamentos de comunicación. Actualmente vivo en Madrid, trabajo en la revista Ethic y me paso los días buscando nuevos retos y proyectos. E-mail: rqlnogueira@gmail.com


8 comments

  • Claudio Fernando Casanova Brit

    14/07/2015 at

    Querida Raquel, dices que eres una persona muy preparada!, pero déjame decirte la verdad y aprende a ser una periodista imparcial, no una domesticada para decir lo que te dicen que digas por unas cuantas monedas; Primero: dime quien es Freedom Hause para juzgar la libertad en los pueblos?
    Segundo: Quien financia Freedom Hause?
    Tercer: No deces nada de las violaciones de los DD.HH en los EE:UU. crees que eso está bien?
    Cuarto: dices que en Rusia se viola los DD.HH. y maquilladamente hablas de las dictaduras árabes, las dictaduras mas criminales del mundo, donde la mujer como tu, no tiene derecho ni a conducir un coche.
    Quinto:Tu profesionalismo para mí, se queda corto, por lo parcializado y falso tu opinión de periodista, mientras no seas imparcial, no serás una persona que tenga una conciencia tranquila sobre lo que informa.

    Reply

  • Gaby

    21/06/2016 at

    Te saltaste la pseudodemocracia de Occidente… La misma que desestabiliza y financia tu top ten de malotes de tu artículo
    Tengo la impresión de que no eres imparcial

    Reply

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