Ana Karen Mora
El mundo se encuentra ante la expectativa de los resultados que surgirán el próximo 26 de octubre en la segunda ronda de elecciones de la séptima economía del mundo.
Aunque algunos consideran que Brasil necesita un cambio de gobierno y liderazgo, especialmente frente al pobre desempeño económico y el consecuente impacto social, la sociedad brasileña parece no estar convencida de tal cambio pues a pesar de lo que se diga, bajo el liderazgo del Partido del Trabajo, Brasil está mejor hoy que hace 12 años.
Los Actores
Tres candidatos compiten por la futura presidencia de Brasil:
Actual presidente de Brasil y candidata en las elecciones actuales. Ex consejera de Petrobras (2003-2010).
Es la primera mujer presidente del país y a pesar de que su carrera fue fuertemente impulsada por el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, no ha logrado obtener la misma popularidad que él.
Entre sus principales acciones como mandataria, se encuentran una serie de reformas para el beneficio social, con un enfoque en la erradicación de la pobreza. Sin embargo, a pesar de sus vastos programas sociales la inconformidad social con su gobierno ha resultado de las decisiones macro-económicas que ha tomado, las cuales han llevado al país a la recesión.
También es destacable su compromiso anti-corrupción, por el cual ha despedido a diversos miembros de su gabinete, ello le ha ganado el nombre de “la dama de acero”. Aunque la oposición ha tratado de encontrar y acusarle por encubrimiento y corrupción con Petrobras.
Ex gobernador del estado de Minas Gerais (2003-2010), actualmente es senador y nieto del fallecido ex presidente Tancredo.
El más conservador de los tres, con una visión a favor del sector privado y de impulsar la economía a través de la atracción de capital internacional.
Miembro de la élite política y bancaria brasileña, el énfasis puesto en la poca importancia que el Partido de los trabajadores le ha dado al desempeño económico y la atracción de recursos le ha ganado el favor de los empresarios del país.
Candidata por el Partido Socialista (PS), activista por convicción y ambientalista de profesión, conocida como el símbolo de la “nueva política”. Ex ministra de medio ambiente y también discípula de Lula.
Se lanzó a la candidatura después de que el primer candidato del PS Eduardo Campos, muriera en un accidente de avión el pasado 13 de agosto.
Afro-brasileña y de familia con escasos recursos, fue la primer mujer de su comunidad en ser electa al senado federal. Es popular especialmente entre ambientalistas y la clase alta, quiénes han sido impactados por las políticas económicas de Rousseff.
Ésta es su segunda candidatura a la presidencia, después de 2010 en donde perdió, sin embargo en esta ocasión se ganó la aceptación de los brasileños quienes veían en ella una candidata fuera de los dos partidos políticos tradicionales.
La carencia de una maquinaria política que la impulse, sumado a que es protestante en el país latinoamericano con mayor número de católicos, no facilitaron su carrera a la presidencia, aun cuando hace apenas un mes era la favorita para ganarle la presidencia a Dilma.
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Primer Acto
El pasado 5 de Octubre, alrededor de 143 millones de votantes brasileños asistieron a los más de 450,000 colegios electorales para elegir no sólo al futuro/a presidente, sino también a 513 miembros del congreso nacional, 27 gobernadores y 1069 legisladores estatales.
En Brasil para ganar unas elecciones se debe obtener como mínimo el 50 % más uno de los votos. En caso que ninguno de los candidatos consiga el número de votos necesarios, se realiza una segunda vuelta de elecciones. En la primera ronda hubo un total de 12 candidatos a la presidencia. Ninguno de ellos obtuvo la mayoría, por lo que los dos que obtuvieron el mayor número de votos (Rousseff y Neves) se presentarán en una segunda vuelta.
Por su parte, y a pesar de que Dilma Rousseff aventajó a sus opositores con el 41.6%, tuvo un resultado por debajo del estimado, puesto que es el porcentaje más bajo que ha recibido un candidato en el gobierno desde que se instauraron las votaciones directas en 1989.
Segundo Acto
Al no lograr el 51% necesario de los votos, Rousseff se enfrentará nuevamente ante Neves en una segunda ronda el próximo 26 de octubre. Esta vez la competencia es únicamente entre estos dos candidatos.
Los reflectores se centraron en Marina Silva, cuya postura se espera sea decisiva en la percepción de los votantes en esta segunda ronda. Al ser la candidata que quedó en tercer lugar, se espera que sus seguidores se inclinen en favor del candidato al que ella eligiera apoyar.
Silva eligió apoyar a Neves, decisión que dejo entrever en su discurso de renuncia a la candidatura al decir que “no había forma de malinterpretar el sentimiento de los votantes, un 60% que pidieron el cambio”. Esta decisión va en línea con su campaña, puesto que existía una gran similitud en las propuestas económicas y financieras que realizaron ambos candidatos.
Actualmente, los resultados de las encuestas indican que Aecio Neves va a la delantera con un 13%. Sin embargo, estas elecciones han demostrado ser impredecibles y debemos esperar al próximo 27 de octubre para conocer los resultados finales.
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