28/03/2024 MÉXICO

Crisis en Ucrania, sanciones a Rusia, prohibiciones a EE.UU. y a la UE, ¿oportunidad para América Latina?

Prohibido

La crisis política en Ucrania que se desató en noviembre del año pasado ha provocado tensiones en las relaciones entre Rusia y Occidente. Estados Unidos y la Unión Europea le han impuesto sanciones económicas y financieras a Moscú por su apoyo a la anexión de Crimea a territorio ruso. Como consecuencia, Rusia ha respondido con la prohibición de las importaciones de productos alimenticios y agropecuarios provenientes de aquellos países. Así es como se abre un mercado con gran potencial para los productos latinoamericanos.

Ante un escenario mundial en el cual Rusia es acusada, por Washington y Bruselas, de violar el principio de ”No injerencia en los asuntos internos de los Estados” al intervenir en el conflicto en Ucrania, se le impusieron diversas penalidades. Entre las medidas se encuentran la prohibición a diversos políticos rusos del ingreso a Europa y congelamiento de sus activos, el incremento de dificultades para la financiación de las empresas rusas, dificultades para la importación de materiales destinados al sector energético, entre otros. La intención de estas sanciones es atacar al núcleo de la economía y del poderío ruso: el sector energético (dificultando la financiación e inversión europea en empresas estatales Gazprom, Rosneft y Transneft) para así convencer a Rusia de la necesidad de negociar.

El Secretario de Estado norteamericano John Kerry, junto a C. Oleksandr Turchnov Presidente interino de Ucrania y el Primer Ministro Arseniy Yatsenyuk – Conversaciones en Kiev Marzo 2014

En respuesta, el Kremlin prohibió la importación por un año de alimentos y productos agropecuarios desde la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Noruega. La lista de productos afectados incluye las carnes de vaca, pollo y cerdo, el pescado y sus sub-productos, los productos lácteos y por último, las frutas y verduras. También, las autoridades anunciaron que estudian limitar la importación de autos, textiles y hasta está considerando cerrar su espacio aéreo a las aerolíneas europeas. La decisión también contempla respaldar a las empresas rusas afectadas por las sanciones europeas y estadounidenses otorgándole ayudas económicas.

Rusia es un importador neto de productos alimenticios. Las cifras correspondientes al primer cuatrimestre del año fueron de 16.900 millones de dólares y sus exportaciones de 7.100 millones de dólares.

En cuanto a sus socios comerciales, Rusia absorbe el 10% de las exportaciones agrícolas y agroalimentarias de la UE por un monto de 12.000 millones de euros por año. Por lo cual, estas prohibiciones no sólo pueden implicar la pérdida del negocio sino la saturación del mercado interno europeo. En cambio, para Estados Unidos, la nueva norma no implica un daño sustancial. El año pasado las exportaciones americanas equivalieron a 1.300 millones de dólares y, de ese total, los productos afectados corresponden sólo a la mitad. Ocurre una situación similar con Australia, los bienes prohibidos solo corresponden a 30 millones de dólares. No son cifras importantes para las dimensiones de estos dos países.


La Ministra de relaciones exteriores de Ecuador, María Isabel Salvador, y el Canciller de Rusia Sergey Lavrov

Para evitar la escasez en el supermercado, el gobierno ruso está buscando diversificar sus mercados recurriendo a América Latina, la cual tiene una matriz de exportaciones alimenticias muy amplia, que incluye los productos que Rusia prohibió importar. En este marco, se realizaron encuentros entre el director del Servicio ruso de Inspección Agrícola y Ganadera, Serguéi Dankvert y los embajadores ecuatoriano, chileno, argentino y uruguayo en Moscú. En esta serie de reuniones, Ecuador que es uno de los mayores socios latinoamericanos de productos no petroleros, propuso exportar más atún, café, brócoli, frutas tropicales y lácteos; Chile busca aumentar las exportaciones de carne de cerdo, pollo, pescados, verduras y frutas. En la misma línea, Argentina pretende aumentar sus suministros de ternera, cerdo y pollo, quesos, leche en polvo, mantequilla, verduras y productos del mar; Y Uruguay, propuso aumentar las exportaciones de carne de calidad suprema y abordó la posibilidad de transportar al mercado ruso cabezas de ganado.

Si bien Brasil no participó en la comitiva, se espera que suceda en breve. Este país es uno de los principales proveedores de productos alimenticios del mercado ruso y se destaca en carne bovina. Según Seneri Paludo, Secretario de Política Agrícola del Gobierno de Brasil, el país espera no sólo aumentar este volumen sino también el de maíz, soja y carnes vacunas. Con el objetivo de afianzar esta propuesta, Rusia ha levantado algunas restricciones sanitarias a alimentos que recaían sobre productos de la región. Por ejemplo, la leche brasilera. También se ha interesado en mejorar la logística entre ambos mercados como establecer vuelos charter entre Ecuador y Rusia para agilizar el transporte de mercadería.

La situación coyuntural es ideal para el aumento de las exportaciones de la región. Para poder efectivizar este nuevo negocio es necesario que cada gobierno trabaje junto al sector privado. Cada producto y cada destino tienen sus particularidades en el comercio internacional, por lo tanto desde las diversas agencias gubernamentales de Promoción de las Exportaciones deben ofrecer asistencia y capacitación sobre este nuevo y potencial mercado. Por ejemplo, Argentina ya se encuentra desarrollando una Agenda Empresarial por este asunto.


Las mejoras comerciales de este tipo no son las mejores ya que el aumento del volumen exportable es coyuntural. La cuestión no reside solamente en tomar esta oportunidad sino en aprovecharla para mejorar la competitividad real.

Frente a la respuesta positiva de America Latina de profundizar la relación comercial con Rusia, la UE ha manifestado su malestar. Optó por manifestar sus quejas por la vía diplomática pero es importante que no se endurezcan las relaciones y no se lleve esta disputa al campo político. Los respectivos gobiernos deben sopesar tanto el lado económico como el político del asunto. En cuanto la situación a Rusia, realizó la denuncia a la Organización Mundial de Comercio.

Las situaciones de crisis que se fueron acumulando a lo largo de los últimos meses afectaron a las relaciones diplomáticas entre Rusia y Occidente. Aún no se sabe qué destino le depara. Sin embargo, de toda crisis surge una oportunidad, y es el turno de América Latina de aprovecharla.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro

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Nayla Videla

Buenos Aires, Argentina. Soy Licenciada en comercio internacional. Me apasiona viajar para conocer culturas diferentes. Nunca me falta un libro y encanta aprender cosas nuevas.


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