28/03/2024 MÉXICO

Camboya condena su pasado de terror
Scream of the innocent [Foto: Prateek Ahuja via Flickr]

foto portada camboya
Se calcula que más de 1,7 millones de personas murieron en Camboya, entre 1975 y 1979, por causa del hambre, de los trabajos forzados, las torturas y las ejecuciones en masa. Nuon Chea, sub-secretario del Partido Comunista bajo el régimen de los jemeres rojos, responsable de las atrocidades y Kieu Samphan, jefe de Estado y cabeza visible del régimen de los jemeres rojos, pasarán en la cárcel el resto de sus vidas por crímenes de lesa humanidad. Sólo lo evitarán si logran revertir con su apelación la sentencia del Tribunal camboyano compuesto con la ayuda de la ONU.

Se calcula que más de 1,7 millones de personas murieron en Camboya, entre 1975 y 1979, por causa del hambre, de los trabajos forzados, las torturas y las ejecuciones en masa. Nuon Chea, sub-secretario del Partido Comunista bajo el régimen de los jemeres rojos, responsable de las atrocidades y Kieu Samphan, jefe de Estado y cabeza visible del régimen de los jemeres rojos, pasarán en la cárcel el resto de sus vidas por crímenes de lesa humanidad. Sólo lo evitarán si logran revertir con su apelación la sentencia del Tribunal camboyano compuesto con la ayuda de la ONU.

Contexto histórico de un régimen de terror

Como otros países del sudeste asiático, Camboya sufrió las consecuencias de la Guerra Fría. En 1969, Estados Unidos lanzó una campaña de bombardeos aéreos en la frontera con Vietnam, lo que desestabilizó a un país dividido. En 1970, se produjo el esperado golpe de estado a favor de una dictadura militar mientras el príncipe Norodom Sihanouk se encontraba de viaje en la Unión Soviética.

Retrato pintarrajeado de un ex soldado jemer rojo [Foto: Lecercle via Flickr]
Retrato pintarrajeado de un ex soldado jemer rojo [Foto: Lecercle via Flickr]

China acogió al príncipe depuesto y lo invitó a encabezar una guerrilla maoísta. Sihanouk, que veía mano negra de Estados Unidos detrás del golpe de estado que le quitó el poder, visitó en la selva y en las zonas rurales a los jemeres rojos. Veía en ellos el componente perfecto para tomar el poder y cobrar venganza por el golpe que lo depuso. Pero no midió bien al esperar de estos campesinos a los que años antes había reprimido un socialismo moderado muy distinto al ideario maoísta que en realidad guardaban como utopía para su pueblo.

Sin embargo, los jemeres rojos, intensificaron su actividad guerrillera al ver que contaban con el apoyo del príncipe depuesto y de China en la sombra. Se desencadenó una guerra civil.

En 1973, Estados Unidos bombardeó Camboya durante 160 días con más de medio millón de toneladas de explosivos que destrozaron infraestructuras y causaron decenas de miles de muertos. Esto no impidió la caída de la dictadura militar y la toma del poder por parte de los jemeres rojos en abril de 1975. Tras un año como figura simbólica al frente de un gobierno que en realidad controlaba Pol Pot, Sihanouk fue sometido a arresto domiciliario.


Con la supuesta amenaza de nuevos bombardeos norteamericanos, el nuevo gobierno ordenó la evacuación de Pnom Penh, la capital, y del resto de ciudades. En cuestión de horas se había producido un éxodo de más de tres millones de personas que fueron a trabajar en las comunas rurales.

Los años del terror

En realidad, los jemeres rojos buscaban materializar su utopía agrícola y rural que despreciaba la modernidad. La gente tenía que trabajar con sus manos para producir el arroz que consumía y alejarse de los “vicios” de la vida en la ciudad, recuperar la “inocencia” de la vida en el campo. El fin justificó el medio: un régimen de terror.

Nuon Chea [Foto: Extraordinary Chambers in the Courts of Cambodia via Wikimedia]
Nuon Chea [Foto: Extraordinary Chambers in the Courts of Cambodia via Wikimedia]

Contra las acusaciones por la expulsión masiva de las ciudades, los abogados de los acusados argumentaron que se trataba de una medida legítima para optimizar la agricultura y facilitar la distribución de alimentos. También argumentaron que el régimen había sido el único en luchar contra el imperialismo extranjero: primero el francés, y luego el que pretendía imponer Estados Unidos.


En los primeros días de evacuación de las grandes ciudades, el régimen pidió a los funcionarios que se apuntaran en una lista de modo que pudieran volver a la ciudad a trabajar. Fueron ejecutados. No querían que ningún “intelectual” contaminara su ideal agrícola y obrero.

El régimen de Pol Pot despreció también a profesores, científicos y profesionales cualificados; se servía de enfermeros y curanderos tradicionales con escasez de formación para los servicios relacionados con la salud, mientras se prescindió de médicos, de ingenieros y de personas altamente cualificadas. En su búsqueda de una sociedad basada en la pureza de los analfabetos, prohibieron la lectura y persiguieron a quienes supieran leer. Aunque se inspiraban en principios maoístas y en la Revolución Cultural China, se considera que ni siquiera China años atrás había llegado a los extremos de Pol Pot.

Salvo por objetos como cucharas para comer, en las aldeas se prohibió cualquier forma de propiedad privada. Mientras trabajaban, una o dos veces por mes el jefe de la aldea inspeccionaba las chozas para ver si alguien guardaba arroz o algún otro objeto en propiedad.

Khieu Samphan [Foto: Extraordinary Chambers in the Courts of Cambodia]
Khieu Samphan [Foto: Extraordinary Chambers in the Courts of Cambodia via Flickr]

El creciente clima de terror provocó que la gente empezara a denunciar a sus vecinos y la utopía pronto se convirtió no ya en un régimen totalitario donde todo mundo tenía que seguir las mismas ideas para sobrevivir, sino en un régimen de exterminio. Cualquiera era sospechoso y cualquier indicio podía convertirlo en culpable. A Chim Math, que se alistó a la guerrilla con 17 años y que había pasado hambre en una comuna durante dos años, la enviaron a un campo de tortura cuando le encontraron una foto de su padre con uniforme del régimen militar precedente. En Tuol Seng, conocida también como S-21, fueron torturadas más de 14.000 personas que luego fueron enviadas a campos de exterminio. Se les arrancaban las uñas y jirones de piel, les daban palizas, se les aplicaban choques eléctricos y hierros ardiendo en distintas partes del cuerpo, ahogamientos… De los detenidos que pasaron por ese centro sólo se sabe de cinco supervivientes, además de Chim Math. En 2012 fue condenado a cadena perpetua Kaing Guek Eav, alias Duch, el director de esa escuela convertida en centro de tortura.

Críticas al juicio

El juicio ha recibido críticas por los tres años que tardó en llegar la condena desde que comenzara. De hecho, han sido condenados por crímenes de lesa humanidad, pero aún tienen pendiente otro juicio para responder a acusaciones de crímenes de guerra, genocidio y otros crímenes de lesa humanidad. El tribunal dividió las causas para agilizar el proceso.

Algunas víctimas se han quejado de que se hayan dejado para después los crímenes más atroces, aunque otras consideran que esta forma de dividir el caso permitió conseguir una condena a tiempo para dos personas de esa edad.

Se ha resaltado el gasto que ha supuesto la composición del tribunal auspiciado por la ONU y el juicio, que supera en gastos los 200 millones de dólares. Este elevado gasto pone en peligro futuras imputaciones, investigaciones y juicios.


Algunos camboyanos consideran que este juicio comprometerá la reconciliación de un país con guerrillas enfrentadas. También hay quienes consideran que ese dinero debía destinarse al desarrollo de su país empobrecido, pero quizá no pensaran lo mismo las casi 4.000 que presentaron cargos y buscaban una forma de justicia.

Foto de portada: Scream of the innocent [Foto: Prateek Ahuja via Flickr]

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Carlos Miguélez Monroy

México D.F., México. Soy periodista especializado en temas internacionales y de derechos humanos, licenciado por Butler University y la Universidad Complutense de Madrid. Me apasionan el fútbol, la buena literatura y el cine.


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