28/03/2024 MÉXICO

El piropo: violencia de género en las calles de Chile

Nicolás Aros Marza
¿Sabías que el acoso callejero también es violencia de género?

Un hombre viene caminando de frente. Te mira de arriba abajo. Viene directo hacia ti. Te vas apartando de su trayectoria, pero él no hace lo mismo. Cada vez está más cerca. Sigue mirándote. Giras, pero ya es inevitable. Cuando pasa por tu lado se acerca y sintiendo su aliento en tu oreja, te dice “rica”.

¡No es un piropo, es acoso!


No es un piropo. Es acoso“. Este es el lema del recién creado Observatorio contra el Acoso Callejero de Chile (OCAC). Una organización formada por un grupo de sociólogos chilenos que pretende visibilizar a través de denuncias en las redes sociales, un problema grave de la sociedad chilena: el acoso callejero.

“Considerando que en Chile la perspectiva de género está muy poco desarrollada, pues somos aún una cultura muy machista, nuestro principal objetivo es visibilizar el acoso callejero como una forma de violencia ya que, actualmente, sólo entendemos como violencia de género: las violaciones, la violencia doméstica y la laboral. Sin embargo, nuestra publicidad y nuestra televisión es todavía tremendamente sexista, y las mujeres del país sufren a diario  un acoso callejero, entre otras cosas, que a día de hoy no somos capaces de analizar como un problema. Es por ello que el primer objetivo para del OCAC es visibilizar esta problemática a nivel sociedad y re-educar a la población para que entienda que estas situaciones también son violencia de género, y se ha de actuar para acabar con ellas”, explica Maria Fernanda Valenzuela, portavoz de OCAC.

 Acoso Callejero en los medios

OCAC
Foto: Facebook OCAC

Su nacimiento ha supuesto toda una revolución en Chile. Titular en todos los medios de comunicación, el OCAC ha conseguido sacar a la luz la existencia de un asunto que merece reflexión pues no sólo afecta a todas las mujeres sino que además se esconde en el silencio o se etiqueta como “tradición”. No obstante, el tratamiento de la problemática en los medios no está ayudando.

“Es un asunto muy complicado pues el enfoque desde el que lo presentan los medios de comunicación no tiene la seriedad que  debería tener. Creo que es una problemática nueva, que no debería poner énfasis en trivialidades, como ‘Ay se están quejando porque le dicen linda en la calle…’. Esta postura no responde a la realidad. Los medios están vulgarizando el tema, lo cual es una lástima. El acoso callejero es un reflejo de nuestra cultura”, señaló Valenzuela.

Con cadenas de televisión chilenas tratando el tema del acoso callejero con psicólogos que afirman que piropear es “algo biológico” y que sostienen que “si un hombre ve a una mujer cuya figura tiende a tener mayores curvas que otras, sin lugar a dudas se activa un instinto que hace que le hace lanzar este tipo de comentarios”, todavía se empeora la situación. Por esta razón, el reto está siendo luchar contra lo que el OCAC considera una “ignorancia absoluta sobre el tema” entre la sociedad.


“Nunca hay que perder la seriedad y tener muy claro cuál es el marco conceptual. Porque, por ejemplo, cuando el periodista nos dice: “bueno y entonces ¿cómo las personas ahora se van a conocer?” Hay que responder muy claramente: “coquetear no es lo mismo que acosar”. Son dos conceptos muy distintas con los que no debería confundirse a la población”, apuntaba.

Ante esta críticas, Valenzuela explica el concepto de acoso callejero como:

“Se trata de un tipo de violencia de género muy particular porque el agresor no tiene un vínculo con la víctima de ningún tipo. No se conocen y no se van a conocer. Es una conducta no deseada por la víctima que se sucede de forma sistemática. Por tanto, en la medida en que se trata de una conducta no deseada, tiene carácter de violencia. La mujer es de esta manera víctima de una conducta denigrante, de manera pública y aceptada (…)  Queremos mostrar que genera un impacto psicológico en la víctima que no es deseado y que efectivamente es violento”.

Marco Jurídico Chileno

Uno de los objetivos principales del Observatorio es que “a largo plazo exista alguna figura legal que tipifique cada práctica y reciba una sanción correspondiente en el marco legal”, señaló la portavoz.

En la actualidad en Chile, el marco jurídico recoge en materia de violencia sexual la tipificación de feminicidio, violencia doméstica penada, y acoso laboral. Todo lo demás se agrupa en el artículo 373 del Código Penal chileno, del año 1874, como “los que de cualquier modo ofendieren el pudor o las buenas costumbres con hechos de grave escándalo o trascendencia, no comprendidos expresamente en otros artículos de este Código, sufrirán la pena de reclusión menor en sus grados mínimo a medio”. Este artículo en la práctica tiene poco peso. Prácticamente ninguna sanción es interpuesta y en el mejor de los casos, la denuncia puede derivar en una “reparación civil por ofensas al pudor” que se limita a obligar al acosador a “pedir perdón”. Además, “en el 98% de las aprehensiones por ofensas al pudor, jamás hubo una denuncia, es decir nunca hubo uno o más testigos que se sintieran violentados con un determinado hecho, por lo que al no existir escándalo o trascendencia pública, resulta claro que el articulo N° 373 está siendo aplicado de manera arbitraria por la fuerza policial.


Almudena Rascón Alcaina
Foto: Facebook OCAC

En este sentido, el nacimiento del Observatorio coincidió en el tiempo con la polémica que surgió cuando se descubrió que el nombrado subsecretario de Bienes Nacionales para el gobierno de Michelle Bachelet, había sido denunciado por “tocar, con sus manos, los glúteos de una mujer ofendiendo, de esta manera, el pudor con sus acciones deshonestas”, en el marco de esta ley. Fue condenado a pagar una multa aunque la causa fue sobreseída seis meses después devolviéndole la sanción monetaria que había pagado en su momento.

“Básicamente para mi quiere decir que en este país un hombre que violenta a una mujer sexualmente, es capaz de llegar a un cargo público y representarnos”, señaló Valenzuela al respecto. A día de hoy, el denunciado renunció a su cargo antes del cambio de gobierno (pasado 11 de marzo).

Un problema de la sociedad

“Si bien el acoso callejero es un problema que viene de mucho tiempo atrás, faltaba simplemente alguien que se decidiera a realizar el trabajo de denunciar esta problemática ante la sociedad” apuntaba la portavoz de OCAC.

“Igual faltaba ese paso. Somos una generación de jóvenes que gracias a las redes sociales y una nueva mentalidad, hemos podido plantear el problema. Hay que hacer algo y por suerte, la disposición de todas las mujeres es muy grande…”.


Foto de portada: Por Nicolás Aros Marza para el OCAC.

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Almudena Rascón

Almudena Rascón Alcaina. Licenciada en Periodismo y Máster en Política Internacional en la Universidad Complutense de Madrid. Especializada en Derechos Humanos y Género. He colaborado durante años con Amnistía Internacional. Actualmente, resido en Santiago de Chile donde trabajo como periodista especializada en Macroeconomía para una agencia de comunicación . Contacto: almudenarasal@gmail.com


4 comments

  • carlos

    08/04/2014 at

    estuve viviendo en Chile, soy uruguayo, siempre las mujeres chilenas me trataron muy bien y de hecho hice grandes amigas, los comentarios que me hacían de los hombres chilenos,( se que a ellos no les va a gustar) es lo reprimido y vergonzoso poco audaz para el encare, de una sexualidad reprimida y conflictiva, casi nunca son, aparentan. todo esto lo sacan a luz en sus bromas y cuentos de gran carga sexual, casi agresivos, dice mas que lo que hace. hablen entre mujeres y comenten, grabarlo y después hacérselos escuchar a los hombres , pero mejor preguntar y dejar que ellos digan un abrazo y viva Chile mierda.

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  • Inés

    17/04/2014 at

    Tengo la experiencia de vivir ahora en un país en donde el piropo a la mujer es prácticamente inexistente. Viniendo de Chile a veces no comprendía en este otro país (Nueva Zelanda) que mujeres hermosas en minifalda pudieran caminar por la calle sin que ningún hombre se diera vuelta a mirarla y menos decirle algo. Por lo que tengo entendido esto nos siempre fue así, pero llegó un momento en que las mujeres exigieron aquí su derecho de que se respetara su dignidad. Como mujer es agradable caminar por la calle tranquila sin tener que andar esquivando, aparte de la caca de perro, el piropo callejero y otras conductas peores.

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