28/03/2024 MÉXICO

Religión, ¿proveedora de paz o de violencia?

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Pareciera que religión y paz son dos conceptos antónimos, cuando su cometido es absolutamente cercano. Hoy centramos la atención en el papel pacífico o violento de la religión.

El propósito del artículo es meramente relacionar de manera íntima la religión con la paz. Lamentablemente, debido a lo que la historia del hombre nos ha venido mostrando, pareciese que estas dos palabras (religión y paz), son antónimas, cuando su cometido es absolutamente cercano. No podemos hacer un análisis de la relación entre ambos términos sin haber antes acentuado el origen de las religiones en el mundo. La religión es una práctica distintiva del hombre misma, que abarca creencias y prácticas relativas a la existencia, siempre tratando de dar explicación a lo “sobrenatural”, y  contemplando una normativa específica que fecunda a la moral. En términos llanos, la religión es aquel conjunto de creencias que dan respuesta a la existencia y lo desconocido mediante preceptos que los definen en su conjunto.Si entonces se asevera que uno de los pilares que sostiene al término “religión” es la normativa para el buen convivir, ¿en qué momento dicho principio se quebranta y la religión es uno de los motivos más comunes para dar inicio a un conflicto bélico?

Dar respuesta a esta interrogativa nos llevaría a una investigación exhausta. No obstante, la respuesta puede ser clara y concisa: cuando interviene la interpretación del hombre. Demos un ejemplo cercano a nosotros con las escrituras sagradas de la religión con mayor número de adeptos en occidente, el cristianismo. Éstas mencionan que su profeta, Jesús, mencionó a cada uno de sus apóstoles “construid un templo en tu memoria”, refiriéndose indudablemente a la individualidad. Bajo la interpretación del hombre, esas palabras se transformaron en “construid un templo en mi memoria”. Una palabra conformada por dos letras basta para emitir un mensaje absolutamente distinto al pretendido. Y por el contrario de lo que se pudiese pensar por lo leído, mi propósito no es evidenciar y juzgar a unos, para victimizar a otros. En realidad, sustento mi argumento en la personalidad naturalmente vulnerable del hombre: ser destinado a cometer errores. Uno de esos errores más graves que ha podido cometer en su historia, no es practicar una religión, sino politizarla. Una religión, insisto, tiene principios para el buen convivir en el que basan su creencia; pero en aquel momento en el que la fe es utilizada como herramienta para el satisfacer intereses, el principio mismo por la que fue creada, es corrompido.1265096570_99569ed203_o

¿En qué momento la religión pasó de ser el culto a la estabilidad y la armonía -personificado en un ser misericordioso-, a un instrumento convertido en espada para conquistar y someter? El hombre, errabundo ser en búsqueda de poder.

El continuar tocando este tema desde las lejanías, tal vez, impediría tener una clara perspectiva del camino que se pretende seguir con este texto. Hablaré entonces de experiencias personales, donde el destino y los sueños forjados me llevaron a latitudes de la Europa Oriental. Allí, por unos años pude mimetizarme entre la gente y sus costumbres, personas cercanas a la religión y también a la guerra.  La zona de la antigua Yugoslavia vivió cinco sangrientas guerras en tan sólo un siglo; todas estas fomentadas por la llama de la religión.

Algún día, Sarajevo como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno, fue mirada por el mundo entero como la ciudad de la tolerancia por excelencia. En una tierra que albergaba un millón de habitantes, convivían armoniosamente católicos, ortodoxos, musulmanes, judíos y romanís. Diez años más tarde, esa misma ciudad se asemejaba más al infierno de Dante, donde las diferencias religiosas te colocaban directamente en la mira de los francotiradores. La guerra, derramaría la sangre de más de un millón de personas.

Mil países y mil creencias

En mi país de origen, donde una gran mayoría es católica cristiana, la interpretación del hombre ha generado también villanos y héroes. Estas concepciones contrarias, son completamente distintas a las concebidas en Oriente. La verdad jamás es absoluta y el conocimiento está basado en la creación individual del hombre; por tanto, la visión de un concepto no podrá ser interpretada de la misma forma, siempre recaerá a la interpretación individual del hombre:

En Serbia un croata es un fascista. Un serbio en Croacia es un asesino despiadado. Un musulmán en Occidente es un terrorista; en Bosnia, una víctima del desamparo. Un católico en la Bosnia musulmana, un salvador. Un católico en Serbia y el Medio Oriente musulmán, un conquistador por la espada.


En mi faz occidental, las culturas taoístas son más cercanas a paganismo y a las artes ocultas que a una religión. Y por supuesto, el creyente del Islam es visto como un fanático misógino. Pero lo cierto es que, este tipo de juicios sólo evidencian nuestra subordinación a la ignorancia. Se juzga a la otredad porque se desconoce. Hoy en día, se emiten juicios por la religión y no por la persona; ¿cuándo la religión tomó mayor relevancia que la concepción individual del hombre? Por supuesto, cuando se prostituyó la fe para institucionalizarla como una herramienta la búsqueda insaciable de poder del hombre como especie.

1454970_10151711218415927_1407113113_nDebemos regresar a los orígenes de este precepto, y vuelvo a hacer énfasis en la definición: religión es el conjunto de creencias y prácticas que definen a un conjunto, para procurar el buen convivir en una comunidad. ¿Dónde quedó la tolerancia, el respeto y la admiración por el hombre como individuo y no como practicante de una religión? ¿Cómo el hombre pudo tergiversar los propósitos de la fe para convertirlo en utensilio en la mesa del poder?

Incluso, mi percepción como hombre acerca de la religión me obliga a hablar de intereses y política en vez de destinar estas líneas a la concepción espiritual y de fe. Y si entonces -en este mundo volcado- como mexicano culturizado también en los Balcanes, observador y no practicante, decido amarrarme un día un turbante en la cabeza, ¿me convierto en la otredad dentro de mi propia tierra?

La fortuna de esta vida me llevó latitudes de la diversidad, y si algo he aprendido, es que la fe ha movido montañas, pero ha sido también violentada por los intereses. Deberemos saber, conocer, convivir, antes de juzgar.


Soy Javier Gutiérrez Lozano, y no importa donde estoy ni de dónde vengo. Júzgame por quién soy yo, no por lo que hay alrededor.

Este texto está dedicado especialmente a quienes en latitudes dispares, me enseñaron el valor de la diversidad, la tolerancia y el cariño. Personas quienes han forjado a ese alguien que soy yo. Andrea Stepanović, Luka Rogić, Vladan Veljković, Mateja Stanković, Stefan Zih, Tara Tepavac, Branka Vinaver, Katarina Mirković, Aleksandra Sokolović y Emiliano Santamaría.

Foto de portada: Islam, ¿religión de paz o violencia?, fuente: politikus.ru

Ésta es una opinión sin ánimo de lucro 

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Javier Gutiérrez

Javier Gutiérrez Lozano (Puebla, México. 1988). Poeta, traductor y ensayista. Editor de Revista Reflejo en Belgrado, Serbia. Profesor de Literatura Contemporánea. Recibió la Beca del Ministerio de Educación de la República de Serbia para realizar estudios especializados en política y cultura de los Balcanes. Sus textos han sido traducidos al idioma inglés, griego y serbio. Ha publicado más de 60 artículos periodísticos, ensayos y poemas, en diversas revistas de distintos países. Autor de 12 reportes para la Secretaría de Relaciones Exteriores, dentro de la Embajada de México en Serbia. Ha impartido conferencias en el Instituto Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, y ofrecido talleres en la Facultad de Filología de la Universidad de Kragujevac, Serbia. Participante en el Festival Internacional de Arte de Prijepolje en Serbia, el Festival de Literatura Bayelsa Book & Craft Fair en Nigeria y el Festival Internacional de Poesía de Granada 2013 en España.


2 comments

  • Laura Rojas

    30/12/2013 at

    Ciertamente un tema difícil, pero creo que a tus palabras se resumen en esto: “Cuando se prostituyó la fe para institucionalizarla como una herramienta la búsqueda insaciable de poder del hombre como especie.” Gracias por el maravilloso aporte, creo que debería tocar con amplitud un tema que a mi parecer es la clave para muchos de los males, me refiero a la Tolerancia, y en tus palabras llenas de conocimiento y diversidad, creo que se puede lograr algo interesante.

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