En el mundo existen cerca de 215 millones de niñas y niños a quiénes se les ha robado su infancia. Éstas y éstos no pueden llevar a cabo las que deberían ser sus dos actividades básicas: estudiar y jugar. Hoy es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, un día Instituida por la la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La temática de la presente edición 2013 se centra en el trabajo infantil doméstico. Según las cifras más recientes citadas en un nuevo informe de la OIT titulado Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, estos niños trabajan en hogares de terceros o de un empleador, realizando tareas como limpiar, planchar, cocinar, la jardinería, recolectar agua, cuidar de otros niños o de los ancianos.
Unos 10,5 millones de niños de todo el mundo, la mayoría de los cuales son menores de edad, trabajan como trabajadores domésticos en los hogares de otras personas en condiciones peligrosas y en algunos casos análogas a la esclavitud, de acuerdo con un nuevo informe de la OIT. De estos niños trabajadores, 6,5 millones tienen entre cinco y 15 años. Más de 71 por ciento son niñas.
La Convención sobre los Derechos del Niño
La Convención sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que reconoce los derechos humanos de los niños y las niñas, definidos como personas menores de 18 años. La Convención establece en forma de ley internacional que los Estados Partes deben asegurar que todos los niños y niñas —sin ningún tipo de discriminación— se beneficien de una serie de medidas especiales de protección y asistencia; tengan acceso a servicios como la educación y la atención de la salud; puedan desarrollar plenamente sus personalidades, habilidades y talentos; crezcan en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; y reciban información sobre la manera en que pueden alcanzar sus derechos y participar en el proceso de una forma accesible y activa.
La Convención sobre los Derechos del Niño, que fue aprobada el 20 de noviembre de 1989, se convirtió en el tratado de derechos humanos más amplia y rápidamente ratificado en la historia. Es el tratado internacional que reúne al mayor número de estados participantes. Se trata del primer instrumento jurídicamente vinculante que incorpora todo el abanico de derechos humanos, civiles, culturales, económicos, políticos y sociales a favor de los menores de 18 años. Y se trata también del tratado que tiene la más sonada de las ausencias: los Estados Unidos. Tan solo tres países en el mundo no han ratificado la Convención, Sudán del Sur, Somalia y Estados Unidos (a pesar de que los dos últimos lo han firmado). En la actualidad, Somalia no puede avanzar hacia la ratificación debido a que carece de un gobierno reconocido aunque mostró en el año 2009 su intención de ratificarlo. La República de Sudán del Sur es un estado soberano de reciente creación (consiguió ser oficialmente un estado el pasado 9 de julio del 2011) y aún apenas sin dos años de vida aún no ha abordado la firma y ratificación de la Convención. Al firmar la Convención, los Estados Unidos han indicado su intención de ratificarla, pero todavía no lo han hecho. ¿Por qué?
¿Por qué Estados Unidos no ha firmado la Convención sobre los Derechos de los niños?
Estados Unidos es un país que analiza minuciosamente los tratados que firma antes de proceder a su ratificación. Firmó el Protocolo de Kyoto en el año 1998 y aún siendo el país que más contribuía al calentamiento global (ahora sobrepasado por China en términos de emisiones de CO2), y transcurridos 15 años tras su firma, aún no ha ratificado el tratado por divergencias en su contenido y compromisos en cuanto a incumplimiento. En otro ejemplo, los Estados Unidos tardaron más de 30 años en ratificar la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, que fue firmada por los Estados Unidos hace 17 años, pero que todavía no ha sido ratificada. Además, por lo general el gobierno de los Estados Unidos solamente considera un tratado de derechos humanos al mismo tiempo. A día de hoy, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer se considera como la prioridad principal de Estados Unidos entre todos los tratados de derechos humanos. En términos generales Estados Unidos es muy reticente a asumir compromisos en materia de derecho internacional y, en particular, de derechos humanos tal y como se puede observar en esta tabla.
Aún así Estados Unidos ha participado activamente en el desarrollo de la Convención. La Convención fue negociada en gran medida durante el gobierno de Reagan. Durante los diez años de negociaciones, Estados Unidos tuvo influencia en casi todas las disposiciones sustantivas y propuso artículos adicionales sobre libertad de expresión, asociación, reunión e intimidad que todos los demás gobiernos juntos. Uno de los principales motivos por los que Estados Unidos no ha ratificado la Convención es porque ciertos Estados desean reservarse el derecho a dictar pena de muerte a menores de edad. Pero en 2005, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que el uso de la pena de muerte por delitos cometidos antes de los 18 era inconstitucional. La práctica está prohibida por la Convención.
Según Human Rights Watch, algunos críticos de Estados Unidos afirman que la Convención es “anti-familia” y que socavará los derechos de los padres estadounidenses. Sin embargo, “la Convención se refiere repetidamente a la importancia de la familia y establece que los gobiernos deben respetar los derechos, responsabilidades y deberes de los padres para criar a sus hijos. Durante un debate presidencial antes de su elección, el presidente Obama se comprometió a revisar la Convención y otros tratados de derechos humanos que Estados Unidos aún no ha ratificado.” A principios de 2009, el Departamento de Estado inició un examen interinstitucional de la Convención, pero ninguna otra medida ha sido tomada.
La oposición a la ratificación de la Convención también viene promovida por parte de algunos grupos religiosos, algunos de los cuales afirman que entra en conflicto con la Constitución de los Estados Unidos. La oposición más activa a la Convención en los Estados Unidos se ha concentrado sobre todo en los grupos políticos conservadores. Algunos estadounidenses se oponen a la Convención con el razonamiento de que el país ya cuenta con todo lo que defiende el tratado, y que no habría ninguna diferencia práctica.
[notice]Seguro que también te gustará: 22 fotografías sobrecogedoras sobre el trabajo infantil en el mundo que todos deberíamos ver[/notice]
Esta es una explicación sin ánimo de lucro
¿Quieres recibir más explicaciones como esta por email?