28/03/2024 MÉXICO

Sobreeducado, subempleado y sin embargo, extrañamente optimista: así son los jóvenes españoles

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Las manifestaciones que se produjeron en España el 25S y los días siguientes son consecuencia del descontento social y político de la población, y en especial, de la juventud española, uno de los colectivos más afectados por esta crisis. United Explanations te lo explica.


Autoras del artículo:
Ana Almuedo Castillo y Almudena Díaz Pagés

“Si acabas una carrera en España tienes tres salidas: por tierra, mar y aire”

Pedro, 32 años, Ingeniero técnico. Trabajó durante 6 años en una empresa como  de lo suyo, pero con la crisis se quedó sin faena. Ahora conduce una bicicleta por el centro de Londres paseando a los extranjeros por el Támesis.

Marta, 29 años, último año de doctorado en Genética por la Universidad de Barcelona. “Me queda un año para buscarme trabajo en un laboratorio fuera, quizás tenga que ser Estados Unidos aunque me pese… La opción de quedarme en España no me la planteo, hay que vivir paupérrimamente por un trabajo altamente cualificado y siempre de con el miedo de que con los recortes no te renovarán tu contrato o tu grupo puede desaparecer de un momento a otro…”

Luis, 28 años, informático. En unos meses empieza su contrato para una multinacional saudí-americana en Riad, Arabia Saudí. Su novia se queda aquí… No hay hueco para la joven allí si no están casados. Serán una de las muchas parejas que separa la crisis.

Laia, 27 años, médica. “Cuando termine mis años de residencia me iré a Alemania, la sanidad pública española se está despedazando poco a poco con estos recortes… No sé si quedará algo de ella para cuando yo acabe y dudo que pueda encontrar ninguna salida en España.”


Si acabas una carrera en España tienes tres salidas: por tierra, mar y aire

No, los casos de personas arriba expuestos no son el resultado de una exhaustiva investigación para encontrar jóvenes que se hayan visto obligados a emigrar… son el pan de cada día de la sociedad española.

Fuga de cerebros, descontento, frustración, rabia. Esta es la radiografía actual que caracteriza a gran parte de la juventud española. ¿Por qué están pagando estos jóvenes los platos rotos de una crisis que no han provocado? Seguramente ellos no vivieron por encima de sus posibilidades ni sus padres tampoco. Probablemente sus padres trabajaron duro para darles una educación que les permitiera encontrar un trabajo digno en su propio país. Unos padres que ahora ven cómo sus hijos tienen que irse a miles de kilómetros de casa para encontrar ese trabajo que ellos habían soñado para ellos.

Los miles de millones de euros invertidos en la formación de una generación completa, regalados a empresarios fuera de nuestras fronteras, por la torpeza de una clase dirigente por no saber dar salida a estos jóvenes. Y no es la primera vez que los españoles nos vemos obligados a emigrar, sólo que esta vez los que emigran son una generación altamente preparada, que posiblemente nunca volverá a nuestro país. Una dinámica que con el pesar de muchos, se traducirá en un atraso intelectual que sufriremos durante muchas generaciones futuras.

“No nos representan”

No, así No

Y cuando miles de españoles se manifestaban el 25 de septiembre en las puertas del Congreso, el Presidente del Gobierno pedía en la sede de Naciones Unidas que se abrieran las conversaciones para recuperar Gibraltar… Con la que está cayendo, cabe dudar que ni siquiera aquellos que le votaron estén ahora muy preocupados por gritar eso de “¡Gibraltar, español!”.


La élite política española, tan alejada de los problemas reales de la población, dejó hace mucho de gobernar por y para los intereses del pueblo, “garante último de soberanía”. Las manifestaciones que comenzaron el 15 de mayo hace ya más de un año reflejaron claramente lo alejados que los ciudadanos se sienten de las formas de política tradicionales. Hartos del clientelismo, de la corrupción, del sistema bipartidista que hace que tantos ciudadanos no se vean representados por ninguno de los partidos que llegan al poder; del sistema electoral injusto, que favorece a los dos grandes partidos y perjudica las nuevas voces que se intentan abrir paso en el panorama político; de las reformas laborales y recortes que le están abocando cada vez más al fracaso sin que ellos tengan si quiera la oportunidad de decidir sobre su futuro…

Cuando hay una parte tan grande de la población que no se siente representada por los políticos que los gobiernan. Cuando la desesperación por la falta de oportunidades y por la situación en la que se están viendo obligados a vivir tantas familias, llega el momento de que la clase política baje de su pedestal, salga a la calle y vea con sus propios ojos las consecuencias que están acarreando para la “población que ellos gobiernan”, sus decisiones políticas. Porque ya es hora de que los políticos empiecen a darse cuenta de que las políticas no son una “máquina de hacer votos”, sino que afectan la vida de tantos españoles y el futuro de este país.

… “extrañamente optimista”

Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir

Y esta juventud española, emigrada, con trabajo, o en búsqueda de éste, ha demostrado que es capaz de salir a la calle a manifestarse de forma pacífica, a pesar de la cada vez más represiva violencia policial, de la persecución mediática, y de los intentos de criminalización de los dirigentes políticos.


Y lo hacen porque a pesar de la crisis, y a pesar de todo lo que políticos y medios digan o quieran hacer creer a la sociedad española, los jóvenes de este país sí quieren, creen y van a seguir luchando, por un futuro diferente, por un futuro mejor. Los jóvenes españoles son sobre todo, optimistas y tienen esperanza; característica que en los tiempos que corren, debería comenzar a valorarse mucho más.

Ésta es una explicación-opinión sin ánimo de lucro

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Ana Almuedo

Sevilla, España. Mediterránea por elección, española de nacionalidad y libanesa por residencia. Llevo trabajando en temas sobre Oriente Medio, resolución de conflictos y derechos humanos desde 2010. Actualmente vivo en Beirut, Líbano, y escribo mi doctorado para la Universidad de Exeter en Reino Unido, sobre la transformación del conflicto y los movimientos sociales en Líbano. Sígueme en @anaalmuedo


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