18/04/2024 MÉXICO

Hacia un tratado que regule las armas ligeras

Non-violence (photo: Håkan Dahlström)
El comercio de armas contribuye a perpetuar las violaciones de derechos humanos a lo largo del mundo. No obstante, un tratado que regule su comercio está en proceso de discusión en las Naciones Unidas.

¿Una mercancía como otra cualquiera?


Según Amnistía Internacional, en todo el mundo se han cometido crímenes de guerra, homicidios, tortura y otros graves abusos de derechos humanos mediante el uso de una gran variedad de armas, municiones y equipamiento militar y de seguridad. Este problema se ve alimentado por el suministro ilegal u irresponsable de armas, el cual fomenta y perpetúa la violencia injustificada en muchos países.

Ante este grave problema, un tratado internacional que regule de forma estricta el comercio de armas -actualmente en discusión- se revela como un factor indispensable para poder frenar esta lacra mundial.

Campaña internacional para regular el comercio de armas

«Los líderes mundiales deben aceptar el hecho de que no podemos permitir que el libre mercado rija el comercio internacional de las armas» (citado en el web oficial de Naciones Unidas). Son palabras de Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz por su papel en los procesos de paz que dieron por finalizados los conflictos armados centroamericanos de la década de 1980.

¿Qué se entiende por “armas ligeras”?

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el término “’armas pequeñas y ligeras’” significa “cualquier arma letal que pueda llevar una persona y que expulse o lance, esté diseñada para expulsar o lanzar o pueda convertirse fácilmente para expulsar o lanzar una bala o proyectil por la acción de un explosivo, excluyendo armas pequeñas y armas ligeras de anticuario o sus réplicas”. Es decir, incluye dispositivos de distintos tipos y medidas, como revólveres, pistolas, subfusiles, escopetas, carabinas, fusil de asalto, rifles, ametralladora y granadas de mano.

Además del ex presidente Oscar Arias, actualmente son muchas las voces procedentes de la sociedad civil (además de algunos gobiernos) que abogan por establecer un instrumento legal de control, en forma de tratado internacional, que sea vinculante y efectivo a la hora de regular la compra-venta internacional de armas.  Amnistía Internacional y otras ONGs denuncian la connivencia de los estados con el tráfico ilegal de armas, y con el comercio legal de armas. Este ùltimo, pese a encontrarse dentro de la legalidad internacional, se lleva a cabo a menudo de modo irresponsable, ya que permite suministrar a gobiernos que han incurrido en vulneraciones graves y sistemáticas de derechos humanos. Algunos de los aspectos cuya regulación es considerada como prioritaria  son los siguientes:

  • Creación de normas que protejan los derechos humanos.
  • Prohibición de la venta de armas a gobiernos no democráticos con antecedentes de violaciones graves de derechos humanos.
  • Un listado que tipifique los tipos de armas, municiones y otro armamento que son objeto del comercio internacional, para promover la transparencia sobre el comercio, procedencia e impacto de los distintos tipos de armas y dispositivos.
  • Creación de normas claras de aplicación y vigilancia del tratado, con la obligación de presentar informes para garantizar su cumplimiento.
  • Mecanismos de penalización para los Estados que incumplan el Tratado.

El impacto del comercio de armas ligeras

Tal y como señala la Red Internacional  de acción sobre armas pequeñas (IANSA), la violencia armada provoca un aumento de la pobreza en el mundo, y a su vez, la pobreza genera el caldo de cultivo para la aparición de la delincuencia y de las armas que generan la violencia. La relación es en ambos sentidos y el ciclo repercute en el desarrollo de las sociedades.

El caso de El Salvador

Guerras civiles como la de El Salvador (1980-1992) pusieron en manos de la población cientos de miles de armas. Veinte años después, la mayoria de estas armas siguen esparcidas por el país de forma ilícita (128mil según datos de Naciones Unidas de 2011) y contribuyen a engrosar los altos índices de violencia y criminalidad: cerca del 70% de los 4,375 homicidios ocurridos el año pasado fueron cometidos con armas de fuego. El de El Salvador es un caso paradigmático de la estrecha relación existente entre armas y violencia, que muestra los inmensos costes que estos dispositivos acarrean para las sociedades, principalmente en términos de vidas humanas pero también para la seguridad ciudadana, crecimiento económico y por supuesto, para el desarrollo.

Las cifras sobre el impacto que causan las armas en las sociedades alrededor del mundo son tan contundentes como aterradoras:


  •  En promedio, cerca del 60% de homicidios ocurridos en el mundo son cometidos con armas.
  •  Cada año mueren 740,000 personas como resultado de la violencia vinculada a conflictos y homicidios.
  •  La pérdida de productividad debida a los homicidios armados se estima entre 95 y 160 billones de $ anualmente.
  • Las armas poseen un importante impacto económico en las sociedades, en términos de costos para la seguridad pública y privada: a nivel global, el coste de la inseguridad generado por la violencia armada es de unos 400 billones de $, es decir unos 70$ por persona.

El comercio de armas y la perpetuación de los conflictos armados

En muchos países alrededor del mundo, y muy visiblemente en el continente africano (p.e. el caso de República Democrática del Congo) el flujo del comercio de armas ha servido para perpetuar conflictos armados al largo de varias décadas. El suministro a milicianos, guerrillas y otros cuerpos armados de diversa índolees prácticamente ilimitado, debido a la inexistencia de mecanismos de control efectivos que permitan la circulación. Esta circunstancia prolonga la violencia injustificada en muchos territorios. El saldo que dejan las armas son cientos de miles de personas asesinadas, heridas, violadas y obligadas a abandonar sus hogares.

La prolongada “inacción” de los Gobiernos nacionales para poner freno al comercio de armas puede ser explicada por motivos políticos (es mundialmente conocido que Estados Unidos tradicionalmente se ha posicionado como un ferviente defensor del derecho a poseer armas y ha vetado cualquier iniciativa de regulación internacional) como económicos, y es que el tráfico de armas es, por supuesto, un negocio muy lucrativo para los gobiernos y empresas multinacionales que participan de él. Se estima que los beneficios globales alcanzanunos 60,000 millones de dólares anuales.

¿Por qué es necesario un tratado internacional?

En diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó avanzar hacia la concertación de un tratado que regulara el comercio de armas ligeras para poner remedio al incremento que estas estaban experimentando a nivel mundial.

Se pidió al Secretario General de Naciones Unidas, por aquel entonces el ghanés Kofi Annan, establecer un grupo de expertos gubernamentales que examinara «la viabilidad, alcance y posibles parámetros de un instrumento completo y legalmente vinculante que establezca normas internacionales comunes para la importación, la exportación y la transferencia de armas convencionales.


Por tanto, el instrumento legal previsto no tendría el objetivo de prohibir el uso de armas en general, sino garantizar que los Estados controlen la exportación, importación y transferencia internacional de armas de uso militar, policial y de seguridad. De este modo, se quiere impedir que se utilicen estas transferencias para cometer violaciones graves de derechos humanos o que se desvíen al comercio ilícito, al mercado ilegal o a usuarios finales ilegítimos.

Entre las armas a regular, se incluyen las pequeñas y ligeras como ametralladoras, pistolas o rifles de francotirador y una estrecha franja de las mayores armas convencionales, como buques de guerra o sistemas de artillería de gran calibre.

El proyecto de tratado en la actualidad

El último intento (fallido) de aprobar un tratado se produjo el pasado 27 de julio. Después de un mes de arduas negociaciones, en las que participaron 193 Estados miembros de la ONU, finalmente no se alcanzó la mayoría necesaria para sacar adelante el tratado.

A pesar del ligero optimismo y de las expectativas de que finalmente se aprobara, una vez se hubo logrado cerrar lagunas importantes en el Texto, Estados Unidos, Rusia y China han solicitado más tiempo para considerar la propuesta. A pesar de las dificultades para tirar adelante, el embajador argentino y presidente de la Conferencia, Roberto García Moritán, fue optimista al declarar que “con toda certeza tendremos un tratado en 2012″. No todo el mundo compartía su optimismo.

Un negocio demasiado suculento…

Las principales potencias en el mundo juegan un papel ambivalente con respecto al comercio de armas. Por un lado, no pueden ignorar el mal uso en que incurren muchos gobiernos en países receptores de armas. Por otro lado, la industria armamentística local de las principales potencias en el mundo ejerce como lobby para los Gobiernos a la hora de abordar posibles decisiones que conciernan a esta temática en los foros internacionales.


Se da la paradójica circunstancia, tal y como señalaba hace unos días El País, de que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano que teóricamente debe velar por la justicia y la seguridad internacionales, son , junto a Alemania, los principales exportadores de armas del mundo.

En Estados Unidos, la Administración Obama mide cada paso al frente que da antes de las próximas elecciones y desea postergar cualquier decisión sobre el tema de armas (muy sensible para el electorado norteamericano) por lo menos hasta 2013.

Un tratado sobre el comercio, compra-venta de armas ligeras contribuiría a limitar las transferencias de armas que se acaban destinando a violaciones de derechos humaos. Mientras que esto no ocurra, los gobiernos nacionales (especialmente los de países productores y exportadores de armas, como es el caso de España) son cómplices del flujo irresponsable de armas, permitiendo que se cometan graves abusos y atrocidades en todo el mundo.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro 

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Lluis Ruiz-Gimenez

Soy de Banyoles, Girona. Licenciado en Ciencias Políticas y Máster (del Universo) en Relaciones Internacionales. Actualmente vivo en Panamá y trabajo como Consultor de Gobernabilidad local y transparencia en el PNUD de Naciones Unidas. Para bien o para mal, la política mueve el mundo, pero también la gente. Interesarnos por lo que ocurre más allá de nuestras fronteras nos ayudará a ser mejores personas. Email: lluisruizgi@gmail.com


4 comments

  • ICIP

    28/08/2012 at

    Interesante artículo de un tema de máxima actualidad y no siempre recibido con la necesaria cobertura mediática.
    Como un matiz, creo que no acaba de quedar claro que el tratado de comercio de armas que se negoció en julio en Nueva York no es exclusicamente de armas ligeras, sino de todas las armas convencionales. Es decir, las pequeñas y ligeras, pero también las pesadas.
    Sobre el tema específico de la proliferación de las pequeñas y ligeras ya hay un tratado (que no solo es de comercio, sino que incluye otras dimensiones del problema; se trata, sin embargo, de un tratado no vinculante, a diferencia del que se negocia en la actualidad), firmado hace poco más de 10 años, que es el Programa de Acción de Naciones Unidas, del cuál precisamente estos días se está celebrando también en Nueva York su segunda conferencia de revisión. Puedes seguir el desarrollo de la misma en el hashtag #PoArevcon
    Aquí puedes encontrar información más detallada sobre las negociaciones del tratado de comercio de armas http://blocs.gencat.cat/blocs/AppPHP/icip/
    Un aaludo

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