28/03/2024 MÉXICO

Participaciones Preferentes: un “Rescate” a la Banca sin contrapartidas

El peligro de las acciones-preferentes
Las participaciones preferentes son un producto financiero complejo y de alto riesgo, que carece de garantía de recuperación del capital invertido. Aún así han gozado de alta popularidad en España en los últimos años y los ahorradores han invertido miles de millones en este producto financiero que ha resultado ruinoso. Os explicamos el por qué.


Según ADICAE, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, “los pequeños ahorradores ya han rescatado a la fuerza a la banca durante los años de la crisis con 40.000 millones de euros”. Más de 50 entidades bancarias captaron alrededor de 30.000 millones de € en forma de participaciones preferentes, que se unen a los más de 10.000 millones de € en las salidas a Bolsa de Bankia, Banca Cívica y CaixaBank, que han demostrado ser inversiones ruinosas.

 ¿Qué son las participaciones preferentes?

Son, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, un producto financiero complejo y de alto riesgo, que carece de garantía de recuperación del capital invertido. Las condiciones concretas, aunque con unos mínimos comunes, son diferentes en cada emisión.

Se trata de valores emitidos por una sociedad, con una remuneración variable y condicionada a la existencia de beneficios. Se suele pactar un cupón fijo (remuneración condicionada a la existencia de beneficios distribuibles) durante los cinco primeros años y posteriormente, una remuneración variable y no acumulable. Es decir, que en caso de no recibirse remuneración en un año, no se acumula un derecho a recibirla en el siguiente año.

Son generalmente, de vencimiento perpetuo, aunque suele estipularse la posibilidad de su cancelación a voluntad del emisor (el Banco) pasados cinco años de la emisión (desembolso), y posteriormente año a año. Por tanto en caso de necesidad de liquidez, el inversor debe acudir al mercado secundario (AIAF) para intentar venderlas y recuperar su inversión.

¿Por qué “preferentes”? Porque a pesar de que no otorgan derecho a voto ni derecho de suscripción preferente, tienen prioridad de cobro de dividendos y cobro en caso de concurso de acreedores, frente a las acciones ordinarias. Esta preferencia es relativa, ya que, si bien en el sentido señalado son preferentes frente a las acciones ordinarias, no lo son frente a los acreedores ordinarios y subordinados en caso de concurso de acreedores de la entidad. Además no están cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos, que garantiza los depósitos ordinarios hasta 100.000 €.

Este producto se venía comercializando desde finales de los 90, sobre todo entre inversores institucionales, y en algunos casos entre ahorradores comunes. En 2005, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desaconsejó su venta a clientes minoristas, en base a la complejidad y el riesgo del producto. Desde 2005 hasta 2007, la venta de este producto financiero se redujo drásticamente.


¿Por qué se dio el boom de las preferentes a partir de finales de 2008?

El 15 de septiembre de 2008, se declara en quiebra Lehman Brothers, y el 7 de octubre de 2008 el entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez declara que “es inevitable una reestructuración del sector financiero español”. La comunidad internacional, EEUU, y la UE se apresuran a cerrar acuerdos para salvar la banca internacional mediante nacionalizaciones, recapitalizaciones, avales, medidas de alivio, facilidades de financiación o inyecciones de liquidez, que superan el billón de euros.

Pero no era suficiente. Las entidades bancarias españoles reaccionaban con sus propios mecanismos de captación de capital a la necesidad de reforzar sus recursos propios. Urgidas por la obligación de cumplir con los mínimos establecidos de core capital (capital básico o porcentaje de recursos propios en relación con los activos de dudoso cobro), y ante la mala acogida de sus productos en los mercados internacionales, las direcciones de las entidades instaban a sus sucursales a colocar estos productos indiscriminadamente. En aquel momento, la normativa financiera internacional, Basilea II (Acuerdos en forma de recomendaciones, adoptados por la Comisión de Supervisión Bancaria de Basilea), y su transposición al derecho español mediante la ley 36/2007, consideraban las participaciones preferentes como capital core.

Abuso de confianza, negligencia, y mala fe

Las entidades financieras, desde finales de 2008 hasta 2010, colocan sus participaciones preferentes a miles de ahorradores (ADICAE calcula que alrededor de 1.000.000 de españoles). Ahora se sabe que muchas de las entidades utilizaban técnicas de venta agresivas para colocar estos productos a jubilados, pequeños ahorradores, y pequeñas empresas; abusando de las relaciones de confianza labradas durante años entre los clientes y los empleados de las sucursales. La inmensa mayoría de los clientes a los que se dirigían no se ajustaba mínimamente al perfil de inversor que un producto como éste requiere.

Entre 2007 y 2009 las emisiones de participaciones preferentes se multiplicaron por 57 mediante prácticas negligentes, abusos de confianza, e incluso mala fe

Muchos afectados alegan que se les vendía como un depósito con alta rentabilidad, carente de riesgo, y recuperable en cualquier momento. De la manera que fuera, las entidades colocaban las preferentes, incumpliendo los requisitos que la CNMV exigía, y sin realizar los test de idoneidad y conveniencia que la Directiva Europea MIDIF (Markets in Financial Instruments Directive) exige realizar para la colocación de productos complejos a clientes minoristas. Se llega incluso al extremo de vender participaciones preferentes a analfabetos que firman con su huella dactilar, y a falsificar la firma de los clientes en los tests de conveniencia.


CaixaBank, Bankia, BBVA, y el Santander, por este orden, las cuatro entidades que colocaron mayor volumen de participaciones preferentes

Mientras tanto la CNMV, ante el enorme volumen de participaciones preferentes emitidas en 2009, vuelve a publicar una comunicación en la que desaconseja la venta de este tipo de productos a los clientes minoristas. La crisis financiera va golpeando cada vez con más fuerza a la banca española, muchas entidades dejan de dar beneficios (y por tanto, de remunerar las participaciones preferentes) y el mercado secundario de preferentes se paraliza. Al mismo tiempo, muchos clientes, acuciados por la crisis pretenden recuperar sus inversiones, y a las entidades sólo les queda la salida de endosar estas participaciones a otros clientes al valor nominal de emisión, convirtiéndolo en una estafa piramidal. En el verano de 2010, la propia CNMV alerta de estas malas prácticas de algunas entidades y comienzan a abrirse expedientes a algunas entidades. Los bancos, anulado el mercado secundario por la crisis, y aleccionados por la CNMV en cuanto a la colocación de las participaciones a otros clientes, se niegan a dar liquidez a quien quiere recuperar la inversión. Estalla el escándalo.

Desde entonces, miles de ahorradores se van dando cuenta de que no sólo no van a obtener ninguna rentabilidad, sino que sus ahorros no están disponibles como creían. Muchas entidades, amparándose en la interpretación interesada de las recomendaciones del Banco de España y la CNMV se niegan a tramitar las órdenes de venta de las preferentes, dando comienzo a un verdadero “corralito”.

Situación actual

Actualmente, ante el estallido del escándalo, los bancos se encuentran en pleno proceso de oferta de canjes de las preferentes por otros productos financieros. Mientras algunas demandas individuales prosperan y los clientes empiezan a lograr sentencias a su favor en los juzgados de primera instancia, algunas entidades intentan buscar acuerdos favorables a sus intereses, ofreciendo a los ahorradores el canje por acciones de la entidad que se devalúan día a día, por otros productos complejos como deuda subordinada recuperable al cabo de varios años, u obligaciones convertibles en acciones.

La Banca parece asumir sus malas prácticas: no está recurriendo las sentencias individuales favorables a los clientes.

De esta manera, los bancos tratan de hacer frente a las nuevas exigencias de capital propio que requiere el Banco de España, ya que en virtud del acuerdo de Basilea III de septiembre de 2010 y su transposición al ordenamiento jurídico español mediante el RD 2/2011, las participaciones preferentes dejan de ser consideradas como capital básico. El rescate continúa.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


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Alejandro Mario


One comment

  • Oriol

    25/07/2012 at

    Muchas gracias Alex por la clara explicación. Una vergüenza la ‘colocación’ a tanta gente  que se contrataron preferentes más del nombre de este producto financiero y las amables palabras del director de la oficina que por tener conocimiento e información de que se convertían sus ahorros en una ‘inversión’ de alto riesgo y sin garantía. 

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